Contrario a otras culturas, el colombiano le agrega algo especial a lo que hace y es el de hacerlo todo con sentimiento, con pasión y con amor por el país.
Los compatriotas que se fueron del país por diversos motivos todos los días piensan en Colombia, añoran volver al país, y así logren sus metas, siempre, siempre, esta tierra del café, de las esmeraldas, de la gente verraca y trabajadora, de los dos océanos y de las mujeres más lindas del mundo, Colombia está presente en sus pensamientos. Sencillamente, porque nacimos aquí, la familia, los amigos, los mejores recuerdos y la felicidad, están aquí.
Los que vivimos en el país tenemos la responsabilidad de cuidar su democracia, libertad, contribuir al orden y la seguridad, cumplir las leyes y dar ejemplo de cívica y de ser buenos ciudadanos. Cada día es una aventura, un riesgo, un encuentro con la brusca realidad, un anhelo de triunfo venciendo la adversidad.
A nivel de poder, este año 2022 es definitivo para el país, pues nos jugamos nada menos que el modelo económico, social y político de los próximos 30 años.
Las cartas están sobre la mesa, por un lado, la derecha representando la institucionalidad, el estado de derecho, la democracia y la libertad; por el otro lado, el nefasto neo comunismo cubano venezolano, decidido a acabar con la libertad, la democracia, la propiedad privada, la destrucción del empresariado, el sometimiento ciudadano a un estado opresor decidido a esclavizarte y decidir por ti.
Esto último, representa la dictadura, la anarquía de una sociedad políticamente organizada pero sin una figura de Estado, donde la cabeza no requiere de estructura de gobierno y menos, de control social.
El neocomunismo es la expresión legítima de la extrema pobreza moral y económica de los ciudadanos, es el miedo encarnado en un probable presidente con antecedentes criminales y terroristas, es el silencio cómplice de quienes lo apoyan y esperan hacer parte de esa autocracia corrupta y manipuladora; significa el neocomunismo la persecución y detención de opositores políticos; es la reivindicación de una fuerza pública politizada y manipulada por un dictador.
En este nuevo año los propósitos y metas a nivel de sociedad son fundamentales, no hay tiempo para pensar solo para actuar, votando bien y masivamente por el candidato que salga electo de la coalición de derecha.
En esta nueva vuelta al sol que ya arrancó esperamos haber descansado, reflexionado y haber recargado baterías porque lo que se viene en materia político electoral es muy complejo, agotador y lleno de odios y resentimientos en contra de quienes defendemos con honor los bienes supremos de la fé en Dios, el amor a la familia y el respeto a las instituciones.
Sin duda, las primarias están en Medellín con el proceso de revocatoria del Alcalde. Es el primer round para medirle el aceite a la izquierda petrista y a la coalición de derecha (otros dicen que centro derecha). Como sea, hay que ganar, invitando al ciudadano paisa a votar por el sí revocatorio, explicándole respetuosamente, la larga lista de desaciertos en materia de gobernabilidad, los escándalos de corrupción y malos manejos de los recursos públicos del alcalde, el proselitismo político de ese “emperadorcito” en favor de su jefe el ex guerrillero Petro; la dinastía familiar del señor Quintero quienes manejan toda la contratación y los cargos públicos más importantes de la ciudad.
La lista es larga y lo importante es que hay discurso y hechos que prueban cómo un “malandro de quinta categoría” está robándose y destruyendo a la hermosa Medellín.
El otro round que va a ser en simultáneo con la revocatoria es el del congreso donde hay que conseguir la mayor cantidad de curules posibles tanto en la cámara como en el senado.
Si se dan positivamente estos dos round en favor de la derecha, no cabe duda que, el candidato de Maduro la tendrá muy difícil para ganar la presidencia y su neocomunismo sonará con más fuerza como disco rayado, su asquienta lucha de clases, la paz de Santos con impunidad, el progresismo libertino asociado y permisivo con los delincuentes y los guerrilleros que hoy posan de faros morales, todos en un mismo saco lleno de podredumbre, no tendrán camino distinto que resignar sus esperanzas de doblegar a Colombia y de convertirla en otra Venezuela.
En esta nueva vuelta al sol, se define todo. Es tan importante este 2022 que pueden ser las últimas elecciones en democracia. El último presidente elegido por las mayorías ciudadanas, el último congreso bicameral electo por voto popular. Y desgraciadamente, el inicio de una dictadura extensiva en el tiempo, con un ex alcalde de Medellín revocado pero consentido por el dictador y nombrado como ministro o de vuelta a su cargo de manera indefinida.
No suena descabellado lo que aquí se escribe, todo puede suceder. Dependemos es de la fuerza ciudadana, del corazón de millones de colombianos que saben y han sido testigos del vandalismo, de la permisividad de gobernantes que consienten el terrorismo y la delincuencia, de la debacle institucional y el subdesarrollo de Bogotá, Medellín y Cali gobernadas por inexpertos activistas políticos de izquierda.
Felicidades en esta nueva vuelta al sol sin antes recordar que nos jugaremos la vida política, la alegría típica del colombiano, el amor por Colombia, la democracia y la libertad.