Ahora, su ataque contra el metro elevado es otro intento desesperado de reescribir la historia. No hay un solo estudio serio que afirme que esta opción afectará la movilidad o la calidad urbana de Bogotá. Lo que sí está claro es que su empeño en sabotear el proyecto ha generado retrasos, incertidumbre y un riesgo enorme de demandas millonarias contra la ciudad y la Nación.
En lugar de garantizar que la obra se ejecute con los más altos estándares de transparencia y eficiencia, usted prefiere seguir con su guerra política.
Su chantaje a la ciudad, además del bloqueo de recursos para otros proyectos clave como el Regiotram, los metrocables y la segunda línea del metro, es una muestra de su desprecio por Bogotá y por la legalidad. No contento con su historial de improvisación y parálisis, ahora pretende que todo el país pague las consecuencias de sus delirios.
Es inaudito que, mientras las grandes capitales del mundo avanzan en infraestructura de transporte, en Colombia todavía estemos debatiendo si construir o no un metro que ya está contratado y en ejecución. Los bogotanos han esperado más de 80 años por esta obra, y su administración, lejos de acelerar el proceso, ha hecho todo lo posible por enredarlo con caprichos y cálculos políticos.
Bogotá necesita soluciones, no discursos incendiarios ni excusas. El metro elevado es una realidad en construcción y su intento de frenar el progreso no hará más que reafirmar el desastre que ha sido su gobierno en materia de infraestructura. Los bogotanos no olvidaremos quiénes han sido los verdaderos saboteadores del desarrollo de la ciudad.” (Febrero 17)
(Cita de Gustavo Petro, @petrogustavo de febrero 17: “Esto que pasa hoy en Bogotá lo explique con mucha claridad cuando Guillermo Cárdenas y Vargas Lleras aliados a Peñalosa, sabotearon la construcción del metro subterraneo de Bogotá que estaba listo para construir dada la calidad de sus estudios.
Creyeron que saboteando el metro x.com/WRadioColombia…”)
* Publicado en su cuenta de X (@German_Vargas).