Rafael Nieto Loaiza
Los únicos colombianos que no quieren la paz son los que hacen parte de los grupos violentos. Solo a ellos no les interesa una solución definitiva del conflicto. Han hecho del crimen su modo de vida. La paz les daña el negocio.
Alfredo Rangel
Por particulares circunstancias históricas, los procesos políticos y electorales de Chile y de Colombia viven hoy un paralelismo muy interesante, que nos puede dar luces sobre los posibles escenarios políticos futuros en nuestro país.
John Marulanda
Con 10 años en la cárcel y pasando de exconvicto a vendedor de perros, abrió su restaurante en San Petersburgo a donde llevó Putin al presidente George W. Bush. A sus 63 años, Míster Yevgueny Prigozhyn “inventó” el Grupo Wagner el cual ha participado no solo en Ucrania, sino en Siria, en Sudán, en la República Centroafricana, Sudán, Mozambique y Mali. De ahí en adelante todo marchó bien, aunque siguiendo una vieja tradición rusa: el mercenario se convirtió en un riesgo para quienquiera que esté en el poder.
Alexander Cambero
El presidente Gustavo Petro dispara nuevamente la metralla. Ya no son las emboscadas para sembrar el crimen contra ciudadanos inocentes. Es el ejercicio del poder de manera autócrata. Así cómo en el inicio de su andar protagónico, quiso construir una narrativa con párrafos de engaño.
José Félix Lafaurie R.
En Barranquilla, el presidente del gremio local de comerciantes calificó como alarmante el cierre de 200 locales por la extorsión. En Sincelejo, una ciudad mediana, el alcalde denunció que más de 300 cerraron por esa razón; una tragedia social y económica.
Centro Democrático: el poder de las ideas (3015)
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A. Otras columnas para leer
María Andrea Nieto
A Vargas Lleras no le asusta ser la cara de la oposición que lidera la construcción de las alianzas en el Congreso en contra de las nefastas e improvisadas reformas de Gustavo Petro.
Luego de herir a los tres colombianos en Kramatorsk, Rusia ahora los intimida
Si creemos lo que dice CNN, el embajador de Colombia en Rusia, Héctor Arenas Neira, fue invitado este 30 de junio “a una reunión en la Cancillería de Rusia para analizar las circunstancias del ataque en Kramatorsk donde resultaron heridos tres ciudadanos colombianos”. Empero, CNN no fue muy exacto al redactar ese cable. Si leemos con atención el comunicado de la cancillería rusa, veremos que el embajador Arenas fue convocado para que recibiera, más bien, una reprimenda por las “declaraciones de las autoridades colombianas respecto a los tres ciudadanos del país afectados por el ataque en la ciudad de Kramatorsk”.
Jorge Enrique Pava
¿Habrá algún colombiano que no quiera la paz? ¿Habrá alguien que no aspire a vivir tranquilo, sin asedios de criminales, sin temor de ser secuestrado, hurtado o asesinado? La respuesta es categórica: ¡No! ¿Y habrá alguna persona que se sienta cómoda con el poder que han adquirido los criminales y la impunidad que se les ha generado? ¡Sí! Los delincuentes que hoy gozan de una promesa de impunidad total y que esperan el cumplimiento de los compromisos de campaña de Petro para salir a disfrutar libremente del poder que les representa el dinero conseguido, el imperio territorial arrebatado a miles de colombianos, y la garantía de que, en lugar de ser castigados, serán premiados y rodeados de privilegios y prebendas.
Rafael Rodríguez-Jaraba*
Siempre he considerado que, por encima de nuestras creencias, convicciones y diferencias, bien sean, políticas, ideológicas, económicas, culturales o raciales, los colombianos debemos estar unidos por el sentimiento invisible pero indestructible de la nacionalidad, el que debe prevalecer e integrarnos en una fraternidad solidaria e inquebrantable, no solo en la alegría o la tristeza, sino de manera permanente y en especial, ante cualquier amenaza de destrucción de nuestro Estado de Derecho y su Democracia o, de fractura y fragmentación de nuestra sociedad.