Casi cuatrocientos mil votos encontrados a favor del izquierdismo, más unos veintisiete mil para otros grupos de izquierda, tres curules más y las mismas que se restan a los partidos democráticos, casi logran su cometido para controlar el Congreso. Vamos a ver qué más nos espera para que las autoridades electorales le entreguen el Estado a la izquierda madurista y destructora de las democracias.
Siguen las elecciones presidenciales, con los mismos personajes al manejo de elecciones, jurados, reconteos y resultados, eso nos preocupa.
Decíamos, con el líder Uribe, ojo al 22. Hay que agregar ahora: ojo al conteo, reconteo y volver a contar los votos. Ojo con las autoridades electorales, ojo a sus mañas.
Desde el manejo de los formularios, su conformación, las condiciones para los votantes, hasta los bolígrafos, se habían planteado dudas sobre los comicios del 13 de marzo. Nada se hizo en ese momento, pero sí parece que algo se hizo con posterioridad.
Los colombianos exigimos más transparencia, más claridad, más información, más tecnología, más controles para las próximas elecciones y que no dejen dudas que acabarán con la democracia colombiana. Aunque eso sea lo que pretendan los de la izquierda madurista.
Es importante la presencia de veedores internacionales, si estos tuvieran conocimientos de los integrantes de las mesas como jurados, si conocieran quiénes integran a Fecode, si supieran de las mañas de la Registraduría, si supieran lo que aquí pasa con el reconteo. Lo que hay que hacer es un cambio completo en la Registraduría y un cambio de los jurados de las mesas de votación.
Se me ocurre un nuevo sacrificio de los empresarios colombianos por el bien de la democracia, del mismo futuro de las empresas y de todo un pueblo. La idea es que faciliten a sus empleados y trabajadores para que sirvan de jurados de votación en las mesas. Que ese domingo de sacrificio sea compensado con un salario doble como si trabajaran ese día en la empresa. Sería una carga más para los empresarios, pero sería un seguro de subsistencia para la empresa privada colombiana. Ahí les dejo ese trompo en l’uña.
El sacrificio para la conservación y salvación de la democracia de nuestro país tiene que ser de todos. No pude haber egoísmos, no podemos pensar solamente en nuestro bienestar, el bienestar tiene que ser para todos, si queremos conservar la joya que aún tenemos, a pesar de los intentos de nuestro vecino de acabar con la democracia colombiana.
Es un compromiso general defendernos de las aspiraciones de nuestro vecino y de los malos colombianos.
https://www.elcolombiano.com/, Medellín, 24 de marzo de 2022.