Minambiente, no se deje engatusar
Rafael Nieto Navia
El ministro del Ambiente acaba de anunciar que presentará al Congreso el Acuerdo de Escazú antes de terminar octubre “porque se le vencen los plazos” y, entretanto, seguirá con las “socializaciones”.
¡No se dejen!
José Manuel Acevedo
Los candidatos no pueden volverse rehenes de los fundamentalistas que los siguen.
El legado de coca de Alejandro Gaviria
Luis Fernando Cruz
Uno de los principales responsables del aumento exponencial de los cultivos ilícitos en Colombia es Alejandro Gaviria. Como Ministro de Salud del Gobierno Santos lideró la campaña contra el glifosato y promovió la suspensión de la fumigación aérea. Un claro compromiso derivado de La Habana que fortaleció económicamente a todas las estructuras criminales e hizo aún más lejano el legítimo anhelo de paz del pueblo colombiano.
El fetiche comunista
Ariel Peña
En la actual campaña electoral, el candidato de los partidos y grupos comunistas, Gustavo Petro, con sus promesas busca que los sectores más atrasados de la sociedad confíen en las “bondades” de su demagogia, haciendo creer que por arte de magia o poderes sobrenaturales, Colombia llegará al “paraíso”, como lo proclama el Himno de la Internacional comunista. Al primitivismo para engañar a las masas Petro lo adoba mediante el sincretismo, aliándose para las elecciones de 2022, con lo más penoso de la politiquería tradicional que hay en el país, a fin de alcanzar sus objetivos; demostrándose lo supersticioso y oscurantista que es el marxismo, por ende queda patentado lo anticientífico de ese adefesio, que durante su existencia ha engañado mediante fetiches.
Gavilla twittera contra Oscar Iván Zuluaga
Laureano Tirado
Durante los últimos meses Twitter ha sido una verdadera cantina donde el ruido silencia los argumentos para imponer a las patadas el candidato presidencial de sus preferencias a punta de descalificativos donde el fanatismo y el odio son el modus operandi.
Pandora
Humberto Montero
Les confieso que lo que me pedía el cuerpo al comenzar a escribir esta columna era refutar al mismísimo Papa. Como uno es —sin aspavientos— católico, apostólico y romano, tiene bula hasta para criticar al Sumo Pontífice por seguirle el cuento a López Obrador con el rollo ese de pedir disculpas por los supuestos abusos cometidos durante la Conquista.
La izquierda acaba lo que toca
Saúl Hernández B.
El desplome venezolano parece no tener fin. Pero es algo premeditado: la izquierda arrasa con todo porque ese es su cometido, que todos seamos pobres.
Los despistados del New York Times
Juan David Escobar Valencia
Así como The Economist, el New York Times es una gran casa editorial y de noticias que, como cualquier otra, no está exenta de errores. Pero a lo que uno no se acostumbra de tan respetables y centenarias instituciones es la parcializada visión que tienen sus encargados o corresponsales que cubren Colombia y que parecieran ser eternos funcionarios del gobierno Santos o simpatizantes de la Farc.
Luis Alfredo
Margarita Restrepo
Me duele lo que le ha sucedido a Luis Alfredo Ramos, un político decente, comprometido y con sólidas bases morales.
Una gran noticia
Juan Lozano
Anima que 914.000 personas hayan salido del desempleo.
Más...
Ángela Merkel y la diversidad
Carlos A. Montaner
Es la persona más popular de Alemania. De acuerdo con las encuestas, hubiera podido prorrogar su poder un quinto mandato. No estoy seguro de eso, pero, en todo caso, será difícil calzar los zapatos de Ángela Merkel (2005-2021). Estuvo 16 años como Canciller (Primer Ministro) al frente del CDU, el partido de los democristianos alemanes. Todo joven de menos de 24 años sólo la recuerda a ella al frente del Estado.
Brasil, un ejemplo a seguir
Indalecio Dangond
Hace unos años fui a las ciudades de Londrina, Maringá, Foz do Iguazú y Cascavel, en el estado de Paraná, para conocer la revolución productiva en el corazón agrícola de Brasil.
La guerra de la espirtualidad sostenible y justa para Venezuela y Colombia
Pedro Aja Castaño
Porque no soy bogotano, además de que en 1948 apenas empezaba a balbucear vida, no estaba en la Atenas Suramericana cuando mataron a Gaitán. En los fríos cafetines del centro, como en diminutas escuelas políticas, se exponía una cierta fe en candidatos y sueños como sucede hoy. La sostenibilidad de una esperanza política era una mezcla muy colombiana de sabihondos, aprendices de valientes, filósofos del destino, poetas crueles, aspirantes a ‘gaitanes’ que embelesados seguían al hombre de voz y tonos de relumbre, qué se yo, una barahúnda de soñadores, supongo. Y estalló un sueño que todavía espera, en medio de desencantos, puñetazos, cuchilladas y tiros de barriada; en resumen, se fundó un país que no se entrega a los cantos de sirenas.
El atraco
Los Irreverentes (Editorial)
Desde siempre, la sociedad colombiana ha sufrido desengaños y desencuentros que conducen a polarizaciones y confrontaciones sociales que afectan gravemente a la nación.