
Rafael Rodríguez Jaraba
Rafael Rodríguez-Jaraba*
Al culminar el año, y en medio de una emergencia sanitaria que pareciera que empieza a ceder, debemos evaluar desempeños, logros y frustraciones, así como reflexionar sobre los obstáculos que nos distancian de un mañana mejor.
Rafael Rodríguez-Jaraba*
Con la descomunal devaluación que sufrió el Peso frente al Dólar al culminar la semana, nuevamente quedó demostrada la insaciable voracidad de los establecimientos de crédito y en especial de los bancos, que cada vez que se les antoja, alteran la tasa de cambio a su favor desafiando la autoridad cambiaria e infligiendo inestimables daños al mercado.
Rafael Rodríguez-Jaraba*
La triste liquidación de la otrora ejemplar cadena de almacenes La 14 de Cali de propiedad de la familia Cardona, sobrecoge y enluta la región, invita a la reflexión y motiva esta austera columna. Lo ocurrido en La 14, es lo que no debe suceder en las empresas de familia.
Rafael Rodríguez-Jaraba*
Lo decidido por pírrica y cuestionable mayoría de la Corte Constitucional, en relación con la acción de tutela interpuesta por el ciudadano Álvaro Uribe Vélez, desconoce los más elementales principios generales de derecho, violenta el orden constitucional, transgrede el ordenamiento legal y de nuevo devela el sesgo político de algunos de sus magistrados que han demostrado no ser dignos de hacer parte de ella.
Rafael Rodríguez-Jaraba*
Es bueno rememorar la prédica de Federico de Amberes: “No hay peor error que ignorar la historia, y peor aún, si por ser reciente y adversa, puede prevenir que se vuelva a incurrir en los mismos yerros narrados por ella.”
Rafael Rodríguez-Jaraba*
Las señales que la Junta Directiva del Banco de la República está enviando al mercado, son de debilidad y no de fortaleza, y en su afán por combatir el fantasma de la inflación que la ronda, está obstruyendo la tenue y sostenida recuperación económica que empieza a experimentar la nación.
Rafael Rodríguez-Jaraba*
Se cumplieron 9 años de la firma en Bruselas del Tratado de Libre Comercio (TLC) entre Colombia y la Unión Europea (UE), el mismo tratado que el cabecilla de la mal llamada “Colombia Humana”, solicitara que se suspendiera para Colombia.
Rafael Rodríguez-Jaraba*
En Colombia, nada, absolutamente nada, es más urgente y prevalente que reducir la pobreza, ahora agudizada por la contingencia sanitaria, por la inmigración de cientos de miles de ciudadanos venezolanos y por la destrucción masiva de empresas, y con ello, de empleos, producto del vandalismo alentado por la mal llamada “Colombia Humana” de Gustavo Petro.