De cumplirse el anuncio, sería un acto de “perfidia”, proscrita en los acuerdos, no solo por el hostigamiento a la población, sino porque se anuncia justo tras la reunión para evaluar la crisis y acordar nuevos términos, declarados públicamente en Caracas, incluyendo “principios básicos” como la buena fe, cumplir lo acordado, no firmar lo que no se puede cumplir, asumir responsabilidades y decir la verdad al país.
¿No se sonrojaron siquiera?, me pregunto, pues mientras declaraban buena fe y pretendían borrar dos años de incumplimientos, su Frente de Guerra Occidental anunciaba amenazante el paro armado.
Si de asumir responsabilidades se trata, como presidente de FEDEGÁN, no como miembro de la delegación, exijo que se aclare si perpetraron el secuestro del ganadero Cristian Serrano en Rio de Oro, Cesar, el 7 de noviembre, mientras negociaban. De ser así, que lo devuelvan de inmediato.
Si de buena fe se trata, ¿por qué el paro armado y los hostigamientos a la población? ¿Por qué persistir en el secuestro?, ¿por qué dejar vencer el cese al fuego con argumentos espurios? ¿Por qué 16 ataques contra la Fuerza Pública desde el vencimiento del cese? ¿Por qué los atentados a la infraestructura petrolera?, 27 entre agosto y septiembre, la mayoría presuntamente de su autoría, pues son los de mayor presencia en la zona y expertos en esa modalidad terrorista.
Si, como afirman los analistas, de lo que se trata es de presionar al Gobierno y sentarse a la Mesa desde una posición de fuerza… ¿es esa una demostración de buena fe, de la voluntad inequívoca de paz que debe inspirar unos diálogos que pretenden alcanzarla?
Finalmente, cuando leo los 13 principios planteados, me quedan más preguntas que esperanzas.
Para el ELN, la paz empieza con ellos y con ellos termina el conflicto. Lo mismo pensaban las Farc y hoy estamos hasta el cuello de narcotráfico y violencia. Si refundamos el Estado al amaño de las Farc en 2016, ¿qué exigirán los elenos en un eventual Acuerdo Final que se firmaría en 2026?
No puedo suscribir, como condición, que el horizonte del proceso sea una “sociedad Post capitalista” (sic), pues se infiere el fin de la economía de mercado, esencia de nuestro ordenamiento democrático. ¿Qué vendría después, socialismo puro, economía centralizada y pérdida de libertades? No es en vano la exigencia de que “EE. UU. no objete la solución política del conflicto”.
No me parece el resultado de un “examen franco y profundo” del proceso, como reza el comunicado conjunto. Más parece la continuidad de un abuso de la paciencia del pueblo colombiano. Por eso repito con Cicerón… ¿Hasta cuándo?
@jflafaurie