Debo confesar que cambio de canal cada que habla Petro en la TV.
Pero esta vez, vi a todo el gabinete ministerial con Petro, y un aviso que decía “transmisión del Consejo de Ministros”.
Y me pudo la curiosidad.
Quise ver la dinámica de un Consejo de Ministros, para ver cómo hablaban de economía, proyectos, de la salud, de obras y de la guerra sin cuartel en el Catatumbo.
Nada de eso pasó.
Hubo una larga, pesada y dehilvanada intervención de Petro.
Habló de todo, de los ricos y los pobres, de los árabes y judíos, de Aureliano y Cien años de soledad, de Uribe.
Invito a sus ministros a “combatir” a los Estados Unidos.
Habló de entregarle los recursos a las vías del pueblo y no a los concesionarios.
No iba entendiendo nada para ser bien franco.
¿Por qué no entiendo nada?
Pues por qué Petro, no dijo nada.
Una prolongada y cantinflesca intervención que sólo producía la fatiga inocultable de todos sus ministros.
Lucían aburridos y exhaustos.
De pronto Petro reclamó la nula ejecución de obras.
Manoteando y cabeceando, le reclamaba a todo ese gabinete por la fracasada ejecución.
Llegó a acusarlos, en abstracto de tener una “agenda oculta”, que pasaba por no atender las órdenes presidenciales.
¡Menudo circo!
Un moderador finalmente tuvo que interrumpir a Petro anunciando que todos los ministros habían levantado la mano para intervenir.
Arrancó Francia Márquez en un derroche de derrotismo por qué su Ministerio no tenía ejecución.
Además, protestó por la presencia en el recinto de Armando Benedetti y de Laura Sarabia con quien tuvo un duro enfrentamiento.
Después la ministra del Medio Ambiente Susana Muhamad, le reclamó muy enérgicamente a Petro por la presencia de Benedetti.
“No puedo compartir este Consejo de Ministros con un tipo como Armando Benedetti”, puntualizó la Ministra.
Petro volvió y se apropió de la palabra otros 20 minutos ante el desconcierto y la jartera de todos, para hablar del amor y de las “segundas oportunidades”, para mitigar un poco el generalizado descontento de todos con Benedetti.
Y de repente interrumpió un moderador para anunciar que se terminaba ya la transmisión nacional, por el partido de fútbol.
¡Y se acabó la transmisión!
En un 95% del tiempo, se trató de un monólogo de Petro, hablando pendejadas que nada tenían que ver con el gobierno.
Ahora sí entiendo yo por qué esa Torre de Babel no funciona.
No hay proyectos, no hay obras, no hay motivación, no hay moral.
Un gabinete de doctrinarios y oportunistas, todos incompetentes, todos intentando sacar beneficios
Pero sin agenda, sin planes y sin afanes.
Con toda razón las obras y proyectos públicos están en total parálisis.
¡No hay dinero!
Solo recortes, aplazamientos, incumplimientos, demoras e impagos.
Nunca llegué a pensar que verían mis ojos semejante circo.
Y pensar también que, desde allí, se dirige a Colombia.
Pobre país.
¡Pobre!
Sobremesa
No faltaron las alusiones a Uribe.
Uribe les justifica toda esa incompetencia y toda esa inactividad.
Sobremesa 2
Esto es una verdadera pesadilla para nosotros los colombianos
Y peor para Petro
Enredado en una telaraña de problemas, un baño de a sangre y malas noticias, y además, una carencia total de recursos.
¡Todos los días!
¡Ojalá termine pronto!
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¿Otra reforma tributaria para mantener ese circo?
Álvaro Ramírez González
Llevo muchas horas leyendo y escuchando comentarios de muchas personas acerca del circo que vimos en la televisión en directo, la noche del 4 de febrero.
Me refiero al Consejo de Ministros.
La gente está horrorizada para ser generoso, con lo que vio en sus pantallas.
Y pensar que esa es la Junta Directiva de este país.
Producen pánico tres cosas :
La primera.
1. Un gobernante despistado y lunático hablando por horas, puras tonterías. Cosas que nada tienen que ver con el gobierno.
2. Reconociendo que todos sus proyectos y programas están parados
3. Reconociendo que no hay ejecución.
4. Echándole la culpa a los ministros.
5. Los acusa de tener agendas ocultas
La segunda.
Una fractura total al interior del equipo de ministros.
Que empieza por entender que Petro, no habla con sus ministros. No los atiende.
Ya renunció el director del Dapre.
También el ministro de Cultura.
Y es inminente la renuncia de la vicepresidenta Francia Márquez.
Está completamente frustrada de la total inacción del gobierno, y sale a hacer política de izquierda pero contra Petro y su grupo.
La tercera
La parálisis total en la ejecución del gobierno.
Los Consejos de Ministros deben ser privados pero por sobre todo, son para definir, evaluar, impulsar, planear y financiar los programas y proyectos del gobierno central.
¡No hay nada!
Aterra ver que en el Consejo de Ministros de Colombia no se mencionó siquiera un solo proyecto.
Esa es la radiografía de la parálisis total en las obras públicas del país.
¿Y el déficit?
Según mis consultas con personas muy autorizadas, el déficit del gobierno central se parece mucho a los $ 70 billones.
¿De dónde se produjo ese déficit?
Al prohibir las exploraciones de petróleo y gas, Petro sacó del país a unas 30 compañías que se fueron ante el nuevo panorama.
Por allí, han dejado de ingresar a las finanzas del Estado casi $ 50 billones.
¡Que no volverán!
Después el desbordado gasto público va costando mucho dinero.
La burocracia creció por órdenes de Petro un 20% y eso es una cifra descomunal.
Los subsidios que Petro montó han costado otra millonada.
Tanto que ya no los están pagando.
Y finalmente la corrupción.
El país ha visto como se roban descaradamente la plata del Estado y ni se recupera un centavo, ni pasa nada con los culpables.
La compra de votos.
Ha sido descomunal la cifra que ha repartido el gobierno a los congresistas para las aprobaciones parciales e incompletas que ha logrado en el Congreso.
Todo este salpicón de equivocadas decisiones y abuso del poder han llevado al gobierno colombiano a una crisis económica brutal.
Los recortes fueron de $ 12 billones, pero vendrán muchos más.
No hay plata para el Metro de Bogotá, ni el Regiotram de la Sábana, ni para el Metro de la 80 en Medellín.
Petro les quitó todos los recursos a las vías 4G de Antioquia.
No hay plata para pagarle a Afinia, operador de energía en la Costa los $ 2.3 billones del subsidio nacional a las tarifas de los estratos 1 y 2.
Las FFAA, están totalmente desfinanciadas.
Sin helicópteros, sin armas, sin municiones, sin tecnología y ahora sin comida.
La deuda del Gobierno Nacional con la salud está muy cerca de los $ 10 billones y no tiene cómo pagarla
La lista es enorme y el desespero de Petro es total.
Entonces el nuevo ministro de Hacienda propone otra nueva reforma tributaria por $ 20 billones de pesos.
Es completamente impagable.
Los empresarios y las personas naturales no tienen como pagar más impuestos.
Estamos ya ahogados.
Varias preguntas
1. Para que sirven $ 20 billones si el faltante es de $ 70 billones?
2. Tiene algún sentido exprimir más a empresarios y personas para mantener este circo?
Sobremesa 1
Acaba de ser llamado a Juicio por la Corte Suprema de Justicia, y por abusivo tráfico de influencias, Armando Benedetti.
¡Pronto será otra baja más!
Sobremesa 2
En medio de esta brutal crisis económica, Petro le aprobó a su amigo Holman Morris gastarse $ 3.000 millones en un concierto inútil.
¡Ese es el talante de este circo!
Sobremesa 3
Parte del desespero de Petro tiene que ver con las próximas elecciones presidenciales.
Sin un centavo, su protagonismo será nulo.
¡Un pobre pendejo teniendo el burro mientras llega el dueño!
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