Por otra parte, apenas si conocemos superficialmente esos escenarios con sus percepciones de falta de sentido, vacío, miedo, caos que, pueden desembocar en calamidades, errores, delitos, enfermedades mentales, brujería. A esa realidad se la denomina EL MAL. ¿Pero conocemos su VERDADRO origen además del que se consigna en las narraciones mitológicas? Dicen que está en EL LIBRO DE ENOC. Pero fue suprimido; para embrollo de la esperanza y el progreso del mal. Pero existen diferentes tipos de pericia, virtudes, argumentos, E INFORMACIÓN SECRETA, por el lado del bien; y por el del mal, argucias, engaños, trampas, etc. que quieren impedir que esa información secreta se conozca. Ese es el origen de la batalla en el cuerpo, la mente, el alma y el espíritu, lucha que finalmente se refleja en la sociedad.
Y sucede que para cada una de estas realidades de pronto se da una… ¡CHISPA DE COMPRENSIÓN PROFUNDA! De algo que siempre ha estado… ahí. Arquímedes gritó: ¡EUREKA! ¡Lo descubrí, lo encontré! Espoleado por un descubrimiento tan genial como repentino, Arquímedes saltó fuera de la tina y corrió desnudo hacia palacio mientras gritaba: “¡Eureka!”. La prueba demostró que la CORONA tenía una parte impura añadida al oro y que el orfebre, por tanto, había mentido. Así les ha pasado a muchos científicos del 2021 cuando descubren un montón de mentiras sobre el CORONAVIRUS y otras realidades. Desde luego que, para despistar, a los DESCUBRIMIENTOS VERDADEROS, se les llama TEORÍAS DE LA CONSPIRACIÓN, un término inventado por cierto servicio secreto como ARMA PSICOLÓGICA DISUASIVA para alejarnos de la verdad. Sin embargo, esos servicios secretos han sido burlados desde hace tiempo; porque el ‘secreto’ que pretenden proteger ha sido revelado, pero no saben cómo. Y eso los desespera.
Por eso, muchos han encontrado ese ‘eureka’, desconectándose de todo lo que dicen, suponen, o aseguran como ‘verdad’, de esa forma han salido a la luz grandes ideas, o la VERDAD VERDADERA, con soluciones a esas preocupaciones que nos llevan consumiendo durante mucho tiempo. Pero, además, se dan otras ‘REVELACIONES’ que no proceden del cerebro físico sino del ‘CORAZÓN’ del ser humano en algo llamado sentimiento; o algo más profundo e incomprensible que algunos llaman intuición, alma, espíritu y que está más allá de la voluntad.
El lío es que eso que se considera ‘revelación’ se vuelve normal. Por ejemplo, la electricidad y el teléfono; le pasa también al amor, al milagro y a ciertas ‘narrativas’ de Dios. Y, en los últimos decenios, una revelación preocupante, la de ciertos EXTRATERRESTRES que pretenden eliminar la narrativa y la realidad de Dios, se ha vuelto normal. Recuerdo que en una de las primeras entrevistas que dio Obama un periodista le preguntó que si al fin desclasificaría toda la información sobre los extraterrestres, dijo que sí, pero no cumplió. ¿Por qué? El gobierno en la sombra le ordenó que cerrara el pico.
En vista de lo anterior, y habiendo visto lo que hemos podido hacer los seres humanos en un pasado glorioso que se quiere ignorar, surge entonces el IMPULSO, LA FUERZA, LA CONVICCIÓN, LA INSPIRACIÓN, por descubrir o crear lo que existe solo en la imaginación; o de llevar un MENSAJE QUE PUEDE CAMBIAR PARA BIEN EL DESTINO DE LA HUMANIDAD. Esa realidad se llama ¡FE! Y el mensaje se está construyendo colectivamente en este tiempo.
Y esa FE, así entendida, no solamente en el campo religioso, ha dado lugar a la exploración de la superficie de la tierra, su interior, en busca de civilizaciones subterráneas, la configuración de lo microscópico, el espacio exterior, misterios para los que se necesitan diferentes tecnologías muy especializadas y precisas, pero no exentas de errores; y también esa FE ha inspirado la exploración del ‘espacio’ interior del ser humano que también requiere de una tecnología muy especial y diferente, susceptible de equivocación, porque TODOS ESOS ESPACIOS O MUNDOS se influyen mutuamente. Pero ocurre que aquello que le es desconocido al ser humano, le inspira temor, de ahí que intente presentar cierto ‘panorama’ incompleto de la realidad humana.
Yo no sé si el analista senior Ricardo Ávila Pinto gritó ¡Eureka! Cuando logró completar un perfil interesante sobre el riesgo para la sección de ECONOMÍA de El Tiempo del domingo 16 de enero de 2022 en el que escondidito entre los párrafos de “Riesgos allá, riesgo acá”, dice: “EL MENSAJE CENTRAL ES QUE LA ÉLITE GLOBAL ESTÁ ASUSTADA.” ¿Por qué?
Porque el Foro Económico Mundial no se pudo reunir en Davos debido al joven OMICRON que se aparece con bluyines rotos y sin corbata; porque creen que la incertidumbre de los ‘yines rotos’ se convierta en ‘norma’ (un sarcasmo alegórica sobre cierta ciencia y economía); debido a “la inequidad en las vacunas y la desigual recuperación económica que agravan las fracturas sociales y las tensiones geopolíticas”; también los impactos en cascada de la pandemia que hacen ver negro el futuro. En el que, dicen los de la élite, hay ganadores y perdedores, pero por otro lado aseguran que el planeta está en riesgo, por lo cual TODOS seremos perdedores.
Por ese motivo, a la gente no le importa el medio ambiente, el calentamiento global y la pérdida de biodiversidad porque estamos preocupados por… ¡EL HAMBRE! Puro sentido común.Surgen entonces las múltiples razones para la rabia. Estas serían las preocupaciones de la élite rica por ‘los otros’, cuya experiencia personal desconocen, ya que siempre han estado protegidos por guardaespaldas, carros blindados, complicidades, leyes, jueces, poder, el miedo que infunden etc.
Pero entonces el señor Ávila pasa a hablar de lo que REALMENTE les preocupa a esos señores: EL CORONAVIRUS DEL BILLETE con sus múltiples variantes; es la ‘plaga’ de los ricos. Las variantes son: sostenibilidad de la deuda, confrontación diplomática y geopolítica, tasas de interés, caída en los precios, quiebra del sistema, guerra, desestabilización, competencia, riesgo país, información privilegiada, permuta de incumplimiento, moratoria, el Embi (Emerging market bonds index) Es decir, en este embrollo, los seres humanos no somos sino números, manejados quizá por una mafia de las matemáticas. Por lo que a muy pocos nos interesa este panorama, ya que LA REALIDAD COTIDIANA ES MUY DIFERENTE. Se divide en privada y pública.
La realidad privada es asunto de cada quien y puede ser tan variada y extraña como Jurassic Park; tan noble o atractiva como el cielo; u horripilante como el infierno. Y la pública la manejan los medios a su acomodo para crear lo imposible posible, o viceversa y al contrario, como diría una joven famosa y olvidada.
Mientras tanto, la gran preocupación pública colombiana es determinar quién será el ‘ungido’ para el solio de Bolívar en el 2022. Claro que ninguno se atreve a ofrecer la ilusa revelación de ese misterio que el Libertador magnánimamente les ofreció a los colombianos: “Si mi muerte contribuye a que cesen los partidos y se consolide la unión, yo bajaré tranquilo al sepulcro.”
Porque… el problema no es la persona, sino la adicción al poder. Y esas personas son muy poco dadas a los misterios; lo que no es ninguna revelación para nadie. Por eso el chisme político es el gran negocio que muchos usufructúan en la democracia para tumbar al favorecido, porque en una dictadura no funciona, ya que el poder de los dictadores es para siempre como en el infierno.
Por eso los asocian con el diablo que dicen que anda por ahí, entre nosotros, disfrazado ahora de extraterrestre. En el siglo 19 Eliphas Levi, un ocultista, lo se disfrazó de Baphomet, un macho cabrío con nuevos vestidos. Ese es el misterio de la iniquidad humana, sobrenatural, o la inventada por la tecnología. ¿Se podrá resolver en esta dimensión o en la desconocida? Para eso se requieren las múltiples habilidades humanas, incluidas las guerreras, que infunden ESPERANZA; y los distintos carismas del Espíritu Santo.
Así que… ¡A DIOS ROGANDO Y CON EL MAZO DANDO! PorqueEl "Nuevo Orden Mundial", al contrario de lo que se cree, no es algo novedoso, ni una simple conspiración, sino un plan serio y transgeneracional que se viene gestando desde los primeros tiempos de la humanidad. Comenzó en el paraíso terrenal.
