El más reflexivo, que no es cobarde, escoge el camino más difícil: educar su voluntad, pues requiere paciencia, lucha, discernimiento, control, pequeñas alegrías, vigilia permanente por lo que su premio siempre se verá lejano, pero persiste. Es el verdadero atleta del espíritu que lucha por su liberación. El maestro del opositor es la vida; el del reflexivo, la razón y la voluntad enfocada para enfrentar su peculiaridad interna y ganar la verdadera felicidad.
¿Pero qué es la voluntad? En la actualidad, el diccionario de la American Psychological Association define la VOLUNTAD como la capacidad o facultad por la que un ser humano es capaz de hacer elecciones para determinar sus conductas frente a las influencias externas a su PERSONA. Desde luego que hay concepciones diferentes desde el campo religioso o filosófico, pero para facilitar la comprensión práctica del meollo de la voluntad preguntémonos cómo funciona esa capacidad frente a otras personas. Veamos.
Para ejercer esa capacidad antes debe existir una necesidad real de algo. Por ejemplo, tengo hambre. ¿Qué hago para satisfacer esa carencia de alimento y no dañar a otras personas? Aquí debo PENSAR RACIONALMENTE en el efecto o resultado de mi acción. Muchos no lo hacen, porque la ‘justificación’ que los convence de que su acción es buena, es la necesidad de alivio para su estado físico o mental. De ahí que sus CREENCIAS O DESEOS sobre el hambre terminen RACIONALIZANDO, JUSTIFICANDO su acción por encima de los otros.
Un ejemplo muy colombiano de nuestros días. Leemos en la Revista Semana: “Gustavo Petro lanzó un ‘pacto con el Jesús que prefiere a los pobres’ para llegar a la presidencia.” Petro PIENSA CON EL DESEO por lo que se IMAGINA O BLOQUEA la realidad de que no recordaremos el desastre que fue como alcalde de Bogotá que, por simple asociación, se lo aplicaríamos al escenario imaginado de gobernar un país complejo como Colombia. Petro no ha educado su voluntad dentro de la racionalidad, por lo que LA PASIÓN DE LA AMBICIÓN LO HA DOMADO para hacer lo que se imagina. La pregunta del millón es: ¿Quién le metió a Petro en la cabeza el deseo de que podía ser presidente? Un misterioso ente inconfundible llamado vanidad.
Entonces el deseo de Petro de que le crean, justifica la acción de lanzarse a la presidencia; y con la racionalización de su egoísmo, DOMA, SOMETE, su propia voluntad a algo inexistente. De ahí que en la política real, contra el sentido común, el comunismo practique aquello de que “LAS COSAS NO SON DEL DUEÑO, SINO DE QUIEN LAS NECESITA”, delirio puro. Y esas son las manifestaciones de los camaradas: delirio de voces y pancartas. Con esa racionalización un indigente manifestante de la calle perfectamente le podría quitar al señor Petro sus zapatos Ferragamo y su mansión en Chía y no podría decir nada.
Y la cosa es muy sencilla para discernir si estamos o no por un buen camino de discernimiento electoral para escoger un buen presidente. Es bueno aquello que, INTUITIVAMENTE, con respecto a nuestro sentir racional y honesto, nos permite conservar nuestro control, confianza, en relación con esa persona; es malo aquello que nos hace dudar, desconfiar. Pero es EXCELENTE LA RAZÓN QUE NOS LLEVA A INVESTIGAR. Y esta podría ser el ‘test’ personal para intuir lo que nos dicen nuestros impulsos o deseos sobre si algo es bueno o malo; trate de llevar a cabo alguna acción, si no puede hacerlo, o duda, ¡DESCONFÍE! Su instinto se lo dice para que averigüe por qué. Un ensayo inicial: Examine cuidadosamente el rostro de Petro. ¿Qué le dicen sus ojos fríos, muertos, su medio sonrisa? Finge el tono pausado de un estadista para clavar la puñalada. Analice su vida, lo que dice y no cumple; y lo que promete cumplir si llega a la presidencia. ¿Por qué ese engaño en un escenario mundial de una manipulación mayor llamada Nuevo Orden Mundial?
¿Quién engaña a Petro? Su propio enemigo interno, el falso ego. ¿A quién hace sufrir o desestabiliza? A la sensibilidad profunda de su propia alma. Y al no darse cuenta que el deseo va contra su propia realidad como la persona que todos conocemos, nos trasladaría su propio castigo si llegara a tener el poder para hacerlo, condenándonos a la sinrazón de la angustia. Entonces, recordemos los siguientes indicios que hemos de buscar o experimentar para seguridad en nuestra decisión.
Pero si pensamos en alguien diferente a Petro… ¿Es el candidato una persona verdaderamente modesta que objetivamente reconoce que tiene su valor y sus defectos? ¿Puede controlar la actividad propia y no someter a los demás a un activismo sin sentido? Así como es insensato el tener inútil que nos beneficia solamente a nosotros; también lo es la prodigalidad sin mesura que deja a un gobierno en la bancarrota. Por lo que todo candidato a la presidencia debe ser prudente y previsivo en el gasto y en la creación de capital. ¿Qué dicen sus actuaciones? Desconfíe del que no sonríe porque la sonrisa espontánea, honesta, la carcajada que celebra, es el fruto de la paz interior como resultado de los buenos hábitos que nos garantizan que esa persona es un buen candidato para lo que tanto añoramos: libertad, orden, progreso que sería el resultado de la responsable educación de la voluntad.
Sin embargo, Petro no es el resultado de una educación de la voluntad, ¡COMO LE OCURRE A UNA INMENSA MAYORÍA DE VOTANTES QUE VOTAN POR INSTINTO O CONVENIENCIA! Esa multitud duda para escoger entre su propio resentimiento representado por Petro y la proyección feliz que desea para su futuro. Entonces hay que destacar que solamente la voluntad educada para producir felicidad y equidad en un sistema capitalista, no puede ser improvisada por el deseo de agradar a un electorado que es la labor de los maestros de la propaganda y los medios cómplices de esa estupidez. Porque para la felicidad y equidad, no basta la supuesta IDEOLOGÍA CORRECTA, sino lo que complementa al ser humano en su realización.
Así, el trabajo y nuestras capacidades para llevarlo a cabo, y el patrono al que se le brinda el servicio, al igual que nuestro esfuerzo racional, moderado y equitativo con nuestra contribución, deben suministrarnos la oportunidad de realizar nuestras aspiraciones más valiosas y dignas de alcanzar, tanto en lo material, como lo espiritual. Esto significa una satisfacción con nosotros mismos y nuestro medio ambiente de trabajo para que esa realización se transmita a nuestro hogar, barrio, comunidad. Sin embargo, la experiencia que tenemos con el socialismo cuando ha obtenido el poder, es que ese gobierno, régimen o sistema, no es garantía de felicidad.
Si no me creen lean un librito escondido de Gabriel García Márquez que hace sonrojar a los mamertos: “DE VIAJE POR LOS PAÍSES SOCIALISTAS – 90 Días en la Cortina de hierro” Editorial Oveja Negra, 1957, antes de ser amigo de Fidel Castro y contaba la verdad. Transcribo textualmente de la página con la que comienza su crónica.
“La cortina de hierro no es una cortina ni es de hierro. Es una barrera de palo pintada de rojo y blanco como los anuncios de las peluquerías. Después de haber permanecido tres meses dentro de ella me doy cuenta de que era una falta de sentido común esperar que la cortina de hierro fuera realmente una cortina de hierro. Pero doce años de propaganda tenaz tienen más fuerza de convicción que todo un sistema filosófico. Veinticuatro horas diarias de literatura periodística terminan por derrotar el sentido común hasta el extremo de que uno tome las metáforas al pie de la letra.”
¿Y por qué lo decía el narrador de fábulas socialistas enriquecido por el capitalismo? Porque no podía negar una verdad tan grande como una catedral. Este es el índice de la desventura de millones contado por un comunista que murió millonario:
Capítulo 1. La ‘Cortina de Hierro es un palo pintado de rojo y blanco 2. Berlín es un disparate 3. LOS EXPROPIADOS SE REUNEN PARA CONTARSE SUS PENAS 4. Para una checa las medias de nylon son una joya 5. La gente reacciona en Praga como en cualquier país capitalista 6. Con los ojos abiertos con Polonia en ebullición 7. URSS: 22.400.000 kilómetros cuadrados sin un aviso de Coca-Cola 8. Moscú la aldea más grande del mundo 9. En el Mausoleo de la Plaza Roja Stalin duerme sin remordimientos 10. El hombre soviético empieza a cansarse de los contrastes 11. Yo visité Hungría.”
Y una señal ignorada: Aunque la prostitución es prohibida por el comunismo, existe en todos los recovecos socialistas, como medio de subsistencia resignada. García Márquez ignoró esa verdad constatada por él y siguió sirviéndole al dictador al igual que muchos literatos ‘iluminados’ por el Nobel. ¿Y cómo se pudo predecir esta tragedia?
Investigando y constatando la información de verdades sobre la vida comunista y las mentiras que dicen sobre el capitalismo; por lo que hay que discernir de las fallas e injusticias innegables del sistema, pero tampoco negar que no impiden la movilidad social de todos y el logro de muchos ideales. Investigar los comentarios mal intencionados dirigidos a los puntos débiles de las personas que defienden la sociedad capitalista. Es lo que tergiversan ciertos medios de comunicación infiltrados por el comunismo, pagados, o que presumen de progresistas o adalides de su supuesta verdad. Entonces la estupidez humana se ha inventado un dicho que resume la tragedia de muchas naciones consistente en la irresponsabilidad colectiva: “Entre todos la mataron y ella sola se murió”, la patria, la sociedad, la esperanza.
Eso es los que nos espera con un candidato comunista abierto, simpatizante, infiltrado o muy crédulo de que la actual situación mundial con la que se quiere controlar todo es para bien ¿O no nos damos cuenta que el supuesto Nuevo Orden Mundial que busca un socialismo global para compartir la riqueza está usando métodos para producir pobreza, enfermedad y desempleo? Hay algo en la NATURALEZA ESENCIAL del comunismo que no puede lograr el bien con el que SUEÑA, porque como falsos dioses se creen perfectos, no dándose cuenta que son tan pecadores como nosotros con una ‘religión’ que no admite el arrepentimiento.