Facebook

     SiteLock

Última hora
Los paragestores de paz - Miércoles, 20 Noviembre 2024 04:06
Intervención Foro Cd sobre energía - Miércoles, 20 Noviembre 2024 04:04
Petro va por CC y Registraduría - Miércoles, 20 Noviembre 2024 04:02
La idea de “justicia” de Petro - Miércoles, 20 Noviembre 2024 04:01
Gobierno necesita aprender mucho - Miércoles, 20 Noviembre 2024 03:34

Alfonso Monsalve Solórzano

Desde hace tiempo he venido insistiendo en que si las fuerzas que defienden la libertad y el estado de derecho no se unen, podríamos rodar por el abismo del totalitarismo y el populismo de extrema izquierda.

La última encuesta del Centro Nacional de Consultoría para la Revista Semana publicada ayer sábado, arroja datos inquietantes para los partidos y grupos, a los que llamaré, para caracterizarlos, republicanos.

Tengo claro que las encuestas difieren entre sí y que, en ocasiones, buscan acomodarse a los intereses de quienes las contratan; pero, a pesar de todo, es posible leer tendencias de opinión, a pesar de que no son estrictamente comparables porque, además, tienen metodologías diferentes.

También soy consciente de que faltan cuatro meses para la primera vuelta presidencial y que, en ese tiempo, caracterizado por el vértigo, pueden ocurrir muchas cosas. No obstante, lo que va quedando como sustrato de los distintos sondeos, arroja un panorama obscuro para las mencionadas fuerzas, que hace temer lo peor.

En efecto, dos elementos contribuyen a empeorar la ya coja carrera de sus candidatos de ese sector, uno externo y otro interno.

El primero, es la irrupción de la señora Betancourt con el 7% de la intención de voto, detrás de Petro, que tiene el 27% (1.2% menos que en la de Guarumo) y de Hernández, con el 14%. Esto significa que hay una competidora que, al menos por ahora, está por encima de cada uno de los candidatos republicanos: Char, 5%; Zuluaga, 4%; Gutiérrez, 4%; Peñaloza 2% y Barguil 1%. Ahora bien, todos los del sector Republicano, incluyendo Zuluaga, suman el 16%, (prácticamente igual a la de Guarumo), y sin este, el 11%., pero están 9 puntos por debajo de Petro.

La coalición de la esperanza alcanza el 12% (2 % más que en la de Guarumo, y su principal candidato, Fajardo, sube levemente, pues tiene el 6%, frente al 4.37% en esa encuesta).

En síntesis, Petro, con su pacto, tiene el 25%: la Colación de la Esperanza el 12%; los republicanos sin OIZ, el 11%, pero tomados individualmente, ninguno supera el 4%. Y en cuanto a los candidatos individuales, Hernández tiene el 14%, Betancourt, el 7% y Zuluaga el 6%.

En conclusión, si el sector republicano hubiese hecho una coalición abarcante, hubieran alcanzado a Petro, pero ahora están en el tercer lugar y con el agravante de que los señalamientos a Char, más allá de que tengan consecuencias judiciales -que las tendrá, porque las elecciones están en juego y derribar un contendiente siempre es ganancia- terminará, muy probablemente con enterrar su candidatura y asestará un fuerte golpe a la tendencia en su totalidad porque los señalamientos de corrupción no se harán esperar.

Zuluaga, especulo, espera el resultado de las parlamentarias. Si al Centro Democrático le va bien, piensa, será el candidato que, incluso superaría a Hernández y llegará a la segunda vuelta. Cuenta conque superará a cada uno de los candidatos del Equipo por Colombia. Pero este, a su vez, puede asumir que colectivamente, en la consulta, superan a OIZ y que es su candidato el que se lleva los votos.  Y Hernández revisará sus cuentas a la luz de las consultas y las parlamentarias, y podrá escoger entre persistir o aliarse con las fuerzas republicanas para la segunda vuelta.

Pero en cualquiera de los escenarios presentados, llegar a la segunda vuelta depende de las fuerzas involucradas antepongan los intereses del país a sus intereses particulares y apoyen a un único candidato para la segunda vuelta. Pero lo que se ve hasta ahora es egoísmo, narcisismo, emotivismo y errores de cálculo. Las emociones no pueden superar la racionalidad, ni las ofensas el futuro de nuestra democracia. De continuar por ese camino estos personajes serán los sepultureros de nuestra democracia.

Publicado en Columnistas Nacionales

Compartir

Opinión

Nuestras Redes