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¿A la inflación del “Ratón Pérez” quien le mete el diente?

Juan David Escobar Valencia

No creo que el Departamento Administrativo Nacional de Estadísticas, DANE, siga la evolución del precio de la caída de un diente en los niños colombianos, porque considerará que un diente de leche no es un artículo de primera necesidad si de todas maneras hay una segunda camada en camino cuando la primera haya sucumbido a los efectos de la gravedad y las deficientes propiedades de cimentación y confinamiento lateral de las encías. Pero como hay países que miden prácticamente todo, aprovechemos sus hallazgos y extrapolémoslos al mundo subdesarrollado.

El último reporte del Tooth Fairy Index TM, de EE.UU., señaló que el promedio de la recompensa que se le hace a un niño en ese país por perder un diente y ser recogido sigilosamente por el “Hada de los Dientes”, pues parece que a nuestro “Ratón Pérez” no le dieron visa para trabajar allí, es de 6.23 dólares, 87 centavos más alta que el año anterior, lo que indica una inflación anual del 16.2%, a la que la Reserva Federal no le ha querido meter el diente para controlar porque supuestamente está en la fase de desacelerar el crecimiento de la tasa de interés.

El precio del Ratón Pérez gringo había estado relativamente estable hasta 2012, a unos 2 dólares por pieza, pero luego empezó a subir hasta 4.5 antes de la pandemia del Covid-19, de la que nadie se salvó. Pero luego volvió a dispararse y su tasa de crecimiento es superior al del indicador Standard & Poor´s 500 que se considera el más representativo de la situación real del mercado bursátil.

Pero si un niño pierde en promedio unos 20 dientes de leche, cuyo precio unitario en EE.UU. es prácticamente igual al de una botella de vino de la “leche de la mujer amada”, Liebfraumilch Dr. Meister, el otoño dental de cada uno de sus retoños le costaría al padre estadounidense unos 125 dólares, 600.000 pesos colombianos aproximadamente. A ese precio la tasa interna de retorno de cuidarle los dientes de leche a los niños resulta inviable y por tanto ¿la compra de cepillos y cremas de dientes de buena calidad debería aplazarse hasta que salgan los dientes definitivos?

¿Pero por qué se ha disparado tanto el precio de la caída del diente de leche? Podría ser un tema de investigación para tanto académico desesperado por escribir papers de cosas que a nadie le importan en Journals que pocos leen.

Los que dicen que pueden interpretar los sueños, sugieren que soñar con perder los dientes puede significar varias cosas que tal vez expliquen por qué haya que sobornar a los niños con tanto dinero. Miedo a envejecer, pero esto no aplica a quien tiene toda su vida por delante. Otras interpretaciones apuntan a que puede significar miedo a hacer el ridículo, a perder un ser querido, a haber tomado una decisión equivocada o a morirse. Estas cosas sí son graves y si con 6.23 dólares se quitaran, yo pagaría hasta 7

https://www.elcolombiano.com/, Medellín, 20 de marzo de 2023.

Publicado en Columnistas Nacionales

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