Además, cuando se celebraba la fecha de la Independencia de Colombia, cumpliéndose también doscientos años de la batalla de Ayacucho, y recordando la arenga del general Córdoba, en contraste, se presentó una demostración de un verdadero “Paso de perdedores”, al observar la marcha de los generales de la república recientemente condecorados con la desvalorizada Cruz de Boyacá.
Esto también es sintomático de la verdadera gran pérdida de la Nación entera, como ya se ha manifestado con la pérdida de los territorios, de los valores y de las instituciones, sin que los encargados de su defensa la asuman, y vergonzosamente se retiran con “Paso de perdedores”. Se retiran para dedicarse a darle brillo a sus inmerecidos galardones. ¡Claro! Recordando la poesía: “Siquiera se murieron los abuelos”, “ya las charreteras brillan más que los paladines”. ¡El que entendió, entendió!
En la apertura de las sesiones ordinarias del Congreso, el mandatario también hizo gala de sus habilidades como mentiroso repetitivo de logros y cumplimientos falsos. Asimismo, se mostró pesaroso y arrepentido mediante una emisión profusa de las denominadas “lágrimas de cocodrilo”, al solicitar perdón, por la corrupción de uno de sus áulicos y, mientras tanto, otro grupo de sus inmediatos colaboradores seguían en sus trece, de repartir la denominada “mermelada”, para la elección del presidente de la Cámara.
También, el mensaje del presidente no dejó de ser ominoso y amenazante, o sea “que anuncia un presagio”, que, además, “merece ser reprobado con dureza”, en lo referente a las cuestiones de la economía y la educación con las anunciadas inversiones forzosas, o mejor forzadas, y el incremento de la cobertura adoctrinante.
En cuanto al “desorden público” el presidente insiste en el cumplimiento del acuerdo de La Habana, inexistente gracias al plebiscito, y amenaza con perseverar en la iniquidad del “fast track”.
Finalmente, el presidente fracasó al tratar (¿?) de ser chistoso con su afirmación relacionada con la eficiencia de su mandato.
Mientras se desarrollaban las actividades propias de los aniversarios ya mencionados, en el País seguían ocurriendo grandes problemas como los relacionados con la educación y la administración de justicia.
Respecto a la educación, mientras el rector espurio de la Universidad Nacional, con el apoyo del gobierno que lo entronizó, “no suelta la rectoría”, trasciende que el presidente “pone en Consejo Superior de Universidades a activistas del gobierno”. ¡Qué belleza de hermosura!
En cuanto a la administración de justicia mientras se sigue hablando de “Extrañas adiciones del ministro Bonilla a la UNGRD”, se afirma también que: “Tras 2 meses de escándalo, apenas ahora la fiscalía abre investigación a ministros”. ¡Claro! Es necesario dar el tiempo necesario para que desaparezcan los computadores y los discos duros, porque, para eso “eligieron” a la nueva fiscal. “¡Estamos en Colombia, míster!”.
En cuanto al manejo del orden público tan deteriorado en grandes territorios nacionales, no puede olvidarse ni extrañarse de la gestión de la ONU, cuyo representante especial del secretario general afirmó recientemente: “Es crucial renovar y fortalecer el cese al fuego bilateral que HA PERMITIDO CONSTRUIR CONFIANZA EN LA MESA DE DIÁLOGOS Y HA TENIDO EFECTOS POSITIVOS PARA LAS COMUNIDADES AFECTADAS POR EL CONFLICTO”. Preguntaría desprevenidamente Marañas ¿Este tipo cuando llegó? Y cabe preguntar también: ¿Cuál extrañeza? Porque esa ha sido la tónica de apoyo al mamertismo, el comunismo, desplegada por parte de todos los garantes de las tales mesas.
¡DESPIERTA COLOMBIA, “LEVÁNTATE Y CAMINA” CON PASO DE VENCEDORES!
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