“Esta nueva cifra no debe disuadir a nadie para caminar y caminar. Los investigadores encontraron que mientras más movimiento haya, tanto mejor, asociaron cada 1.000 pasos adicionales por día con un 15% de menor probabilidad de una muerte prematura. Sus investigaciones se suman a un creciente número de estudios que sugieren que el ejercicio no tiene que ser intenso o prolongado para mejorar la salud. Todo contribuye al bienestar, desde caminar hasta bailar, concluyeron los estudios”.
“Con el fin de fundar sus hallazgos, analizó el grupo de investigadores 17 artículos ya publicados sobre caminar y la salud. Incluyeron estos estudios 250.000 adultos de múltiples países con 64 años en promedio de edad. Gozaban algunos de ellos de buena salud y otros presentaban algunos síntomas de enfermedades cardiovasculares. Los estudiaron durante siete años en promedio”.
“Concluyeron los investigadores tras analizar los datos de sus estudios que declinaba el riesgo de muerte mientras más caminaba la gente. No encontraron un punto en el cual dejara de ser beneficiosa la actividad adicional hasta llegar hasta los 20.000 pasos por día”.
“Coincidieron nuestros investigadores con los autores de los estudios anteriores en que el riesgo de morir de alguna causa comenzaba a declinar cuando los participantes superaban el umbral de los 4.000 pasos por día, unos tres kilómetros. El umbral de mejoría para los en riesgo de morir de una enfermedad cardiovascular los situaron en 2.500 pasos por día”.
“Estas tendencias permanecieron bastante constantes a través de la geografía, así como las comparaciones entre hombres y mujeres. Sin embargo, algunas diferencias sí se presentaron entre los grupos de edades. A los adultos mayores de 60 años se les desplomó su mortalidad un 42% tras caminar entre 6.000 y 10.000 pasos por día. A los menores de 60 años les disminuyó esta un 49% tras caminar entre 7.000 y 13.000 pasos por día”.
“Sobre estos hallazgos conviene hacer algunas advertencias. Las observaciones de esta naturaleza sí pueden descubrir patrones, pero no pueden establecer relaciones de causa y efecto. Los investigadores no fueron capaces de establecer los estatus económicos ni los estilos de vida de los participantes. Resulta posible, por ejemplo, que los más activos tuvieran otros hábitos de salud que les estuvieran contribuyendo a su longevidad”.
Conclusión: “Más movimiento resulta casi siempre mejor que nada, pero una pequeña cantidad también es mejor que nada”.
Referencia. Revista Time. Artículo titulado: “Forget 10.000 Steps. Here´s How Much Science Says You Actually Need to Walk”. Autor: Jamie Ducharme. Publicado el 8 de Agosto de 2023.