“Para que hablemos claro”, se entiende que INJURIA es: “Expresión o acción que deshonra o menosprecia a otra persona” y también: “Acusación falsa, hecha maliciosamente para causar daño”. Por otra parte, CALUMNIA se entiende como “Agravio, ultraje de obra o de palabra hecho o dicho contra razón y justicia”.
En términos generales, cuando se trata de las actuaciones de los miembros del Pacto Histórico o de la Colombia Humana, el comunismo personificado por el trío calaveras, (Para los que llegaron tarde, se trata de Petro, Barreras y Benedetti) es inútil pretender llevar a los autores al sometimiento de los entes de control, como la Comisión de Acusaciones o la Corte Suprema, porque estos estamentos y tantos otros como la FLIP, el CIDH y las mismas ONU y OEA, se encuentran infiltradas de conmilitones, que se encargan de que los eventuales procesos, se pierdan en el laberinto de los intríngulis propios del “santanderismo” leguleyo colombiano.
A pesar de ello, y sirve como excepción notable que confirma la regla, la Fundación para la Libertad de Prensa, FLIP, ha tenido que expresarse recientemente para cuestionar al “florido” senador del Pacto Histórico, suficientemente conocido por el país gracias a su cuestionado comportamiento. La FLIP llama la atención en relación con “declaraciones arbitrarias y estigmatizantes”, INJURIOSAS por demás, del personaje de marras contra el diario local, “que podrían entenderse como una incitación indirecta a la violencia contra el periodismo”. Es evidente que, en materia de INJURIA Y CALUMNIA, en contra de los medios de comunicación que no les son afines, el personaje ha emulado con creces el comportamiento del mandatario.
Volviendo al tema de la campaña electoral del Pacto Histórico, lo normal es que dicho movimiento “no da puntada sin dedal”, como se demostró recientemente, en lo relacionado con las enormes deficiencias que se vienen presentando en el ámbito relacionado con la salud de los colombianos.
A raíz de la escasez de muchos medicamentos, claramente ocasionada por la implantación de la metodología del “chu, chu, chu” que impuso el presidente en compañía del belicoso ministro de salud, se cuestionó la cadena logística de suministros, volviendo a demostrar el mandatario su ignorancia supina sobre lo que es una cadena logística en la cual son fundamentales los centros de acopio y el “combustible o lubricante” financiero requerido para su correcto funcionamiento. Claramente, tanto el mandatario como su ministro han INJURIADO y CALUMNIADO en forma CONTUMAZ, a la población, por razones ideológicas perversas, al cortar el suministro del “combustible y el lubricante” representados por el pago de las obligaciones contraídas, causando un enorme déficit que han dejado crecer irresponsablemente. Sus declaraciones al respecto, desafortunadas a más no poder, han sido contundentemente rechazadas.
Estos repetidos comportamientos INJURIOSOS y CALUMNIOSOS de la cúpula del Pacto Histórico, se basan en que permanentemente, “juzgando por su condición”, aparecen endilgando a la contraparte comportamientos que les son propios. Más claramente, el presidente “ve nazis por todas partes” y resulta que sus disparates panfletarios, cada día se parecen más y más a las arengas de Goebbels, el ministro de propaganda del Reich nazi. ¡El que entendió, entendió!
Finamente, debe tenerse en cuenta que no siempre la INJURIA es de palabra, sino que con algunas realizaciones o ejecutorias también se INJURIA por obra, a alguna persona o estamento. Es lo que pasó, INJURIANDO de paso a la comunidad colombiana, con algunos nombramientos como cuando se trajo del retiro al general Salamanca, lo mismo que con las veleidades diplomáticas de Benedetti. Ahora ha trascendido que el nuevo embajador de Colombia ante el Vaticano, sería el fracasado y mañoso exministro de defensa.
¡Imposible imaginar mayor INJURIA contra el estado pontificio!
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