2. El apresurado sepelio del coronel Dávila degradó las pruebas aún no examinadas, o mal examinadas. ADN, trazas de pólvora, huellas dactilares, heridas, sustancias, polen, contra- exámenes. ¿Dónde fue ultimado o dónde se suicidó el coronel Dávila? ¿Qué respuestas tiene la Fiscalía al respecto? Lo que está en juego es tanto la verdad sobre ese crimen como la suerte de Colombia. Toda la verdad debe ser hecha. ¿Quién mueve los hilos para desviar la investigación?
3.- ¿En poder de quien está la camioneta donde encontraron muerto al coronel? ¿Quién está interrogando al escolta del coronel Dávila? ¿La camioneta tenía un sistema interno de grabación sonido/imagen? ¿Quién interroga a los empleados de la tienda donde el escolta del coronel Dávila dice haber estado?
4. ¿En poder de quien están las imágenes de las cámaras de seguridad del sector donde ocurrió el homicidio y del recorrido de la camioneta hasta el lugar del incidente? ¿Es cierto que funcionarios del CTI recogieron/ordenaron borrar esas imágenes minutos después de la tragedia? ¿En poder de quien está el software que registró el recorrido de ese vehículo el pasado 9 de junio?
5.- ¿Por qué un reportero no identificado, en un twitter que circula ampliamente, dijo durante labores del CTI, relacionadas con el levantamiento del cadáver, que el cuerpo del coronel Dávila tenía “dos impactos de bala” que “acabaron con la vida del coronel Dávila”? ¿Qué pruebas tiene ese reportero para afirmar eso? ¿Es cierto que en las manos del difunto coronel Dávila el CTI no halló trazas de pólvora?
6.- ¿Cuál es la documentación oficial, o las pruebas científicas, o cualquier otra base material razonable, que les permite al presidente Gustavo Petro, al ministro de Defensa Iván Velázquez y al abogado Miguel Ángel del Río proclamar que el coronel Dávila Torres se suicidó? Hasta la fecha ellos no han mostrado a las autoridades judiciales ni a la prensa documento alguno, de organismo oficial, que respalde tal afirmación. Lo de ellos, hasta la fecha, es pura narrativa, alegaciones, interesadas o no, carentes en todo caso de valor probatorio objetivo. ¿Qué pruebas tiene Miguel Ángel del Río de que el coronel Dávila le haya dicho, horas antes de la tragedia, que la Fiscalía “lo estaba amenazando”? ¿Por qué el abogado Miguel Ángel del Río no acudió a la primera entrevista urgente que el coronel Dávila le propuso horas después de que estallara el escándalo de las pinchadas telefónicas y de los “dineros fantasmas” --15.000 millones de pesos que habrían entrado a la campaña de Gustavo Petro--, material central de las airadas conversaciones telefónicas entre Laura Sarabia y Armando Benedetti?