Al verlo y oírlo hablar, es evidente que cree que hay millones de personas embelesadas escuchándolo llamar a la Consulta Popular porque la escoria política y cristiana de la Comisión Séptima del Senado se negó a aprobar su reforma laboral. Se imagina a la ciudad de Bogotá paralizada por la inmensa movilización que converge hacia una Plaza de Bolívar repleta, desbordantes las calles en diez manzanas alrededor. Pero la realidad es que la Plaza está semivacía a pesar de los camiones de indígenas contratistas del Cauca, de quienes el país se pregunta en qué trabajan, y del lumpen proletariado de las barras bravas, a las que convocó siguiendo el ejemplo de las argentinas, de la que tampoco se sabe en qué trabajan o si han hecho algún día, más allá de armar piquetes en las calles para reclamar subsidios. Y qué decir, de la inexistente movilización en ciudades como Medellín, donde si acaso caminaron mil personas.
Se oye a sí mismo y piensa que no hay nadie más sabio que él, que conoce el ethos y el pathos de los colombianos, mientras cita mal Cien Años de Soledad; cree que no hay mejor orador en el mundo que él, ni siquiera Gaitán, de quien imita el tono de su oratoria y sus ademanes; ni siquiera, de su secreto amor, Hitler, a quien utiliza como mazo contra sus enemigos llamándolos nazis, mientras lo estudia con admiración y aplica las tácticas de odio y discriminación racial para cohesionar a su fanaticada: sabe que no hay nada más nazi que llamar nazis a sus contradictores y traidores a Cristo a los cristianos que rechazaron - de buena fe, con argumentos y pensando en su electores y en el interés nacional- su reforma laboral en el Senado; ni denominar mandaderos de los ricos a estos y a los demás que se atrevieron a rechazar por inconveniente su propuesta. Es que sus perros de presa, su propia SS, la Primera Línea, y las milicias de todos los GAOS están ahí para hacer los pogromos contra los propietarios, por el hecho de serlo; contra los políticos que lo critican, por el hecho de no aprobarles las “reformas”; contra las Cortes, por el hecho de hacer respetar el estado de derecho; contra los enfermos de alto riesgo, por el hecho de reclamar sus medicamentos; contra los médicos por el hecho de defender sus derechos; contra los estudiantes del ICETEX por el hecho de estudiar en universidades privadas; en fin, contra quien se requiera, porque de lo que se trata es de someter a la nación.
Pero Colombia ha comenzado a decir “basta”. El país está cansado de tanto despropósito. Devolviéndole la metáfora a Benedetti, Petro “nos dio la papayita”. Ahora hay una oportunidad maravillosa de rechazar su desgobierno y destrucción. Unir a todos los que se oponen al presidente y su nefasto proyecto, es ahora posible. Y si lo que querían los del Pacto Histórico era hacer campaña electoral desde ahora, para posicionar su proyecto, con eso, se abre la oportunidad de hacer campaña para acabarlo políticamente y recuperar nuestra democracia y los avances sociales que hemos logrado.
En efecto, pareciera que el país político compuesto por esa inmensa franja que es la izquierda moderada, el centro y la derecha, está reaccionado frente a las tropelías de la extrema izquierda que encabeza Petro. La idea, que aquí he defendido con ahínco, de una alianza de todas estas fuerzas en la idea de enfrentar unidos la Consulta Popular y llevar un candidato único a la presidencia, empieza a cuajar; y si se logra, podríamos derrotar, mediante la abstención activa, a la tal Consulta este año, y ganar la elección presidencial en la primera vuelta, en mayo del año entrante
El expresidente liberal Cesar Gaviria, se reunió la semana que acaba de terminar con el partico de a U, el Partido Conservador y el Nuevo Liberalismo; y el 1º de abril lo hará con el Centro Democrático, Cambio Radical y grupos cristianos (https://www.semana.com/confidenciales/articulo/cesar-gaviria-se-avecina-la-segunda-cumbre-presencial-con-los-partidos-politicos/202516/).
El expresidente Uribe, se ha dicho, ha hablado con Fajardo. Y añado que se debe incluir a Vicky Dávila, por supuesto.
Esa es la línea adecuada.
Además, hay sectores que se pueden acercar como los independientes Jota Pe Hernández y gente de Alianza Verde que no le caminan a Claudia López ni a Petro.
Hay que hablar con todos y hacer una coalición en la que todos quepan, con un programa mínimo incluyente, primero, para rechazar la Consulta Popular mediante la abstención activa; y segundo, para elegir presidente y un congreso, en el que todos ganen, consistente en la defesa de la democracia y de nuestro estado de derecho; de los derechos humanos; de la independencia de los poderes; la consecución de la seguridad y la soberanía territorial; y la presentación de reformas laboral, pensional y de la salud, consensuadas. En ese modelo de coalición, todos los grupos y partidos que la constituyan se comprometen a respetar el programa mínimo, pero pueden tener sus propias listas parlamentarias, y desarrollar sus propias propuestas y estrategias políticas para consolidarse en el congreso, de manera que se ganen las elecciones presidenciales y se tenga una coalición en el parlamento que respalde.
Sé que es difícil. Petro pondrá todos los obstáculos imaginables e intentará sabotear las elecciones si pierde la Consulta, con su Primera Línea y sus GAOS. Por eso la coalición, o Frente para la defensa de la Democracia o como quiera llamarse, deberá actuar unida durante este período crucial en el Senado, de tal manera que se rechacé allí la consulta y resistir, democrática y pacíficamente, todos los intentos de saboteo y de crear caos social, en el congreso, en las Cortes, en las calles, en las organizaciones internacionales; en los sindicatos, sectores estudiantiles y organizaciones de la sociedad civil.
Pero también están los egoísmos, los deseos de figuración, los rencores y odios acumulados de l os que están llamados a lograr este acuerdo. Petro intentará crear y ahondar fisuras y divisiones. Ojalá los sectores democráticos no le fallen al país. No tendrían perdón de lo ciudadanos colombianos.
Adicionalmente, hay que cuidar sobremanera el poder electoral para evitar el fraude, tanto en la consulta como en las elecciones presidenciales y parlamentarias. Ojo con la Registraduría y el CNE.
Ojalá se consolide la coalición que empieza a vislumbrarse
El CD es una fuerza decisiva en esta coalición. Si no quiere quedarse aislada o dejar que los demás decidan por ella, deberían decidir muy pronto su candidato presidencial. Y, visto desde afuera, no es difícil. Solo hay uno, quizás dos, precandidatos que tienen alguna opción. Pero están engolosinados, viéndose el ombligo, mientras la vida real pasa por ellos sin que se den cuenta. Cuando despierten, no tendrán nada, ni presidencia, ni congreso. Ojalá piensen con grandeza.