Julia Correa
Como es conocido, la semana pasada se llevó a cabo un dialogo entre el expresidente Álvaro Uribe y el padre Francisco de Roux en el que también estuvieron presentes los comisionados de la denominada Comisión de la Verdad, Lucía González y Leyner Preciado.
Miguel Ángel González O.
Al recibir el Premio Nobel de Literatura en 2005, Harold Pinter defendió con potencia la búsqueda de la verdad en el debate público. En el arte, afirmó el dramaturgo, la verdad es siempre esquiva: muchas verdades se reflejan, se retan, se ignoran. No importa qué es mentira y qué es cierto: una cosa puede ser al mismo tiempo verdadera y falsa. El lenguaje se vuelve transacción ambigua. Pero el inglés fallecido en 2008 precisó que como escritor adhería a esas premisas, mas “como ciudadano” debía “preguntar qué es verdad, qué es falso”: hallar la verdad es una tarea que no debe ser postergada sino llevada a cabo ahora. Lamentablemente, advirtió el también actor, la actividad que nos hace ciudadanos, la política, termina a veces convertida por unos en una sátira en la que no importa la objetividad, en una sátira de sermones, en una sátira en la que la verdad estorba. Y es más lamentable cuando la verdad de algunos estorba a una comisión de la verdad.
Oscar R. Colorado*
Nadie había descrito de manera tan exacta a un personaje tan oscuro como Gustavo Bolívar, esbirro de un terrorista y su nefasta Colombia Humana. EN UN GESTO DE VALOR Bruno Díaz, lo calificó de mentiroso (se demuestra en sus estúpidas explicaciones), fantoche (con ojear sus redes está claro como él y su hijo, presumen de su fortuna y la vida de excesos que los rodean), ladrón (las pruebas y testimonios salen a diario y así lo confirman), sucio (su apariencia personal y comportamiento no dejan duda alguna), atarbán (con escucharlo hablar es suficiente), rufián (se cree una celebridad y sale a la luz pública, su vil comportamiento), bufón (solo habla incoherencias) y de manera magistral Bruno remata su descripción resumiéndolo en: baba y moco.
Ruby Chagüi
Un país con más igualdad de oportunidades para todos y sin impunidad es imposible si no existe una empresa privada vigorosa, generadora de riqueza y bienestar que es apoyada por la intervención justa y necesaria del Estado que facilita el nacimiento y la consolidación de los emprendimientos colombianos. Esta visión supone la libertad responsable y solidaria de empresarios y trabajadores -una relación fraterna entre ellos- y la determinación para enfrentar dificultades, como el dramático impacto social y económico mundial de la pandemia por las medidas de confinamiento obligadas para contener al virus, que en Colombia representó una caída del 6,8% del producto interno bruto en 2020, un aumento de la pobreza de 35,7% en 2019, a 42,5% al finalizar 2020: pasamos de 17.5 a 21.02 millones de personas pobres.
Daniel Mera Villamizar
Unificar estándares de responsabilidad social corporativa será lento y pasa por la formalización de la mayoría de unidades productivas.
Juan David Escobar Valencia
Hay un problema frecuente en las organizaciones sobre el manejo de indicadores, que consiste en convertirlos en un fin y no en lo que deben ser, un medio. Eso se conoce de varias maneras, como la “Ley de Goodhart”, promovida por Charles Goodhart, asesor del Banco de Inglaterra y profesor del London School of Economics, que dice que: “cuando una medida se convierte en un objetivo, deja de ser una buena medida”. Otra versión es la “Ley de Campbell”, desarrollada por el científico social Donald T. Campbell, según la cual: “Cuanto más se utilice un indicador social cuantitativo para la toma de decisiones sociales, más sujeto estará a las presiones de la corrupción y más apto será para distorsionar y corromper los procesos sociales que se pretende monitorear”.
Ariel Peña
Por lo que se ha visto hasta ahora, de cara a las elecciones de 2022, la persona que mejor enfrenta al totalitarismo comunista, indiscutiblemente, es la senadora María Fernanda Cabal, cuya aspiración presidencial día a día se ha ido consolidando, debido a la franqueza con que expone sus argumentos y a la manera en que defiende la libertad y la democracia, que son la antítesis de la dogmática marxista, que en Colombia con sus militantes e idiotas útiles quiere llevar a los habitantes del nuestro país a un infierno terrenal, del que difícilmente se podrá salir; por ello propugnar por la democracia y repudiar al totalitarismo, tiene que ser el lema.
Álvaro Uribe Vélez*
Amnistía como llamado a la reflexión para corregir desequilibrios judiciales enemigos de la paz.
Thierry Ways
A pesar de las tensiones, el testimonio de Uribe ante la Comisión de la Verdad es un paso positivo.
Mauricio Botero C.
Según reciente estudio del Instituto de Ciencia Política (ICP), “representantes de organizaciones sociales y gremiales y un grupo de parlamentarios de distintos partidos concuerdan en que Colombia ya cuenta con un acervo normativo y una institucionalidad suficientes para cumplir con los objetivos del Acuerdo de Escazú. Además, reconocen que la entrada en vigencia de dicho tratado configuraría una serie de riesgos en materia de seguridad jurídica, al abrir la puerta para que diferentes actores nacionales o extranjeros, sin bases técnicas o científicas, ya sea por oportunismo, intereses económicos o ideológicos, obstaculicen a través de instancias internacionales el desarrollo del país y el aprovechamiento de los recursos naturales de forma sostenible, desconociendo la voluntad de las comunidades locales y afectando la soberanía nacional”.