Padre Mario García Isaza
Pbro. Mario García*
No estamos, no, de fiesta. Los resultados de la jornada electoral del domingo 19 de junio, constituyen una muy mala noticia para Colombia, que con ellos ha caído también, como gran parte de nuestro subcontinente, en la órbita del socialismo del siglo veintiuno. El horizonte de la patria se ha ensombrecido, y, sin que esta afirmación sea un síntoma de fatalismo, hay que saber que le esperan a nuestra nación muy malos días.
Pbro. Mario García*
La Conferencia Episcopal de Colombia acaba de pronunciarse sobre la última aberrante decisión de la Corte Constitucional, que despenaliza el SMA (suicidio médicamente asistido). Nuestros Pastores expresan su profundo dolor ante esta nueva monstruosidad de esa institución nefasta; y lo hacen “en armonía con la perenne enseñanza de la Iglesia…y haciendo propios los sentimientos del pueblo creyente”.
Pbro. Mario García*
“Las autoridades de la República están instituidas para proteger a todas las personas…en su vida, honra, bienes, creencias y demás derechos…” (Constitución de la >República de Colombia, art. 2)
“El derecho a la vida es inviolable. No habrá pena de muerte” (Ibid., art. 11), art. 11)
Pbro. Mario García*
Vivimos, quién lo duda, una época de desconcierto; es como si ya no tuviésemos certeza alguna; como si anduviésemos sin norte ni brújula; como si hubiésemos entrado en un dédalo inextricable y no tuviésemos, para buscar la salida, un hilo conductor. ¡Cuánto bien hacen, en coyunturas tales, los guías seguros, conocedores del camino, prudentes, atinados, y, sobre todo, firmes en la doctrina! ¡Y cuánto mal los que, por el contrario, señalan rumbos equivocados, o trastornan más, con sus desatinos y sus ambigüedades, los corazones y las mentes!
Pbro. Mario García*
Es el interrogante que, inevitablemente, muchísimos colombianos nos vamos planteando, ante los delirantes desafueros de la malhadada corte constitucional. Cuando uno podría pensar que ya llegaron al extremo de su insania, un nuevo paso de los togados enceguecidos que la componen vuelve a aterrarnos, una nueva de sus aberraciones aparece para pisotear toda moral, todo principio, todo valor.
Pbro. Mario García*
Sí, que doblen a duelo las campanas. El crimen está consumado. Y mientras tanto, que los infanticidas de la nefanda corte constitucional festejen su victoria y se solacen en los aplausos que les están brindando quienes los aupaban.
Pbro. Mario García*
El Departamento de doctrina del Secretariado Permanente del Episcopado, publicó hace unos días una cartilla, que se anuncia como la primera de una serie, sobre el respeto al primero de los derechos fundamentales de toda persona: el derecho a la vida, como don de Dios del que sólo Él es dueño y contra el cual nadie puede atreverse a atentar.
Pbro. Mario García*
El pasado jueves, la Corte Constitucional, que como en tantas otras oportunidades se comprometía en una tarea que no le corresponde, dejó en suspenso la decisión sobre la despenalización del infanticidio abortivo en Colombia. Ya conocemos que al aceptar el impedimento del magistrado Linares, votaron ocho magistrados; y que cuatro de ellos (Antonio José Lizarazo, Alberto Rojas, José Fernando Reyes y Diana Fajardo) lo hicieron a favor del aborto, y cuatro (Paola Meneses, Cristina Pardo, Gloria Ortiz y Jorge Enrique Ibáñez), en contra. Y que, en consecuencia, dos conjueces escogidos por la misma Corte: Julio Andrés Ossa y Juan Carlos Henao, deberán ahora definir asunto tan trascendental.