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Pedro Aja Castaño   

Es un deseo extraño buscar el poder y perder la libertad; o buscar poder sobre otros y perder poder sobre el yo de un hombre. Francis Bacon.

Un extraño puede favorecer o manejar un régimen de FAVORES EGOISTAS, saber que será destruido  y no nos inmutamos, porque si bien esa persona no es ajena a las leyes del universo que son tres procesos: creación, mantenimiento / sostenibilidad;  y cambio / destrucción;  y aunque vemos   esas leyes funcionando en lo que llamamos naturaleza, el cuerpo humano, las comunidades, países, las civilizaciones, etc.,  no nos preocupamos por el asunto, hasta cuando lo vivimos personalmente.

Además  sabemos que hay individuos  autoconscientes e inconscientes, como parte de la naturaleza y la civilización; que  somos preservados o  destruidos temporalmente en nuestra parte física, mediante dos leyes que distinguen dos ESENCIAS de seres humanos. Pero nada de eso nos parece importante hasta cuando quizá, tengamos la suerte, de enfrentar, conscientemente, la muerte después de la cual se ‘juzgará’ objetivamente lo que somos, de acuerdo con nuestras esencias. ¿Cuáles son esas esencias?

  1. Seres humanos de Clase 1. La constituyen  la inmensa mayoría de la humanidad. Estas personas   SE RIGEN DE ACUERDO CON LA PERCEPCIÓN DE LO EXTERNO. Generalmente esas personas se sienten  dominadas o influidas  por la inmediatez. Cuando son así, entonces las impresiones que reciben de la naturaleza, el ambiente (política, poder, corrupción, cosas buenas)   y otros seres humanos CONTROLAN  sus sentimientos. Ese sentimiento peculiar  hace surgir el deseo (mediado por  la adrenalina)  de… cambiar algo; o de  hacer todo lo que se le ocurra, creyendo que eso es natural, así como cuando uno tiene hambre lo obvio es comer. Ese deseo pasa por encima de lo correcto, (cuyo sentir se experimenta en el corazón: dolor/ tristeza / amargura/ etc.) ignora la razón (cuyo sentir se experimenta cuando nos quedamos sin aire ante la sorpresa de lo irracional). Obviamente este proceder, sencillamente ENFERMA. 
  2. Seres humanos Clase 2. Lo conforman una minoría humana. Los  sentimientos de estas personas  SON REGIDOS,  GUIADOS POR LA LEY, LA JUSTICIA, LO CORRECTO. La conciencia de esa guía hace surgir el deseo de hacer algo. El deseo se pone de acurdo con la razón. De esa manera el sentimiento y el deseo son controlados por lo correcto y la razón. Estas personas son el soporte de la civilización.
  3. Estas dos esencias se manifiestan a través de cuatro clases de personas que DESEAN: 1. Satisfacer los deseos de su cuerpo, sus apetitos, comodidades físicas, entretenerse con la vida. 2. Acumular riquezas, poseer todo lo que se les antoja. 3. Los pensadores que buscan satisfacción en pensar, idealizar, descubrir, mediante las profesiones, artes, ciencia; sobresalir en el aprendizaje y el logro. 4. El buscador curioso  que busca satisfacer el deseo de conocer el origen de todo: el porqué, para que, cómo, dónde, cuándo.
  4. Hay una ley de atracción / rechazo en la que los iguales se buscan y los diferentes se rechazan. Esta ley los agrupa entre amigos y enemigos de…

Con lo expuesto hasta aquí, no podemos profetizar lo que se puede esperar de esas personas porque en realidad, como individuos, son EXTRAÑAS para nosotros, aunque podemos tener expectativas. Expuesto lo anterior usted puede imaginar las diferentes colchas de favores o enemistades que pueden darse dentro de un ‘régimen.’

Por otra parte, aunque  vivimos dentro de una realidad visible que llamamos universo en el que hay cosas buenas y malas; y otra invisible, que presentimos y constatamos de muchas maneras en sus realidades siniestras y gozosas, tampoco sabemos qué puede ocurrir. La   comprobación definitiva de esa realidad se hace manifiesta a través de personas con habilidades espirituales, buenas y malas, al igual que acontecimientos de la misma naturaleza.

Además, pareciera que el ‘universo’ que consideramos no personal o humano también nos sorprende con su extenso lenguaje de significados aislados, o coincidencias significativas que en un momento dado nos hacen conscientes de algo importante como, por ejemplo, intentar conocer a un presidente.  

Veamos ahora este otro hipotético planteamiento. Así como nuestros ojos ven lo físico, hay videntes que ven en el tiempo escenarios futuros, generalmente en sueños. Esto es conocido y aceptado como una realidad humana. Supongamos entonces que un ser superior puede ver, presente, pasado, futuro del mundo; sentir, comprender  nuestra conciencia como realmente es, o reacciona frente a eses eventos; no los ve como nosotros nos lo imaginamos, sino como son en realidad.

Y al ver nuestra IGNORANCIA, por compasión o misericordia, (Jesús dijo en la cruz: “Perdónalos porque no saben lo que hacen.” A los moradores de Jerusalén les advirtió sobre su destrucción que ocurriría 70 años después.)  quisiera enseñarnos /advertirnos de algo. Lo haría en términos absolutamente claros y de muchas maneras para que tomáramos decisiones libres asumiendo sus resultados. De esa forma nos enseñaría responsabilidad sobre nuestros actos y omisiones.

CONSIDEREMOS AHORA ESTE ESCENARIO COTIDIANO. Después de haber votado por alguien aprendemos  en qué medida participamos o compartimos el poder de esa persona; también, qué grado de identificación tenemos con su proceder; qué posibilidad tenemos de ser su amigo; y si sus logros nos benefician o no, o tienen algún significado. Obviamente la respuesta es NO. Muy poco pensamos sobre esta experiencia. Pero significa que esa persona que nos regirá será un EXTRAÑO, a pesar de que lo veamos todos los días. ¿Por qué no le damos importancia a esa realidad que es la que definitivamente tomará decisiones?

Porque votamos INFLUIDOS por una estructura de grupo llamada partido; nos IMAGINAMOS la función del grupo en el nuevo gobierno; su influencia, de la que nos aprovecharíamos, si tuviéramos ‘amigos’; la toma de decisiones que nos favorecerían; porque de nuestra identidad política se espera determinado comportamiento electoral, etc. Es decir somos parte de un escenario que nos satisface y pensamos que ser parte es suficiente, hasta cuando enfrentamos la realidad: esa persona por la que voté es un EXTRAÑO. ¿Por qué nos podemos sentir así?

El primer sentimiento ante un extraño es la desconfianza porque desconocemos a la persona; o porque la conocemos muy bien. Se pregunta uno si su vida es trasparente. Y si tiene el poder para castigar, pedir renuncias ¿qué me hará a mí? Y si Colombia es regida por alguien de quien se desconfía ¿será feliz? ¿Ha oído usted de alguien decir que esa persona es agradecida? Y aunque desconfiar puede ser un error; confiar demasiado también lo es. Porque las mentiras e incumplimiento de promesas generan desconfianza. ¿Y cómo se puede confiar en alguien que no puede contar toda la verdad de su vida frente a un medio masivo de comunicación?  

¿Con el poder se volverá más autosuficiente, o un dominante de tono pausado? ¿Poco controlado ante la crítica o  tolerante?  Si en la oposición se describía como víctima, fácilmente ofendido, ¿será  indeciso, temeroso, rígido, inhibido con el poder para castigar o será justo y ajustado a la ley? ¿Será que por haber nacido el 19 de abril y haber pertenecido al M19 se siente un predestinado para algo? El problema  es que de Carlos Lleras se pensó que había cohonestado un FRAUDE ELECTORAL;  y la elección de Petro también tiene el mismo cuestionamiento de Fraude. ¿Coincidencia significativa de qué y para qué?

Por lo que,  al considerar estos hechos en relación con los otros avatares de Colombia,  resulta difícil no dejarse dominar por una sospecha. Que el carácter completamente absurdo de todo esto pareciera  no aconsejar el uso de palabras como "azar" o "coincidencia".

Así,  el  escéptico tendría  la posibilidad de un único consuelo: que existe  algo así como el castigo de una ley impersonal fabricada por nosotros mismos que consistiría en una tremenda ineficacia de administrar lo obvio. De esa manera no habría culpables ni vencedores; ni echarle la culpa a un determinismo desconocido.  Es la única forma de enfrentar, sin mentiras,  lo mejor y peor de lo que somos capaces de pensar frente a un extraño muy conocido, sin sentirnos culpables, solamente curiosos,  y tomar precauciones. 

 
Publicado en Columnistas Nacionales

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