Jorge Enrique Pava
Jorge Enrique Pava
Aunque hablar de plusvalía es tocar un tema espinoso, difícil, áspero y muchas veces inentendible, esta vez hay que abordarlo, no para analizar su conveniencia, perjuicio, viabilidad o repercusión, sino para dejar en evidencia la connivencia, el contubernio y la sociedad que existe entre el alcalde Carlos Mario Marín y el concejo de Manizales. Una sociedad donde el ejecutivo manda, ordena, dispone, ejerce su autoridad y pasa cuentas de cobro por las prebendas y dádivas prometidas o concedidas, y la mayoría de concejales, arrodillados, simplemente obedecen, agachan la cabeza, simulan debates, se dan vitrina y terminan aprobando indefectiblemente lo que dispone el emperadorcito. Es la magia del dinero, la burocracia, la corrupción y la venalidad moral de individuos expertos en negociar su voto y en fletear sus posiciones de manera desvergonzada y degradante.
Jorge Enrique Pava
Por más que queramos abstraernos de las catástrofes de ciudad y de las tragedias que nos asuelan, es imposible hacer caso omiso de las aberraciones del clan Marín Osorio, que llegó a Manizales para apoderarse de ella, saquearla, usufructuarla y dejarla totalmente postrada y rezagada. Y es que todos los días amanecemos con un nuevo escándalo, un nuevo asalto al erario, una nueva obra improvisada, un nuevo anuncio mentiroso, una nueva versión falaz o un nuevo ridículo del alcalde Marín.
Jorge Enrique Pava
El revuelo de esta semana en la alcaldía de Manizales corrió por cuenta del cacareado Coliseo Multipropósito, que se debió construir para atender parte de los juegos nacionales de 2023 y que, a la postre, terminará engrosando el museo de las promesas incumplidas creado en campaña por el representante-primo Santiago Osorio.
Jorge Enrique Pava
A los pocos días de que Carlos Mario Marín tratara de destruir el proyecto de Aerocafé ante el presidente Petro, saca sus dotes cantinflescas y pretende posar de salvador del aeropuerto, condicionándolo a que se cumplan ciertos aspectos que vale la pena analizar con detenimiento:
Jorge Enrique Pava
A un mes cumplido del nuevo gobierno nacional, la desesperanza no puede ser mayor. Lo que vemos es improvisación, desconocimiento de la realidad, atropellos a la razón, asaltos a la propiedad privada, intentos de expropiaciones, lenidad con los criminales y complacencia con la delincuencia. Vemos un país en caos, con riesgo de fracasar a muy corto plazo, y el asomo inminente de la mayor inseguridad jurídica y económica en nuestra historia. Y lo que dicen es que “heredaron un país en ruinas”, y que la culpa es de los partidos que históricamente han ejercido el poder en Colombia.
Jorge Enrique Pava
Sinceramente pensaba que la administración Marín solo iba a representar cuatro años perdidos para la ciudad y que se recordaría como la más inútil, corrupta e inepta en la vida de Manizales. Estaba convencido, además, de que el letargo en que nos encontrábamos los manizaleños nos había condenado a seguir en manos de gobernantes perversos que, gracias al constreñimiento que bien saben cometer los actuales, y al derroche de mermelada y dádivas, tenían garantizada su perpetuidad en el poder.
Jorge Enrique Pava
Definitivamente el caso de “Las Marionetas” está generando un revuelo de magnitudes desproporcionadas en Caldas y la región. Y no es para menos, pues el cúmulo de personas e instituciones que han salido salpicadas por estar relacionadas con hechos delictivos o, simplemente, por haber sido mencionadas en una conversación o ejercer el libre derecho al trabajo, como en el caso de algunos contratistas, tiende a crecer cada día.
Jorge Enrique Pava
Que un alcalde bloquee en sus redes sociales a ciudadanos críticos o a miembros de la oposición, lo único que demuestra es su impotencia para defenderse ante la verdad que estos revelan, y la imposibilidad de argumentar en su defensa. Y si bien la exposición que se ha implementado a través de medios de comunicación masivos, de acceso gratuito y de libre consulta y participación, en muchos casos significa una lesión íntima del afectado por comentarios o ataques personales, los hombres públicos saben que están expuestos a la crítica o la adulación, al ataque o la defensa, y a la denuncia pública o al reconocimiento de sus virtudes.