Jorge Enrique Pava
Jorge Enrique Pava
En muchos círculos de Manizales me han preguntado qué pasó con el seguimiento que le veníamos haciendo a la administración municipal, y con las denuncias que insistentemente producíamos sobre la indolencia, incapacidad y mediocridad del alcalde Carlos Mario Marín. Me preguntan si definitivamente nos tenemos que resignar a que Manizales se destruya, y a ver cómo se deteriora cada día más. Cuestionan, además, el resultado (así sea parcial) de las denuncias ante los entes de control y de justicia, y del progreso de las investigaciones judiciales ante la gravedad de las pruebas presentadas.
Jorge Enrique Pava
En enero de 1974 en los diarios nacionales apareció una campaña de expectativa que decía: “parásitos… gusanos? Espere M19”. Eran las primeras apariciones mediáticas del grupo guerrillero que llegaba a la vida pública como el salvador de un país enfrascado en el Frente Nacional.
Jorge Enrique Pava
No voy a mencionar un nombre, ni voy a expresar nuevamente mi favoritismo presidencial, no por miedo ni porque haya surtido efecto la campaña terrorista que han emprendido en mi contra quienes solo saben argumentar con la violencia, el insulto, la amenaza o las vías de hecho. ¡No! Lo que pretendo es enumerar algunos (solo algunos) de los argumentos que tengo para señalar porqué el colombiano que ame su país y que es víctima de la barbarie deba, primero que todo, salir a votar y, segundo, hacerlo por cualquiera, menos…:
Jorge Enrique Pava
Con el pasar de los días se van decantando las preferencias electorales de los colombianos y va quedando en evidencia que el país, a pesar de la polarización, tiene voluntad para luchar por la democracia y el sostenimiento de la institucionalidad. La virulencia de esas bodegas que acompañan con fruición la campaña del terrorismo y el Foro de Sao Paulo, está logrando el efecto contrario: el rechazo de más y más ciudadanos que, por el hecho de pensar diferente, o de aspirar a que el país permanezca bajo un régimen donde se respeten las libertades, la economía y las leyes, somos víctimas a diario de amenazas, insultos, ataques despiadados y atentados contra nuestros derechos constitucionales.
Jorge Enrique Pava
¿Desde cuándo los ahorros que yo hago con sacrificio y constancia se pueden considerar dineros del Estado? ¿Cuál es la razón jurídica o lógica para que me usurpen el dinero que mes a mes destino para asegurar mi futuro cuando ya no pueda trabajar? ¿Desde cuándo esa masa de más de 300 billones de pesos que hemos ahorrado los colombianos, puede ser objeto de las ambiciones desmedidas de un exterrorista? ¿A quién se le puede ocurrir que el dinero asegurado en los fondos de pensiones, que hasta ayer estaban protegidos y a buen resguardo, sean cobijados por el temor de que un asaltante con ínfulas de dictador se apropie de ellos para dilapidarlos? ¡Qué horror!
Jorge Enrique Pava
Estamos a dos días de unas elecciones que, como nunca, han enrarecido el ambiente en Caldas. Vivimos una guerra sin cuartel donde las armas están en manos de desquiciados sin escrúpulos ni consideraciones, y en uno de los bandos hay un orate posando de víctima cuando es el peor victimario.
Jorge Enrique Pava
Como es usual en este espacio, expresaré mis pronósticos sobre los resultados electorales del próximo 13 de marzo de 2022, basados solo en pálpitos subjetivos y algo de deseo personal, advirtiendo que tanto para la Cámara de Representantes como para el Senado, tenemos muy buenos candidatos en contienda a quienes hay que reconocerles la gallardía y la altura con la que han desarrollado su campaña, con excepción de Santiago Osorio Marín, quien no ha escatimado artimaña, triquiñuela, constreñimiento ni abuso de poder de su primo alcalde y quien por eso, y otros cuantos defectos que expondré en otro espacio, espero que sea derrotado y alejado de una vez por todas de cualquier actividad política o administrativa pública.
Jorge Enrique Pava
Están en un lugar recién adquirido por el alcalde. En la piscina chapotean varios secretarios del despacho y compañeros de desorden juvenil. Se consume licor y algunas sustancias prohibidas, y el jolgorio denota una rumba donde todo el mundo disfruta del desorden y el vicio. ¡La vida hay que gozarla! Ese es su lema.