Le molestan al señor Presidente de la República las investigaciones que adelantan sobre su campaña presidencial y seguramente le atormenta que la legislación colombiana en una norma aprobada antes de ser elegido Presidente establezca la pérdida del cargo como efecto de la violación de topes de campaña.
Esas investigaciones no constituyen ningún golpe institucional. Y no es el primer presidente investigado. Por el contrario, son una expresión legítima del Estado de derecho en su más pura manifestación en un modelo republicano cimentado en la separación de poderes y el establecimiento de una Rama Judicial independiente y unos órganos disciplinarios y de investigación que no son subalternos funcionales del Presidente.
Obviamente debe asegurarse a plenitud el debido proceso y deben tener plena vigencia las garantías procesales.
Tanto la Fiscalía como la Procuraduría, al igual que el Consejo Nacional Electoral y la Comisión de Acusaciones de la Cámara, tienen la obligación de investigar. Esas investigaciones no son opcionales. Investigar no es el producto arbitrario de decisiones de las cabezas de esas entidades. Es un imperativo legal.
Si no hay responsabilidades electorales, administrativas, legales, judiciales, disciplinarias o penales que así se diga a los cuatro vientos y se respeten las decisiones. Y si las hay, que los responsables asuman a plenitud las consecuencias.
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Y ¿quién prendió la candela? ¿Por qué investigan la campaña? ¿Quiénes fueron los primeros en hablar sobre sumas gigantescas en la campaña que implicarían la violación de topes?
A diferencia de todos los anteriores escándalos de dineros malditos en las campañas presidenciales, estos escándalos y acusaciones emanaron de la entraña misma del señor Presidente…
Fueron su mejor amigo, su exnuera, su hijo y su hermano los que sorprendieron y escandalizaron al país con sus asombrosas declaraciones, revelaciones y confesiones y fueron ellos mismos, en consecuencia, quienes provocaron y activaron las investigaciones y obligaron a las entidades competentes a iniciar los procesos.
Resumen: el incendio empezó por casa y en consecuencia los responsables del mismo incendio serían su hermano, su exnuera, su amigo y su propio hijo. Si quieren salir a marchar, que marchen contra ellos… ¿o no? Y que si marchan, que por favor no alienten vándalos y violentos a camuflarse en las marchas y generar el caos. Que, por favor, aprendan de las marchas civilizadas, ordenadas y sin violencia convocadas por la oposición.
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Ya está demostrado que adelantar un proceso de paz chimbo no es obstáculo para ganarse el Nobel de Paz. Ya quedó comprobado que la ofensiva impunidad a la hora de premiar responsables de crímenes de lesa humanidad no es incompatible con ostentar un Nobel. También quedó demostrado que haber llegado a la presidencia tras una campaña infiltrada por dineros prohibidos y permeada por delitos electorales no riñe con el premio Nobel.
Gustavo Petro fue postulado al premio Nobel por el mismo postulante de la última galardonada. Petro se reinsertó a la democracia y ganó la presidencia después de haber estado preso. Netanyahu le pide a Petro que interceda por los 136 secuestrados por Hamás. Se dice que Estados Unidos le pedirá que interceda ante Maduro. En fin, es más probable que improbable que Petro pueda ganarse el Nobel.
En este escenario podríamos estar viviendo una situación peligrosa con un presidente acosado por sus propios, con un gobierno descuadernado, con una creciente inconformidad entre sus gobernados que eventualmente puede decidir victimizarse como perseguido por el viejo y perverso orden paramilitar y corrupto para mejorar sus acciones en la carrera Nobel.
Hoy solo pido patriotismo a todos los actores de los procesos políticos, administrativos, disciplinarios y penales, a todos, empezando por el señor Presidente. Que prevalezca el interés superior de la nación sobre las ambiciones y vanidades personales de todos los involucrados. Mi ruego y mi exigencia como ciudadano es una sola: respeten la Constitución y no incendien este atribulado país.
https://www.eltiempo.com/, Bogotá, 05 de febrero de 2023.