“El 18 de julio de 2024 capturó el explorador Perseverance de la Nasa en un antiguo delta fluvial la imagen de una roca de alrededor de un metro por 60 centímetros a la que llamó “Cheyava Falls”, roca con características que hacen pensar en la huella que los microbios podrían haber dejado en ella, en esta zona cálida y húmeda, hace varios miles de millones de años. Los científicos aclararon que no habían hallado nada que consideraran como organismos fosilizados”.
“La científica adjunta del proyecto, Kathryn Stack Morgan dijo: cuanto estamos diciendo es que tenemos una posible bioforma en Marte, esto es, una roca con composición o textura que podría tener origen biológico”.
“Los instrumentos del Perseverance detectaron compuestos orgánicos dentro de la roca, compuestos que podrían constituir la vida tal y como la conocemos. El explorador detectó vetas de sulfato de calcio y depósitos minerales que parecen haber sido depositados por un flujo de agua. El agua líquida es uno de los ingredientes clave para la vida”.
“El Perseverance también detectó algunas manchas blanquecinas pequeñas, de un milímetro aproximadamente, con anillos negros a su alrededor, manchas parecidas a las de un leopardo en miniatura. Los anillos negros contienen fosfato de hierro. Las reacciones químicas que crearon las manchas de leopardo también podrían haber proporcionado energía para la vida de los microbios”.
“Con frecuencia, aunque no siempre, son señal de vida los compuestos orgánicos formados por moléculas que contienen carbono e hidrógeno. También pueden los compuestos ser creados por procesos geológicos como fenómenos hidrotermales que no tienen relación con la vida. La compleja estructura interior de la roca Cheyava Fall podría tener muchas explicaciones posibles”:
“Bill Nelson, administrador de la Nasa, estimó en 11.000 millones de dólares el costo de la misión para traer muestras desde Marte”. Termina el artículo citado hablando de los esfuerzos de la NASA para reducir estos miles de millones.