Eduardo Mackenzie
Eduardo Mackenzie*
Las manifestaciones contra el antisemitismo del 12 de noviembre en París y en otras ocho ciudades francesas fueron verdaderamente un gran éxito. Pese a dos o tres detalles negativos de desigual importancia: el presidente Emmanuel Macron no participó en la marcha (dijo que estaría “espiritualmente” en ella). El arzobispo de París y los musulmanes moderados no marcharon, lo que es deplorado por la comunidad judía que necesita todo el respaldo moral y político de Francia tras el horrible pogrom del 7 de octubre en Israel.
Eduardo Mackenzie*
La ideología inmunda del antisemitismo galopa por la Casa de Nariño. Qué vergüenza y qué desgracia para nosotros los colombianos que eso ocurra y que asistamos a ese espectáculo abyecto sin hacer nada. Colombia nunca ha sido antisemita, ni antisionista, aunque haya por ahí ovejas negras que lo son. Las autoridades nunca han sido antisemitas. Empero, ahora el mandatario elegido en 2021, avanza en sentido contrario. La matanza terrorista de 1 400 civiles israelíes, perpetrada por la organización islamista Hamás, el 7 de octubre pasado, sacudió la conciencia moral del mundo entero y Colombia no fue la excepción.
Eduardo Mackenzie*
“He decidido llamar a consulta a nuestra embajadora en Israel. Si Israel no detiene la masacre del pueblo palestino no podemos estar allá”. El presidente Gustavo Petro persiste en su tarea de sacar a Colombia de la esfera de los países civilizados para reforzar el campo de las dictaduras tanto marxistas como islamistas.
Eduardo Mackenzie*
Ni los comunistas franceses creen ya en la capacidad de Gustavo Petro para salir de la crisis de su grotesca presidencia.
Eduardo Mackenzie*
¿Quién puede creer que Gustavo Petro disipó los “malentendidos” que crearon sus declaraciones incendiarias contra Israel de estos días? ¿Quién puede creer que una charla telefónica de 10 minutos entre el ministro Álvaro Leyva y su homólogo israelí, Eli Cohen, puede borrar un agravio de esas dimensiones?
Eduardo Mackenzie*
En días pasados, un canal de televisión colombiano organizó un panel de discusión sobre los trágicos hechos del 7 de octubre en Israel. Como en ese intercambio fueron lanzadas, sin contradicción alguna, una serie de afirmaciones erróneas vale la pena proponer aquí algunas observaciones críticas.
Eduardo Mackenzie*
Abyecta, absolutamente abyecta, es la posición asumida ayer por el presidente Gustavo Petro ante el ataque terrorista de Hamas contra Israel este 7 de octubre.
Eduardo Mackenzie*
El presidente Gustavo Petro es prisionero de una obsesión creciente: ver en sus adversarios unos “nazis”, “fascistas” y “genocidas” que hay que tratar en consecuencia. Incurre en ello sin pudor y respeto alguno por las víctimas de la exterminación de los judíos de Europa a manos de la dictadura hitleriana durante la segunda guerra mundial. Petro usa y abusa de esos términos y se descalifica él mismo al hacerlo. Percibe esos calificativos como armas retóricas, como si la densidad moral, espiritual y jurídica del asesinato sistemático de seis millones de judíos no fuera algo singular y difícilmente transferible a otros países y a otras calamidades humanas.