Por otra parte, la Habana ratificó, a través de su órgano Prensa Latina, que el gobierno de Gustavo Petro había pedido ayuda al dictador Maduro para luchar contra el tráfico de drogas en la frontera y “defender la paz en Colombia, que es la paz de Venezuela y de toda la región”, según frase del general Padrino.
El texto de Prensa Latina no mencionó la palabra Catatumbo. Sin embargo, es en esa región colombiana donde la organización narcoterrorista ELN se ha fortalecido enormemente gracias a las órdenes del gobierno de Gustavo Petro a la fuerza pública de mantener una actitud de cese al fuego bilateral con esa banda. Ese reciente repunte del ELN se tradujo en agresiones sangrientas y masivas contra la población en el Catatumbo.
El ELN también tiene bases clandestinas en Venezuela, gracias a la complicidad de altos mandos militares de la dictadura de Maduro. Ambos actores han transformado al Catatumbo en una región sin ley por donde entra a Venezuela la cocaína destinada a la exportación bajo la dirección del cartel venezolano “de los soles”.
En 2018, el gobierno de Estados Unidos vetó toda entrada de Vladimir Padrino a su territorio por el papel que jugó en la consolidación del poder de Nicolás Maduro tras un fallido intento de golpe de Estado. En enero de 2019, Colombia incluyó a Padrino en una lista de personas prohibidas de ingresar al país. Según la revista Semana, Vladimir Padrino es buscado por Estados Unidos por ser un presunto miembro del “cartel de los soles”. De hecho, Washington ofrece una recompensa de 15 millones de dólares por su captura. Por eso la reunión de Iván Velázquez con ese personaje causó gran escándalo en Colombia. La senadora y candidata presidencial María Fernanda Cabal señaló que el abrazo entre Iván Velázquez y Vladimir Padrino significa que “Petro y su gobierno [están] arrodillados a los genocidas”.
Lo interesante es que al día siguiente de que Vladimir Padrino revelara que había lanzado una operación “contra los narcotraficantes”, Gustavo Petro difundió, el 2 de febrero, una foto en la red X donde aparece claramente la ubicación de la guerrilla ELN en la zona de frontera con Venezuela. Esa foto, eliminada por Petro poco después, muestra que, en la vereda de Puerto Barracas, en Tibú, Norte de Santander, se encontraba un importante destacamento del ELN.
¿Fue ese un mensaje de Gustavo Petro a la banda ELN para que abandonara ese punto y evitara que tanto las fuerzas colombianas que se encontraban en la región pudieran tender un anillo y atacarlos? ¿Fue esa difusión efímera un mensaje, para que ese destacamento del ELN pudiera escapar a cualquier incursión militar en Tibú, de las fuerzas comandadas por Padrino?
En todo caso, ni la prensa ni las autoridades de Colombia confirmaron que las huestes de Padrino hayan hecho los decomisos que mencionó Prensa Latina.
Inmediatamente, el vicealmirante (r) Pablo Romero Rojas, secretario general de la Asociación Colombiana de oficiales en retiro (Acore), acusó al presidente Petro de haber cometido el delito de traición a la patria pues la foto divulgada en la tarde del domingo 2 de febrero era “un mapa [colombiano] de operaciones militares en la zona rural de Tibú” y su divulgación fue un delito de “máxima gravedad”. Y detalló: “Cuando el mando militar le suministra al presidente de la República, en calidad de comandante en jefe de las Fuerzas Militares, información reservada, secreta o ultrasecreta para una probable acción militar en una zona en crisis, como la que está viviendo el Catatumbo, lo hace teniendo la máxima confianza en que esa información no saldrá del entorno que la está manejando para los efectos de las operaciones”.
Varias personalidades políticas estimaron que ese acto de Petro pone sobre el tapete la cuestión de una acusación por traición a la patria. Según la revista Semana, la excandidata presidencial Ingrid Betancourt dijo que esa difusión constituía un acto de “traición a la patria” pues Petro le indicó a la banda narcoterrorista ELN que había en curso “una posible operación militar” contra ella. “Esto equivale, no solamente a una violación de la ley de inteligencia, si no, más aún, a una conducta de traición a la patria”, subrayó Betancourt. Por su parte, Rodrigo Lara, exsenador liberal, dijo: “Hago un llamado a todos los que están pensando enarbolar banderas de campaña, que miren a Petro como un expresidente, de facto un expresidente, y que empiecen a pensar ya en lo que va a necesitar Colombia para solucionar los gravísimos problemas que enfrentará la administración que suceda a Petro”.
Pedir, como hizo Petro, a una dictadura comunista extranjera que lo ayude a luchar “por la paz” en Colombia y contra el tráfico de drogas en la frontera, por una parte, y alertar al mismo tiempo a la narcoguerrilla ELN para que evitara un choque frontal con la fuerza pública colombiana, al pasarles el plan de batalla del Ejército en el Catatumbo, constituye dos acusaciones precisas de traición a la patria a las que Gustavo Petro tendría que responder ojalá muy pronto.
Gustavo Petro es el presidente de Colombia que detenta el triste récord del mayor número de violaciones a la ley y a la Constitución en sus 25 meses de gobierno, en total impunidad. Hoy, sin embargo, el Consejo Nacional Electoral (CNE) estudia un expediente contra él por presunta violación de los topes máximos en la financiación de su campaña electoral de 2022, que podría culminar en la pérdida de la investidura. La revista La Silla Vacía resume: “En el expediente de 314 páginas de conclusiones, más otras 8 mil páginas de pruebas, se detalla que en total habrían sido ocultados de las cuentas oficiales de la aspiración presidencial $6.011 millones [de pesos]. De ese monto, la campaña habría violado los topes de gasto en $5.355 millones sumadas las dos vueltas.”
Si prospera esa investigación, la acusación pasaría a la Cámara de Representantes para que ésta acuse ante el Senado al presidente de la República. Hasta hoy, Petro ha logrado congelar ese trámite, pero la unidad de su gobierno comienza a agrietarse y los cargos contra él, en las altas instancias, están pesando más y más.
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Mauricio Jaramillo Jassir, admirador de Hamas, es el nuevo vicecanciller de Colombia
Eduardo Mackenzie
Colombia, por decisión del presidente Gustavo Petro, se aleja del mundo occidental y se aproxima más y más, desgraciadamente, al campo del antisemitismo y del antiamericanismo más agresivo.
El citado presidente, quien rompió unilateralmente la relación diplomática con Israel el 1 de mayo de 2024, en razón de que Israel ejerció su derecho a la defensa tras la masacre islamista del 7 de octubre de 2023, acaba de reincidir en la obsesión anti judía y desató una nueva polémica nacional contra la orientación -que algunos creen “demente”- de su gobierno: este 2 de febrero nombró como viceministro de Relaciones Exteriores a un activista colombiano pro Hamas. La razón fundamental, dijo Gustavo Petro, es que el nuevo viceministro es “descendiente de palestinos”.
Esa filiación no llamaría la atención si no hubiera detalles muy negativos en el curriculum vitae de Mauricio Jaramillo Jassir. El nuevo viceministro saludó en Twitter como una “primavera palestina” la terrible masacre anti-judía del 7 de octubre de 2023. Ese día, en el sur de Israel, 1.290 personas fueron asesinadas por el movimiento terrorista Hamas: 334 eran mujeres y 956 hombres, entre ellos 7 niños de entre 2 y 9 años y un bebé de 10 meses: Mila Cohen, en el kibutz Beeri, Otras 251 personas fueron convertidas en rehenes por Hamás, 40 de ellas murieron, 117, en su mayoría mujeres y niños, fueron liberados en noviembre de 2024. En enero de 2025, 94 personas seguían secuestradas, 60 de las cuales estarían vivas.
Fue esa la más grande matanza de judíos desde el fin del Tercer Reich de Adolfo Hitler. Sin embargo, Mauricio Jaramillo Jassir escribió en X: “Una primavera palestina está ocurriendo en este momento. La humanidad debe apoyarla. Que se ponga fin al genocidio, limpieza étnica y apartheid.”
Hasta hoy el señor Jaramillo Jassir, viceministro de Relaciones de Colombia, no se ha retractado de la monstruosidad que escribió el 7 de octubre. Él no se avergüenza de travestir la única democracia del Medio Oriente en “Estado fascista”, y de pedir el “apoyo de la humanidad” al infame pogrom del 7 de octubre. Como su patrón Gustavo Petro, Mauricio Jaramillo se opone a que Israel se defienda de quienes buscan su destrucción.
Hamas (1) y los movimientos terroristas en Judea y Samaria son armados y financiados por Irán, dictadura que ha invertido miles de millones de dólares en alimentar el terrorismo destinado a borrar a Israel del mapa. Esa realidad es ocultada por el nuevo viceministro de Relaciones Exteriores de Colombia.
¡Qué vergüenza para Colombia!
El actual ocupante de la Casa de Nariño no podía escoger a alguien más cercano a sus abominables creencias. Mauricio Jaramillo es un admirador de la dictadura venezolana y califica al difunto Hugo Chávez de “comandante eterno”. Él pretende que la Cuba castrista es un “gobierno popular” y no una dictadura.
El nuevo viceministro es, pues, un vocero de los dogmas más trasnochados y fétidos de la extrema izquierda. Es alguien que, como lo prueba su fobia antioccidental, justifica la violencia, el terrorismo, la fuerza física y brutal contra el derecho. ¡Qué vergüenza para Colombia!
Según la prensa de Bogotá, Jaramillo Jassir hizo dos maestrías en Francia, una en geopolítica y otra en relaciones internacionales y es doctor en ciencia política de la Universidad de Toulouse.
La familia Jaramillo Jassir es cada vez más influyente. Daniel Jaramillo Jassir, el hermano del viceministro de Relaciones Exteriores, es el actual viceministro del Ministerio de Trabajo, hecho que confirma, además, según la prensa, el nepotismo que impregna la administración de Gustavo Petro.
Mauricio Jaramillo Jassir trabajó como propagandista del movimiento que dirige Petro en un canal oficial RTVC orientado por Hollman Morris un “periodista” que censura toda información y veta a todo periodista que no recite la bazofia wokista.
Mauricio Jaramillo es corresponsal en Colombia de Canal Red, del partido anti-capitalista y anti OTAN dirigido por Pablo Iglesias y Pablo Echenique. Podemos fue expulsado del gobierno socialista español de Pedro Sánchez en noviembre de 2024. El 1 de febrero, en un artículo para Diario Red, Jaramillo definió la grave crisis provocada por Petro con Estados Unidos el pasado 26 de enero, como un episodio de “diplomacia del disenso” en el que no hubo “ni ganadores ni vencedores”. Esa disputa, escribió, convirtió a Petro en “vocero del Sur Global en temas migratorios”. Al día siguiente, Jaramillo fue nombrado viceministro.
La nueva eminencia gris del presidente colombiano escribió en 2024 un texto anti-Israel intitulado “Multilateralidad en América Latina y el Caribe y el genocidio en Gaza”. Colaboró con Lina Mejía Torres, en un panfleto “El abecé de la beligerancia y su aplicabilidad con el ELN” cuyo objetivo es cambiar el estatuto del ELN de “grupo terrorista” por el de “grupo beligerante”. Ese texto fue publicado por la Universidad del Rosario, en 2021. Jaramillo elogió al régimen del prófugo Rafael Correa, de Ecuador. Su tesis: “el populismo favorece la consolidación democrática, pues estimula la participación ciudadana”.
Algunos observadores, como Agustín Antonetti, concluyen que Jaramillo es un agente venezolano: “Maduro es el nuevo dueño de la cancillería colombiana. Ha comenzado el aislamiento total de Colombia”. Difícil no ver las cosas así. El viceministro Jaramillo trata de teorizar ese aislamiento. Argumenta que Colombia debe ir hacia una “neutralidad activa”, es decir ingresar al grupo BRICS+, dirigido por China, Rusia, Irán y Turquía y que utiliza el yuan, la moneda china, para el comercio internacional en la perspectiva de provocar la caída del dólar americano, la principal moneda del mundo. La otra meta es participar en los esfuerzos de los organismos que tratan de sabotear a escala internacional las políticas de Donald Trump y las bases de la civilización occidental.
¿Tendrá éxito el nuevo viceministro en su labor de zapa contra los intereses de Colombia? Como Gustavo Petro nombró ministra de Relaciones Exteriores a la politóloga y militante Laura Sarabia, depositaria de los secretos más crudos de cómo llegó Gustavo Petro a la presidencia, los entendidos anuncian un próximo choque violento entre esos dos funcionarios por viejas rencillas personales. ¿Estallarán en el próximo “consejo de ministros” televisable en directo?
(1).- El 17 de mayo de 2021, Hamas fue catalogado como organización terrorista por la OEA.