Según la Oficina de Naciones Unidas contra las Drogas y el Delito “los cultivos de hoja de coca pasaron de 230.000 hectáreas en 2022 a 253.000 en 2023 (aumento del 10 por ciento). Pero más preocupante aún es el incremento estimado de la producción potencial de cocaína, que pasó de 1.738 toneladas en 2022 a 2.664 toneladas en 2023 (aumento del 53,3 por ciento) … Con las cifras, y estimaciones conservadoras de los precios a los cuales los grupos criminales colombianos (disidencias de las Farc, el Clan del Golfo o el ELN) venden la cocaína en las fronteras, los ingresos por narcotráfico de los grupos criminales organizados como porcentaje del PIB podría haber alcanzado niveles entre el 4 y el 4,5 por ciento (en 2008 era de 2,3 por ciento y en 2013 de 1,2 por ciento). Con esto, los ingresos del narcotráfico de estos grupos en 2023 rondarían una cifra cercana a los 60 billones de pesos. Es un dato enorme, y les da un músculo financiero muy importante para financiar actividades criminales, aumentar en número de hombres y armas, y expandir su control” https://www.semana.com/mundo/articulo/la-droga-sera-el-gran-dolor-de-cabeza-en-la-relacion-de-gustavo-petro-con-donald-trump-daniel-mejia-presenta-las-impactantes-cifras/202558/.
De hecho, con esos ingresos, sólo les importa seguir aumentado sus ganancias, que como se ve, crecen vertiginosamente cada año, gracias a la “paz total”. Ningún acuerdo, salvo la entrega del país, podría interesarles. Petro, por su parte, seguirá cumpliendo su papel de enterrador de la democracia colombiana y gestor de un narco estado. Fíjense que, frente a la crisis en El Catatumbo, actuó con tibieza: Solo suspendió los diálogos, no los rompió. Le sigue vendiendo a los colombianos que su paz es posible, a pesar de que sabe que eso no ocurrirá, porque, como dice el ex Alto Comisionado de Paz, Miguel Ceballos, “está ahogado en una promesa de campaña que lo llevó a la Casa de Nariño y que no ha podido concretar, mientras el país sufre una ola de violencia en el comienzo de 2025”. El país recuerda que Petro prometió que, si llegaba al poder, el ELN se acabaría a los tres meses porque firmaría la paz con ellos. https://www.semana.com/politica/articulo/dialogos-de-paz-con-el-eln-llego-la-hora-del-rompimiento-ante-la-nula-voluntad-de-paz-de-esa-organizacion-criminal-esto-es-lo-que-esta-ocurriendo/202537/. Ingenuo, en el mejor de los casos; perverso, en el peor.
Analistas reconocidos dicen que el ELN pretende controlar toda la frontera con Venezuela, en una maniobra geopolítica, que por supuesto, también intentan las disidencias de las FARC. Al régimen venezolano le interesa e incentiva que estos grupos afines consigan su objetivo porque en el juego de fuerzas internacional son aliados estratégicos. Cuál de los dos logrará la supremacía si las cosas siguen igual, es indeterminado; pero cualquiera que llegase a ganar, será funcional para el régimen narcotraficante del vecino país. Y de ahí la presión que ejercen Maduro y sus secuaces. Cuando Petro intenta salirse, así sea un milímetro de la línea que aquel le ha fijado o cuando llega a esbozar una mínima crítica a la dictadura, como ocurrió en estos días, inmediatamente los mandamases lo llaman al orden y lo amenazan, como hizo el remedo de “fiscal”. ¡Y qué de secretos de Petro deben tener! Y si hay algo que les interesa, es que el ELN siga imponiendo condiciones y obteniendo territorio, ganancias para que hagan negocios con ellos y les proteja la frontera. Por eso, el berrinche de Petro durará solo días.
Mientras tanto, mañana asume Trump, que tiene en la inmigración ilegal y en el narcotráfico que está destruyendo a los jóvenes norteamericanos, dos de sus más importantes caballitos de batalla y constituyen temas centrales de su seguridad nacional. El desempeño de Petro en la disminución del negocio, a causa de la Paz Total es lamentable y todo el mundo sabe que la dictadura venezolana es una banda de narcotraficantes.
Esto implica que no les esperan buenos tiempos a Petro y Maduro, pero tampoco a los colombianos. Hasta dónde llegará el mandatario de Estados Unidos está por verse, pero ya se está resolviendo uno de sus frentes prioritarios: el complejo asunto israelí–palestino, que es uno de los frentes prioritarios de la seguridad y aunque está por verse cómo manejará el conflicto ruso–ucraniano, lo que sí es seguro es que tomará acciones contra la dictadura venezolana y, muy probablemente, contra Colombia. Más, si se tiene en cuenta el tono bélico de Petro, que, con seguridad es calculado, buscando una confrontación contra USA que lo ayude a mover el sentimiento nacionalista y antiimperialista de los colombianos para las elecciones del 2026.
Afortunadamente, el 2025 y el 2026 no son como los años sesenta y setentas del siglo pasado y su maniobra no prosperaría. Al final del camino, solo encontrará la derrota.
POSTSCRIPTUM
La salud de los colombianos se deteriora a pasos agigantados como consecuencia del accionar consciente de Petro y Jaramillo. Ya los colombianos están muriendo por falta de medicamentos y de atención adecuada y oportuna generadas por la asfixia a la que están sometiendo al sistema de salud colombianos. ¡Basta ya! Es un crimen atroz que hay que enfrentar con la movilización masiva de los colombianos y las denuncias respectivas a los organismos internacionales concernidos.