Ahora desde el palacio presidencial bogotano tergiversa de manera sistemática promoviendo una serie de proyectos que buscan hacer de Colombia otra Venezuela. Liquidar las instituciones democráticas para hacerlas inservibles y dóciles como traje a la medida de la pretensión de perpetuidad. Eso es la celada que planearon para apoderarse de la voluntad de la nación. Poder controlarlo todo. Formar una administración tiránica que obnubile las indiscutibles desigualdades sociales para utilizarlas como anzuelo en la captura de incautos. Venderles la idea que su mandato es la reivindicación histórica de los oprimidos. Con ese argumento avanzan resueltamente en el concepto de poder lograr la hegemonía permanente. Esa es su luz al final del túnel. No les importa arrasar con el estado. Su interés es construir su proyecto sobre los escombros de la democracia colombiana. La misma que quisieron exterminar cuando empuñaron las armas. Las heridas siguen aún abiertas en el alma de la sociedad.
Al presidente Gustavo Petro le preocupa muchísimo la libertad de prensa. Que los medios tengan la posibilidad de poder llevar información veraz y efectiva, incomoda a las altas esferas. Que los ciudadanos descubran todos los intríngulis de un gobierno tan errático como funesto.
Queda en los colombianos poder librarse de semejante intención. Es fundamental organizarse y avanzar en la búsqueda de lograr construir una enorme fuerza ciudadana que rescate la democracia como instrumento de cambio en libertad.
@alecambero
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La inhabilitación de María Corina.
Alexander Cambero
La inhabilitación de María Corina Machado es un renovado zarpazo en contra de la libertad. La satrapía movió sus tentáculos para vulnerar sus derechos civiles. El inmenso miedo que genera su liderazgo irreductible hizo posible la canallada. Una dictadura inmoral y corrompida hasta los huesos quiere escoger el candidato que enfrente a Nicolás Maduro, el peor mandatario del cual se tenga memoria. Quien le estorbe correrá la misma suerte. Hasta que encuentren un fantoche que se preste a unos comicios viciados por la excretas del demonio. Esa es la treta de una dictadura salvajemente inescrupulosa. Sin ningún escrupuloso nos muestra su indecencia. Todo en ella es un entramado mafioso que sigue la directriz de un proyecto podrido.
¿Por qué le temen? El gobierno y sus aliados saben que con ella no existirá impunidad. Que su honestidad hará posible que queden al descubierto toda la telaraña de corrupción en donde están involucrados grandes jerarcas de ambas orillas. Ellos saben que la transformación social que propone acabaría con la revolución y el viejo liderazgo acostumbrado a la componenda. Su única manera de sobrevivir es anteponiéndose a los dignos propósitos que promueve María Corina. Utilizando cualquier subterfugio para impedir su victoria.
Su autenticidad hace que Venezuela la aclame. Sus actividades están llenas de pueblos desbordados en fe y esperanza. Cada día son mayores manifestaciones de una avalancha que crece hasta límites jamás vistos en la nación. Un auténtico fenómeno electoral que toca la fibra de cada venezolano. Son ciudadanos valientes que perdieron el miedo cuando encontraron su fiel intérprete. Es el símbolo del cambio profundo. Siempre manteniendo sus ideales enfrentando cualquier peligro.
Hablan de inhabilitación y muchos se frotaron las manos. Algunos lo celebrarán con el gobierno. De manera hipócrita lo lamentarán en público, pero todos saben su conducta. Son los prototipos de la cobardía. Ese miedo que no los deja en quietud, se aferran a querer enlodar a quien no claudica. Ella no es como ellos, tiene demasiada dignidad para sentirse acorralada. No se arrodillará ante el poder. Ahora comienza una cruzada por la libertad de Venezuela. Irá hasta el final: hasta que caiga la tiranía.
@alecambero
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