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Pedro Aja Castaño   

Por todo aquel que se declare por mí ante los hombres, yo también me declararé por él ante mi Padre que está en los cielos; pero a quien me niegue ante los hombres, le negaré yo también ante mi Padre que está en los cielos. Mateo 10: 32- 33 Biblia de Jerusalén

Un radical es un hombre con ambos pies firmemente plantados en el aire. Franklin D. Roosevelt

ATAQUE A CATEDRAL ABRE POLÉMICA SOBRE ACTUACIÓN DE LA POLICÍA” Leí esa noticia en El Tiempo del 30/09/22 con el alma adolorida. Porque el delito que causaría rechazo y ofensa en la conciencia de cualquier persona racional y decente, no se dio. Sino: “LAS DUDAS QUE DEJA LA RESPUESTA DE LA POLICÍA A VANDALIZACIÓN DE LA CATEDRAL PRIMADA DE COLOMBIA.”

 Ya que, en el sentir de la alcaldesa no se aplicó el protocolo contra vandalismo de manera correcta. ¿Por qué existe ese protocolo? Porque el quinto mandamiento prohíbe matar. La policía lo cumple mediante un protocolo. Pero los vándalos no cumplen el Capítulo II del Código de Policía que trata “Del cuidado e integridad del espacio público.”

Pues bien, cuando la policía castigaba con mano dura y aprehendía a los delincuentes, era malo porque había que desprestigiar a Duque. Pero si la policía aplica lo acordado en el manejo de marchas, como lo explicó su comandante, también es malo porque hay que desprestigiarla, como institución.

Es decir, “palo porque bogas y palo porque no bogas”. ¿Qué produce eso? Neutralización del poder policial  garantizado constitucionalmente según el Título II, Capítulo I del Código Nacional de Policía y Convivencia.

Además,  el ditirambo de la opinión izquierdosa pone a los ‘pobres vándalos’ de víctimas. ¿Por qué no se ve el meollo del asunto y se discute lo superfluo? Así es como el régimen del mal le ha lavado el cerebro al mundo con enrevesados derechos y opiniones que confunden la verdad de las cosas.

De ahí que en este artículo, escriba sobre la vida,  las buenas costumbres y sus fundamentos, no desde una posición política, sino desde el universal  sentido común, Inspirado por los DIEZ MANDAMIENTOS. Porque en la intimidad muchos políticos los asumen, mientras que en  sus concepciones públicas son divergentes. ¿Por qué se da esa contradicción?

No meditan ni  hacen examen de conciencia sobre sus actos como mandatarios en relación con los diez mandamientos. Si lo hicieran, algo extraordinario podría  sucederles a esas personas. Desde sus puestos de poder, no importa que dificultades tuvieran, porque siempre brotaría de   sus conciencias la inspiración para hacer lo correcto para ellos mismos y por los otros. A esas personas se les reconocería su sintonía con el bien común, a pesar de sus equivocaciones humanas. Pero también esa  inteligencia humana sabría  detectar lo contrario.

 Pues bien, un régimen autoritario por medio de sus propagandistas, acaba con ese sentido profundo de la vida que genera  buenas costumbres políticas,  citadinas y campesinas. Por ejemplo, en  el campo, cuya esencia no se divulga en los medios, existen   experiencias de reconocimiento y respeto humano como ley fundamental de la convivencia; y también se da el menosprecio común, cuando se viola su convivencia pacífica, expresado por opiniones o las fuerzas de las armas, si se hace necesario. Desde luego que esto no se alcanza a oír, vivir, o entender, debido a la algarabía mediática

De ahí que, en su última portada, los atropellos de los invasores hayan sido catalogados por  SEMANA  como LA NUEVA GUERRA, un término político que sepulta la claridad moral y ética de lo indebido. Por lo que le sugeriría a su excelente directora que pensara en una edición extraordinaria en la que explicara eso de NO CODICIAR LOS BIENES AJENOS, el último de los mandamientos de la ley de Dios, que es lo que vienen haciendo los invasores desde hace tiempo dizque porque tienen un derecho ancestral.

Ahora bien, se codicia cuando no se tiene algo bueno o un bien,  y se le quiere robar o apropiar para algo. La tierra, sin cultivar, sencillamente significa posesión de un territorio, para establecer, posiblemente, una república o propiedad independiente, en sitios estratégicos del país, para hacer de las suyas

Así, los 770 resguardos indígenas tienen 28,9 millones de hectáreas, eso es 25,3% del total nacional ubicados en departamentos del suroriente. ¿Pero qué pasa cuando se ‘codicia’ al Dios que otros tienen y son felices, porque ese Dios cumple sus promesas para los que se portan bien; y castigo para los que hacen el mal?¿Qué pasa cuando se codicia a la mujer del vecino que es bonita, tiene y da  el amor que el envidioso no tiene?

Conozco a una persona especial que es  de buenas costumbres y el ejemplo de su familia. Esa mujer es considerada, alegre, generosa, le gusta cooperar, es útil para los otros, no menosprecia a la gente, ni dice groserías, respeta la privacidad de los demás; a su manera es espiritual. Esa persona es un  ejemplo de vida.  Es un ser importante para la comunidad porque de manera callada hace lo suyo, siendo ejemplo sin pretenderlo.

Lo anterior quiere decir que   la prohibición absoluta y para todos los tiempos de NO CODICIAR LOS BIENES AJENOS,  o la mujer del prójimo, es una advertencia para no violar las leyes que hacen feliz a una comunidad: adorar un principio superior, decir la verdad, ser útil ayudando, respetando la vida propia, de los otros y la del ambiente; admirar lo bueno y propagarlo.  Hay millones de personas que hacen eso a diario y eso es lo que sostiene a una civilización imperfecta.

Pero  ¿cómo se induce la codicia? Corrompiendo el pensamiento mediante malas costumbres o  una actitud que, como resultado de un condicionamiento político profundo,  justifica el odio real o funcional hacia todo lo que es bueno. El truco es que si un estado o una cultura enseñen  a odiar o a dudar de  lo bueno, abierta o sutilmente,  premiando a los seguidores del mal,  llamándolos progresistas para entronizarlos en el trono  de la moral pública,  de ahí en adelante todo lo perverso  puede ocurrir.

Y como un corolario se odia a Dios y sus representantes porque combaten ese engaño. Por eso las feministas que no respetan cosa alguna, sagrada ni profana,   saben que hacen lo malo, no importa qué justificación política tengan o qué derecho quieran ejercer. POR ESO SE VANDALIZÓ LA CATEDRAL. De ahí que ciertas feministas, no todas, sean  las tontas útiles del demonio.

PORQUE LA VIDA, a pesar de que es  algo que va sucediendo en nuestras conciencias desde el momento que nacemos hasta cuando morimos, debe ser intuida en su grandeza y sacralidad, poco a poco, mediante una buena guía. Ya que la vida tiene  todas las capacidades para desarrollarse, reproducirse, mantenerse en un ambiente; sufrir, amar, sentir variedad de emociones, soñar crear relaciones; tener ideas, creencias, afectos y desafectos. Ese ‘algo’ es permanentemente creativo para nuestra felicidad si nos abrimos a su realidad. Y la forma para hacerlo es mediante el amor.  “Ama y haz lo que quieras”, decía San Agustín, afirmando la integridad en el bien de aquel que ama de verdad. 

La vida es tan rica, maravillosa, increíble,  que sirve de forma de comparación sublime y extrema. Por ejemplo, cuando alguien dice esa mujer/hombre es MI VIDA; o la música es MI VIDA.  Lo peor de la vida, la muerte, queda superada, derrotada, cuando se dice PASÓ A MEJOR VIDA. Algunas personas de intuición muy profunda, al experimentar la sublimidad manifestada e inmanente de lo que ocurre alrededor nuestro y dentro de nuestra alma, sienten y piensan  que TODO ES DIOS. Los superficiales los llaman extremistas.

Y cuando unas pocas   personas  viven y nos hablan de  la unidad de todo, se esfuma entonces, para ellos,  la separatividad que nos hace sufrir y en nosotros surge una inmensa esperanza de una vida mejor. A eso lo llaman ILUMINACIÓN DE LA CONCIENCIA. Pero todo este tesoro de realidades, posibilidades, sueños, que quizá, solo ciertos  poetas y místicos presienten, algunos seres muy especiales, en su hermosa humildad  lo entregan POR LA PATRIA, siguiendo el ejemplo de un Dios que entregó su vida por la humanidad. ¿Entendemos ahora lo que es un héroe? Pero la ignorancia desprecia esa verdad.

Por otra parte, los imbéciles amargan esa vida; los ludópatas extremos se la juegan; los parranderos dicen que hay vida en cierta calle; los teatreros les dan vida a sus personajes. ¡ESTO ES VIDA! Grita el que descubre la felicidad. Es decir, la vida lo dice todo; pero es el libro que muy pocos leen. Estoy empezando a descifrar su alfabeto.

Pero ciertos personajes nos quieren convertir en ANALFABETOS EXISTENCIALES para darse un gustazo de poder, como parte de lo que ellos consideran vida. Por eso la vandalización de la Catedral Primada de Colombia es un símbolo de lo que  el mal quiere destruir: LA VIDA CREADA POR DIOS  y su mejor exponente: EL SER HUMANO LIBRE, AUTOCONSCIENTE Y QUE,  A PESAR DE SUS EQUIVOCACIONES Y FALLAS,  BUSCA A DIOS.    

Yo he tratado de hacer una descripción poética y filosófica de  lo que ocurre cuando nos alejamos de Dios. Pero el Profesor Moisés Wasserman lo describe de manera más realista  en su columna EL BARRIO SANTAFÉ en la que nos cuenta: “El barrio Santa Fe ha estado en las noticias. Mereció recientemente un editorial de este periódico, y un reportaje titulado ‘Prostitución, mafias y sicariato: así se vive en el terror del barrio Santa Fe’. Fue el barrio de mi infancia y adolescencia; era muy diferente.”

Y nos describe cómo era. Los niños jugaban en las calles y podían recorrerlas  tranquilos, haciendo mandados,  porque nada malo les pasaría. Pero el mal llegó de una manera disimulada y lo cambió todo. El profe lo describe con la inocencia de esa edad:  

“Había una casa que veíamos con mucha curiosidad, la de la señora Blanca Varón. Decían que era un prostíbulo y que personas muy importantes (hasta presidentes) la visitaban. Pero a pesar de que quedaba frente al paradero del bus, nunca percibimos nada escandaloso. “¿Qué pasó con ese barrio? ¿Cómo llegó a ser centro de mafias, de narcotraficantes y sicarios, con ‘casas de pique’ e historias de terror? ¿Acaso el destino inevitable de los barrios que envejecen es el deterioro y la degradación moral?”  

No, Profesor Wasserman. Hay barrios que envejecen, pero la gente decente los puede mantener como orgullo de la comunidad. Eso pasa  con el Barrio “La Candelaria.” Allí se fundó Santa Fe de Bogotá  el 6 de agosto de 1538. 

Por otra parte, el mal puede llegar a nuestro barrio mediante un cacho de marihuana. Pero si la gente está pilas porque quiere vivir bajo un código de conducta decente, entonces llama a La Fiscalía General de la Nación y la Policía Metropolitana de Bogotá para que desarticulen las organizaciones delincuenciales que en pequeñas cantidades de droga empiezan a matar a la comunidad. Eso pasó en Suba. Sigamos el buen ejemplo.

 
Publicado en Columnistas Nacionales

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