Deberíamos entender una frase tan simple que decían nuestros abuelos para referirse al orgullo déspota de aquellos que nacieron y se criaron dentro de la extrema adversidad y que más por suerte que meritocracia, se han convertido de la noche a la mañana, en poderosas figuras de alguna de las tres ramas del poder público, en este caso, del ejecutivo, así: “el que nunca ha tenido y llega a tener, loco se puede volver”.
De ejemplos está lleno el mundo y más en nuestro país donde los egos personalistas y las ansias de figuración están a la orden del día. Concretamente, me refiero a la señora vice F. Márquez quien a estas alturas del partido no sabría responder a los colombianos sobre ¿ Cuáles han sido sus resultados respecto a la formulación y ejecución de programas y estrategias para focalizar la oferta social del Estado en los territorios históricamente excluidos?
Por supuesto que a esta pregunta y a todas las que se le puedan hacer a la vice no tendrán respuesta distinta sino a acudir al odio, al resentimiento, a la victimización ancestral, a la defensa pura y dura del régimen cubano, a quejarse de su condición étnica por supuestos ataques infundados soportados más bien en complejos de inferioridad; en responderle a la prensa con frases callejeras “ de malas”, “pueden llorar”, “ vivir sabroso”, “pueden decir lo que quieran”… dejan tanto que desear a tal punto de sentir vergüenza ajena y dolor de patria por esta cuadrilla de ignorantes mal hablados que hoy tienen el deshonor de acabar con el país.
Repasemos un poco la actualidad del Ministerio de la ignorancia ( que fácilmente aplicaría a los demás carteras del gobierno nacional o al corrupto áulico presidente de Ecopetrol). Ya sabemos que la señora ocupa inmerecidamente ese cargo, que además desconoce absolutamente el funcionamiento del Estado y de las normas que rigen la institucionalidad, que sus expresiones son irrespetuosas sandeces, la gente conoce de sus osados cuestionamientos a la idoneidad de otras instituciones y que viniendo del estado puro de la humildad, mejor sería que pidiese aterrizar su “elicótero” en terreno libre, en campo del conocimiento de otras personas que con altura y decoro pudiesen darle una mano y asesorarla sin remordimientos ni sesgos ideológicos oprobiosos.
Prometieron ser la “potencia mundial de la vida” y “el gobierno del cambio” pero nada es como parece. Los frentes en que más han malgastado nuestros impuestos son en publicidad espuria, contratación directa a integrantes del nido nauseabundo petrista, en gastos de representación, en viajes nacionales y al exterior con extensas comitivas de lagartos, y por supuesto, en relaciones públicas personalistas impregnadas de costosa burocracia. Ahí es que el grueso del presupuesto se lo están devorando.
Sin embargo, más de un acucioso lector estará reflexionando sobre el papel de las mujeres, los jóvenes, las minorías y nuestros abuelos en condición de exclusión. Permítanme ser tan crudo y realista, pero es que sus informes de ejecución presupuestal no dicen cosa diferente a que ese ministerio no ha servido para nada y su ejecucion es cero. Urge revisar su eficiencia y enfoque real en la equidad.
Realmente, aparte de ser una entidad dirigida por mediocres, es innecesaria y muy costosa para el país. El desangre presupuestal lo componen casi mil empleados, con cinco viceministerios, incluidos directores, técnicos, asesores y cientos de profesionales especializados. Mejor dicho, un monumento a la burocracia y el derroche mientras millones de compatriotas no tienen con qué comer, sin empleo, sin vivienda digna, un pueblo enfermo y sin medicamentos, con abuelos en la indigencia total, con casos de feminicidios disparados, con los niños de la Guajira muriendo por desnutrición y este miserable gobierno robándose todo como una avalancha de escombros sobre césped limpio.
A decir verdad, varios temas de la agenda publica de la igualdad se encuentran en cuidados intensivos como el desarrollo social, la política publica de contenido social y reducción de la desigualdad con un ministerio de la ignorancia haciendo apología a la politiquería y no a su enfoque misional.
Finalizo este tema adentrándome en el ámbito jurídico y es que la Corte Constitucional declaró la inexequibilidad de la Ley 2281/2023 que estableció la creación de este ministerio porque el congreso tuvo un vicio insubsanable por la falta de análisis de un impacto fiscal (Ley 819/2003) para su creación, pero tiene un efecto diferido, lo que significa que esta burocracia desmedida finalizará en el año 2026.
Quizá en el fondo esta sea la causa fundamental de su inoperancia y carencia de rigurosidad para la ejecución de su presupuesto y es que ese orangután de la corrupción petrista tiene por ley una fecha de vencimiento, desaparecerá del mundo jurídico muy pronto y es una carrera contra el reloj que esta cuadrilla de hampones se robe todo.
Lo más triste, los partidos tradicionales y la mayoría abrumadora de congresistas actuando como simples observadores de esta debacle y no más de un puñado de senadores juiciosos, haciendo control político y denunciando con pruebas lo que sucede en el bien llamado ministerio de la ignorancia.