Eduardo Mackenzie
Eduardo Mackenzie*
Antes de la caída del muro de Berlín, la Stasi, la omnipresente policía política de la República Democrática Alemana (RDA), creada en 1950 sobre el modelo de la Cheka de Lenin, disponía de 91.000 agentes secretos asalariados y 174.200 informadores no pagados. Esa tropa se dedicaba a espiar e infiltrar los hogares, las universidades y todo tipo de centros culturales, laborales, religiosos y deportivos. Las toneladas de informes de esa maquinaria servían para intimidar, calumniar, juzgar, encarcelar y torturar a quienes se desviaban de la línea comunista.
Eduardo Mackenzie*
Gustavo Petro no puede permanecer un día más en la Casa de Nariño. Todos los elementos ya están sobre la mesa para que Colombia, en nombre de su supervivencia como nación libre y soberana, destituya a ese individuo nefasto que, por un derrumbe provocado del sistema de escrutinio en 2022, cayó sobre la Casa de Nariño. Ya pasó el momento de criticar gentilmente sus absurdas medidas de gobierno, sus mentiras y sus grotescas actuaciones contra el país. Ya pasó el momento de pedirle explicaciones. Ya sabemos cómo son las “explicaciones” de Petro.
Eduardo Mackenzie*
1. Alguien sigue saboteando la investigación sobre el suicidio o asesinato del coronel Oscar Dávila Torres, de la Policía Nacional. Treinta y cinco horas después de la violenta muerte, el cadáver del coronel Dávila fue sepultado. ¿O fue incinerado? ¿Por qué tal rapidez? ¿Medicina Legal emitió antes su tan esperado dictamen? ¿Qué dice este? En circunstancias normales el cuerpo del coronel Dávila debería seguir en Medicina Legal, para estudiar qué ocurrió exactamente. Los resultados de ciertos peritajes judiciales exigen días. Las investigaciones más dispendiosas exigen trabajos suplementarios y verificaciones: ADN, trazas de pólvora, tipo de bala y velocidad de ésta, origen y tipo de arma, de pólvora, etc.
Eduardo Mackenzie*
Las marchas en defensa del gobierno involucionista de Gustavo Petro, convocadas por él mismo para el 7 de junio, fracasaron. No hubo el tal “respaldo popular” a su desgobierno. Ese fracaso tuvo dos aristas: por lo que Petro vociferó ese día en la plaza de Bolívar, y por la ausencia de manifestantes verdaderos en todas las ciudades donde el gobierno trató de ocupar el terreno.
Eduardo Mackenzie*
No fue Marian Schuegraf, la embajadora de Alemania en Colombia, quien respondió a mis glosas a su declaración de que “Los nazis no eran socialistas”. En mi nota insisto en que, por el contrario, y según los hechos históricos, el comunismo y el fascismo son hermanos gemelos, son dos doctrinas que “comparten rasgos comunes, desde el punto de vista ontológico e ideológico”. En mi opinión, esos totalitarismos, “sin ser idénticos, comparten el hecho inaudito de haber implantado dos sistemas criminales de gobierno basados en la violencia y en la destrucción en masa”. Dije que el socialismo “fue el caldo de cultivo de donde nacieron dos mesianismos que, en el siglo XX, estuvieron a punto de destruir la civilización humana”.
Eduardo Mackenzie*
¿El “golpe blando” es de Petro para instaurar la más abyecta dictadura?
Eduardo Mackenzie*
El violento ataque de la embajada de Rusia en Bogotá contra La W Radio es una mala noticia para la libertad de prensa, de información y de opinión en Colombia.
Eduardo Mackenzie*
En su alegato del pasado 14 de mayo, en defensa de Francia Márquez y de su macarrónico viaje africano, con encuentros secretos en Pretoria, novio a bordo y baile en la capital de Kenia, el presidente Gustavo Petro lanzó un furioso discurso contra las personas que critican los objetivos e incidentes de ese periplo inútil: “Que los blanquitos ricos no se crean que no tienen sangre negra en sus venas, porque sí la tienen”, exclamó (1).