Nada de eso es cierto.
El cargo oficial de “presidente de España” no existe. El jefe de Estado español es el rey Felipe VI y su título exacto, según la Constitución española, es “Rey de España”. El artículo confunde, pues, al lector. Le hace creer gracias a ese traspiés de palabras que el rey Felipe VI “mostró su apoyo a las reformas políticas” de Petro. Nada más inexacto. El Rey de España no ha apoyado la política de Gustavo Petro. Quien de alguna manera elogió las pretendidas “reformas” de Petro es Pedro Sánchez, pero este no es el jefe de Estado de España. Sánchez es el presidente del Gobierno de España.
El artículo afirma enseguida que “el jefe del Gobierno español, Pedro Sánchez (…) “trasladará (…) el respaldo total de España a las reformas que está impulsando en su país y al proceso que tiene en marcha para intentar conseguir la paz total.”
El “respaldo total de España” a la llamada “paz total” no tiene sentido. En periodismo, las noticias que recibe el lector deben ser hechos comprobados, datos ciertos, exactos, no rumores, ni exageraciones. La frase “El respaldo total de España” es una opinión. En España hay, como en Colombia, amplias franjas de la opinión pública que desaprueban la política de Petro. Luego la noción de totalidad en cuanto al apoyo que podría tener en España la “paz total” de Petro es abusiva. Ese tono ditirámbico recuerda el de la publicidad política pagada.