Pedro Aja Castaño
En la edición del 17 de octubre de 2021 de Semana aparece Petro como un gigante, sus contendores a la altura de sus rodillas, y la Carátula despliega PETRO Y LOS ENANITOS. Es una carátula, o negocio de compraventa, políticamente incorrecto. Es un insulto a la sensibilidad de los desfavorecidos. Porque si entendemos por “corrección política” evitar el lenguaje, las acciones o imágenes que insulten, excluyan o dañen a las personas que ya están experimentando desventajas y discriminación, tendríamos que se utiliza el término ‘enanitos’ como sinónimo de perdedor. Quizá en la ética del ‘todo vale’, que en términos decentes se llama INFORMACIÓN ASIMÉTRICA, no se le dé ninguna importancia, pero en la sensibilidad de la profundidad humana, hiere, especialmente, si se realizan negocios con engaños. ¿Por qué ocurre eso?
Thierry Ways
La carestía de la energía en Europa deja lecciones importantes para países como Colombia.
Antonio Albiñana
Hay máxima tensión en las esferas internacionales ante la presión dominadora de China sobre Taiwán.
Daniel Mera Villamizar
Ilustrado con la indiferencia ante cosas llamativas del acuerdo colectivo con Fecode.
Alfonso Monsalve Solórzano
La última encuesta contratada por la Revista Semana, realizada por el Centro Nacional de Consultoría, publicada el pasado 14 de octubre, arroja informaciones interesantes, en caso de que la medición corresponda a la realidad.
Rafael Nieto Loaiza
La FAO sostiene que Colombia es uno de los siete países que tienen vocación de ser despensa del mundo.
Ignacio Arizmendi P.
¿Cómo podrían ser algunos apartes de las memorias que, en el futuro, escriba el actual alcalde de Medellín, Daniel Quintero Calle, con un título como Mis alcaldadas? Serían impresas en La Habana a principios del año 2042, cuando Miguel Díaz-Canel llevará más de veinte años de dictador de dicho país (no se rían). Pues bien, en esas supuestas memorias será perfectamente factible hallar párrafos como los siguientes:
Carlos A. Montaner
El delirio fue escalando por décadas. Una mañana fría de diciembre de 1982 cuatro iluminados se reunieron bajo la sombra generosa de un “Samán de Güere”, un árbol muy frondoso. Eran jóvenes oficiales graduados a mediados de los setenta. Se trataba de Hugo Chávez, Jesús Urdaneta, Felipe Antonio Acosta Carlés y Raúl Isaías Baduel. Obviamente, todos eran oficiales de baja graduación, como les correspondía por razones de edad.
Andrés Candela
¡Ninguna persona que se jacte de “ser periodista” tiene que ponerse rodilleras ante Quintero!
Sergio Ramírez
El caudillo, sea de izquierda o de derecha, es un fantasma que hace sonar sus cadenas de fanatismo.