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Álvaro Ramírez González                                                                           

En la pasada Navidad, el ELN, anunció una tregua hasta principios del 2025.

Pero despidió el año con un ataque con explosivos, con un saldo de 4 militares heridos, en el Arauca.

Y arrancó el 2025 con una guerra masiva y despiadada contra las FARC, en todo el Catatumbo.

Los 10 municipios del Catatumbo están en una guerra sin pausa entre los dos grupos terroristas.

Van 53.000 desplazados que están hacinados y hambrientos en Cúcuta.

Y más de 120 muertos.

El ejército está presente pero los grupos terroristas en conflicto, ni se dan por enterados.

Esa ha sido la impronta del ELN, en este fatídico gobierno.

Unas mesas de trabajo por La Paz, paralelas con ataques sin pausa a policías, militares e infraestructura pública.

Petro anunció al posesionarse en la presidencia que “en tres meses estaría firmando la paz con el ELN.”

¡Chimbo!

Escuché también al analista político de izquierda, Ariel Ávila, que ya no sabe qué decir.

“Definitivamente no creo en una paz nacional con el ELN”, afirmó el confuso analista.

La verdad de toda esta payasada es que con el golpe que le dio Gustavo Petro a las FFAA, descabezando más de 100 de sus altos mandos y el manejo subsiguiente, retirando la fuerza pública de muchos territorios para favorecer indígenas y coca, la defensa del país quedó muy frágil.

Es esa la razón por la cual ya hay 3 distintas FARC, y muchos otros grupos terroristas (80), independientes, fortalecidos y envalentonados por el dinero de la coca, la minería ilegal y la extorsión.

Ni las FARC, ni el ELN, ni el CLAN DEL GOLFO, le temen hoy a las FFAA de Colombia.

Están descabezadas, desmoralizadas, des motivadas y, sobre todo, desarmadas.

Todo es una payasada con la que Petro compró su llegada a la presidencia.

Pero la verdad, la paz de Colombia está hoy más lejos que nunca antes.

Tener 10 mesas de negociación no garantiza sino la continuidad de esta farsa.

Las mesas de negociación no han detenido ni un segundo los ataques de los terroristas.

Tampoco se han metido con la coca.

Al punto de que son ya los grupos terroristas los que se están matando entre sí por luchas territoriales y de rutas para su narcotráfico.

Romper relaciones con Israel, terminó de complicar las cosas, por qué la industria militar judía, era el principal proveedor, concesionario y asesor militar de las FFAA del país.

Hoy, por ejemplo, la fuerza Aérea de Colombia está casi desmantelada.

Sus helicópteros se han caído, y permanecen en tierra, por un mal mantenimiento y por los ataques del terrorismo.

Álvaro Uribe recibió un país secuestrado por las FARC, el ELN y los paramilitares.

Desde el primer día de su gobierno empezó las caravanas en las carreteras, acompañadas por militares.

Recuperó las vías del país, el campo colombiano, 400 municipios que estaban sin autoridad civil, las altas montañas, los ríos y los mares.

Dio de baja a Martín Caballero, al Negro Acacio, a Raúl Reyes y al Mono Jojoy, los cuatro hombres más importantes de las FARC.

El ELN, desapareció y las FARC quedaron tan diezmadas que tuvieron que liquidar 8 bloques por “anemia financiera”.

Y sus jefes debieron huir a refugiarse en Venezuela con la muerte de Alfonso Cano.

Uribe fortaleció las FFAA, y de esa manera logró desmovilizar 52.000 efectivos entre las FARC y los Paramilitares.

Después Uribe comprobó que los jefes Paras estaban delinquiendo desde el cautiverio.

Extraditó en dos aviones los 14 más poderosos jefes de la organización paramilitar.

Y no negoció el país con ningún grupo terrorista.

Se impuso el imperio de la ley.

¡Nada más!

Hoy en Colombia, después de la perversa “cirugía” que le hizo Petro a las FFAA, hay 10 departamentos bajo el control total del terrorismo.

Y son las Fuerzas Desarmadas de Colombia las que están poniendo los muertos y los heridos.

Impronta Petro.

Todo lo que toca, lo arruina.

No se escaparon de esa mano destructora, ni las FFAA de este país.

Sobremesa 1

Iván Velázquez, folclórico ministro de defensa, ya no sabe qué responder.

Aturdido, despistado, ojeroso y confuso, no tiene más argumento que echarle la culpa a todos.

Al gobierno Duque, y ahora al congreso que negó la última reforma tributaria.

¡Es un perfecto incompetente!

¡Hasta ahora en este gobierno el único desmovilizado es el ejército!

Sobremesa 2

Las FFAA, no han podido hacer nada en el Catatumbo.

Sin helicópteros, sin municiones, sin comida y sin moral.

¡Hoy anunciaron que hace 3 días no les dan alimentos a los 3.000 efectivos que están en el Catatumbo!

Sobremesa 3

Defender un país sin presupuesto, sin armas, sin municiones, ¡sin alimentos y sin moral!

Fácil, ¿verdad?

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