Después de la rasca llega el guayabo.
¡La resaca, la cruda!
La desastrosa situación fiscal del país es toda construida por Petro y su equipo de incompetentes.
¡Sin la menor duda!
Suspender de un plumazo la exploración de petróleo y gas en Colombia, tenía que espantar a muchas empresas extranjeras, nacionales y mixtas que le habían apostado al petróleo en el mediano y largo plazo.
Esa brusca e intempestiva decisión, frenó en seco todo el desarrollo en petróleo y gas.
Y sacó naturalmente de los ingresos del Estado Colombiano, una cifra que ya anda por los $ 70 billones.
¿No pensaron en ese inminente faltante de recursos, Petro y sus incompetentes?
¡Claro que no!
¿Recuerdan la frase célebre de la filósofa y chiflada ministra de Minas y energía, Irene Vélez?
“El país debe pensar en decrecer un poco!”
Semejante bestialidad riñe con la primera meta de la economía mundial: ¡Crecer!
¿Recuerdan a Petro, hablando de reemplazar los ingresos de petróleo y gas, por la exportación de aguacates?
¿Recuerdan esa imbecilidad?
El déficit fiscal está en $ 118 billones según informe del nuevo Minhacienda.
¿Para qué sirven $ 12 billones?
¿Para pasar la maluquera?
¿Y después?
¿Otra y otra reforma más?
El sector productivo colombiano, con 18 días feriados remunerados, ( Estados Unidos 4), está al tope de su tributación (72%).
Es imposible pagar más impuestos.
Vendrían miles de quiebras.
El gobierno Petro, creció la burocracia inútil, un 20% en estos dos años y medio.
Eso es impagable.
El robo de los amigos y aliados del gobierno es también multimillonario.
¿Y vamos a aprobar más impuestos para entregárselos a este gobierno derrochón y ladrón?
¡Imposible!
A Petro y a sus amigos, que ya son muy pocos, les esperan 16 meses de un infierno.
Sin ninguna posibilidad de hacer nada ni comprar nada.
Esa reforma que propone Petro de $ 12 billones, es tan improvisada que sólo a los sectores de energía, infraestructura y salud, Petro les debe $ 20 billones.
La única salida decente que tiene Petro es un adelgazamiento drástico en el tamaño del Estado.
Recortes muy fuertes y una rigurosa austeridad.
Recortar todo el presupuesto nacional en un 20%.
No hay otra salida.
Y todos los proyectos de hospitales, cárceles, PTAR, y autopistas, lo deberán hacer los privados bajo la figura de APP (alianza público-privada).
El Estado Colombiano se quedó sin un centavo para inversión.
¿Pero más reformas tributarias?
¿Para derrochar y robar más?
¡Mamola!
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