En los foros internacionales, como ocurrió ahora en Davos, planteó por enésima vez que, si no se hace caso de sus admoniciones contra el capitalismo del norte, basado en combustibles fósiles responsables del cambio climático, la humanidad desaparecerá, comenzando por nosotros, los pobrecitos del sur.
Los representantes de los países desarrollados deben desternillarse de la risa cuando les dice que desmonten ya sus economías; pero eso sí, que antes, le den miles de millones de dólares -y no las limosnas que denuncia, pero recibe- para salvar la Amazonía, mientras, él permite que los narcotraficantes la destruyan y contaminen sus ríos. Y más risa les habrá dado, cuando contrastaron sus insultos y su demonización del capitalismo con la intervención de Milei que afirma, como lo han hecho muchos otros, que ese sistema ha conducido a niveles sin precedentes de prosperidad de la humanidad, y que el cambio climático es una falacia. Para ellos, que haya un bufón en la corte distiende el ambiente. O un loro que se aprendió mal una lección y no desaprovecha para repetirla cuando alguien le dice que repita “quiero cacao” (subsidios).
Y mucha más risa cuando ingresa a una asociación de pequeñísimas islas del Pacífico que piden para la producción de ese tipo de petróleo, gas y carbón. (Si se preguntaban quién podría defenderlos, lo encontraron, y gratis). Con seguridad, los bienvivientes de la burocracia internacional ya le deben estar buscando, si es que deja la presidencia de Colombia, una ONG ambiental para que presida junto con Greta Thunberg, aunque ella no contamina al aire viajando con combustibles de avión, ni lo hace con inmensas comitivas que arrojan sus basuras tropicales en los hoteles europeos y nos cuestan un dineral que podríamos invertir en cuidar nuestro ambiente.
Sus colegas de Latinoamérica, deben estar felices, comenzando por sus amigos Maduro; Lulla y López Obrador. Para ellos, la producción de combustibles está en el centro de sus intereses y planes económicos a corto, mediano y largo plazo y el país es un posible gran cliente. Qué siga así, que ellos nos venden los combustibles que necesitemos.
Los únicos infelices somos nosotros los colombianos, quienes tendremos que sobrevivir al hecho de que no hay más contratos de exploración de combustibles fósiles. A vivir sabroso del turismo con combustible importado.
Paralelamente, como lo he venido denunciando, Petro se prepara para una toma hostil de la Fiscalía. Y lo hará con todos los mecanismos de presión que conoce. Según Semana (https://www.semana.com/nacion/justicia/articulo/la-corte-en-la-mira-hostigamientos-presiones-seguimientos-y-un-robo-encendieron-las-alarmas-en-medio-de-la-eleccion-de-fiscal-general/202458/), los magistrados de la Corte Suprema tienen temor a ser seguidos o chuzados y se lo hicieron saber a Petro. Un magistrado que pidió anonimato, por razones obvias, manifestó que “El país sabe todas las reservas y las prevenciones que hay sobre el manejo que las agencias del Estado le están dando a la inteligencia”, que, todos sabemos, está en manos de funcionarios que militaron con el presidente en el M-19; otro magistrado se siente perseguido porque se atrevió a pedir que en la terna hubiera un hombre: las bodegas petristas lo insultaron inclementemente; desconocidos robaron en su casa computadores en los que tenía información sensible sobre casos que ha llevado y lleva, y, posteriormente, fue objeto de otro robo a su casa. El temor es tal que ya llevó su caso a la ONU.
Lo que ocurrirá frente a la elección, es sintetizado así por la revista: “si hoy se votara la terna, las cuentas serían adversas y habría más votos en blanco que a favor de alguna de las candidatas, y el proceso continuaría en febrero, en la siguiente sala. Si entonces no se elige, todo se correría hasta abril, mes crucial, puesto que salen cinco magistrados que concluyen su periodo de ocho años. Lo que pueda suceder de ahí en adelante es incierto, y los magistrados, en su sabiduría y tomándose el tiempo necesario, elegirán cuando consideren”.
La elección de un Fiscal independiente es crucial para la sobrevivencia de nuestra democracia. Con una fiscalía de bolsillo y la actuación de los organismos de inteligencia que controla Petro, que ya comenzaron a perfilar opositores a quienes acusa de organizar un golpe de estado por hablar de procedimientos que están establecidos en la Constitución, es el camino para la puesta en marcha de un estado policía. Los ciudadanos tienen la palabra para defender la independencia de poderes, la constitución y las leyes.
