Otras opiniones
Juan Lozano
Si no se condiciona de alguna manera ese sometimiento a que detengan la masacre, seguirá la matanza.
Alexánder Cambero
Este régimen busca imponernos su narrativa. La versión mejor acababa de un proyecto: que pretende inducirnos a creer que la vida nacional comenzó con ellos. Descuartizan la rica historia venezolana para contarnos la suya. No es una estrategia que nazca de algún suspiro etílico, la idea es mucho más profunda de un simple capricho. Lo iniciaron llevando a las escuelas un proyecto educativo en donde se promueve un solo pensamiento. Una vulgar mezcolanza de galimatías. El manual perfecto para crear incondicionales.
Maritza Aristizábal*
“Los policías no están muriendo en combate, a los policías los están cazando”, eso sentenció Jorge Ruiz, papá de Diego Felipe, un joven patrullero que estaba en Sucre haciendo una labor de vigilancia sencilla. Lo atacaron por la espalda, lo cazaron como dijo su padre. Diego tenía una hija de tres años, una pequeña que pasará toda la vida si su papá. Seguramente para ella, cuando tenga algo de conciencia, él será su héroe. Pero, ¿cómo lo recordará el resto del país? ¿A alguien le está importando que mueran policías? ¿Alguien está mirando, más allá de la cifra, las mujeres que quedan viudas, los niños huérfanos, las madres que pierden un pedazo de su alma? Parece que hoy la vida de los policías solo tuviera valor para los delincuentes del Clan del Golfo que ofrecen entre $5 y $30 millones por su cabeza.
Alberto Bernal L.*
No si es el hecho de que ya ando por los 48 años o qué diablos será, pero cada día tengo menos paciencia con la indolencia de la gente. Qué espectáculo tan grotesco el que nos dejó el Pacto Histórico este 20 de julio durante la apertura de la nueva legislatura. Un tipo llegó en tacones al hemiciclo, el otro vestido como si se fuera de rumba, a la otra le dio por llevar el perro, y al impresentable del Inti Asprilla solo le faltó llevar una cacerola para interrumpir aún más el discurso del presidente. Qué depresión ver cuánto ha caído la calidad del ejercicio político en Colombia.
Carlos A. Montaner
El experimento de Petro en Colombia saldrá, probablemente, rematadamente mal. Mario Vargas Llosa lo ha dicho con todas sus letras. Los colombianos votaron mal. También los peruanos, y los argentinos y los mexicanos. Votar por la peor opción está al alcance de cualquiera. Mario es un excelente escritor, Premio Nobel en el 2010, pero no es el Oráculo de Delfos, ni trata de parecerlo. Es, sencillamente, una persona experimentada que viene de la izquierda.
Los Irreverentes (Editorial)
La izquierda aplaudió efusivamente la designación de Iván Velásquez como próximo ministro de Defensa nacional, nombramiento que no tiene porqué extrañar a nadie y que va en la línea del discurso de choque de Petro con la Fuerza Pública colombiana.