Entonces, es claro que, en los últimos tiempos, al país ha sido ENGRUPIDO por el comunismo, localmente denominado como el mamertismo, utilizando, para el efecto, un sartal de “mentiras”, y “palabras falsas” constituyentes de sus lemas y estandartes.
Se apoyan en denominaciones y lemas mentirosos y engañosos como los representados por el tal “Pacto Histórico” y la búsqueda de la elusiva “Paz Total”. Asimismo, abundan los eufemismos mentirosos relacionados con el orden público, como los relacionados con las asonadas terroristas llamadas “Estallido Social”, y la denominación de las manifestaciones de inconformidad de la contraparte, como “Golpes de estado blandos”.
Toda esta actividad está camuflada bajo el manto engañoso del “Cambio Climático”, soportado por la lucha por la “Supervivencia de la Especie Humana” y la astronáutica que logrará, por medio de drones porque los K-fir ya no funcionan, la “Siembra del virus de la vida en las galaxias”, ¡Qué belleza de hermosura!
Últimamente, para reafirmar el estado caótico de impunidad rampante, en que se ha sumido al país, se ha revivido, por intermedio del repitente mentiroso ministro del interior, el verdadero ataque a la institucionalidad vigente, en representación de La Libertad y el Orden. Dicho ataque, en un alarde falso de conocimiento del idioma inglés, se ha denominado como: “Fast Track”, para acabar de “atornillar” en el poder al movimiento mamerto, el comunismo Juanito. Una de las consecuencias inmediatas de tal actividad, es el otorgamiento de las ya tradicionales “patentes de corso” a los terroristas contumaces, como los del M-19, las FARC y, ahora, la pretensión de otorgar tales “permisos” a los terroristas del ELN.
En lo que ya se “volvió paisaje” como se dice ahora, el mandatario nacional ha protagonizado otra de sus salidas en falso ante el Consejo de Seguridad de la ONU solicitando (¿?) la autorización respectiva.
Como un gran portador de la correspondiente “patente de corso” aparece ahora el nuevo Mineducación, quien, de entrada, debe ser examinado bajo el criterio que reza: “De la abundancia del corazón, habla la boca”.
Pero, también es necesario mirar su trayectoria reciente al frente de la SAE, la Sociedad de Activos Especiales, puesto que, según ha trascendido, durante su gestión “Algunos de los bienes a su cargo, simplemente HAN DESAPARECIDO“. Además, se investigan presuntas irregularidades, “como pagos de servicios públicos sin identificar los inmuebles a los que se dirigían”. ¡Así, cualquiera!
Pues bien, el nuevo ministro “admite que llega a movilizar a estudiantes”. Para buenos entendedores, se trata de proseguir la labor perversa de adoctrinar y “lavar el cerebro” a las nuevas generaciones para conformar como verdaderos “colectivos chavistas” a las futuras “Primeras Líneas”. Esto no sorprende para nada, porque corresponde plenamente a la labor que el comunismo desarrolla para esclavizar las mentes jóvenes, ampliamente desarrollada desde hace mucho tiempo a través de entidades como FECODE.
Este manejo estratégico y de vieja data, por demás, corresponde plenamente a lo sucedido recientemente en la rectoría de la Universidad Nacional de Colombia.
En cuanto a la administración de justicia, es claro que la oficina de los nuevos “mejores abogados defensores” del mamertismo, o sea los miembros del Pacto Histórico, que antes era denominada como la de “Los vencimientos de términos”, ahora aparece bajo la denominación de “Los Cambios de fiscales” y también como “Los Cambios de jurisdicciones”, que claramente está favoreciendo a personajes próximos a la primera magistratura. La reaparición de estos “viejos trucos” no debe causar ninguna extrañeza desde que se produjo la elección dirigida de la nueva fiscal.
¡Claro! Así las cosas, resulta ahora que también “Salvador Mancuso quedó en libertad”, porque, teniendo un amplísimo expediente, “Justicia y Paz recogió todas las medidas de aseguramiento y LAS MODIFICÓ por medidas NO privativas de libertad”.
En materia de la búsqueda de la Paz, el “País Engrupido, Embaucado y Engatusado” exclama como en la poesía “Reír llorando”: “Así, dijo el enfermo, no me curo. ¡Cambiadme la receta!”.
¡DESPIERTA COLOMBIA!
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