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Columnista Invitado

El próximo presidente de los colombianos acaba de nombrar para el empalme de Hidroituango (HI) al geólogo Modesto Portilla, cuyo único vínculo conocido con HI es su libro de 2018 Hidroituango: ¿Qué pasó, por qué pasó?, ¿qué está pasando y qué podría pasar?

A continuación, algunas de las afirmaciones que se incluyen en el referido libro:

“En la construcción del proyecto hidroeléctrico Hidroituango se desarrollaron actividades antitécnicas como [...] la construcción de la galería auxiliar sin que estuviera diseñada para conducir agua a altas presiones. Esto dio origen a la emergencia del 28 de abril de 2018 y a la posterior contingencia vigente a la fecha, con la consecuencia (sic) generación del riesgo ya acaecido, que continúa generándose y al que probablemente ocurra en el futuro”.

Adicionalmente Portilla afirma:

“De acuerdo con el estado de avance continuo del deterioro del Macizo Rocoso, soportado por las observaciones de las condiciones superficiales y en profundidad de la montaña derecha del muro de Hidroituango, [...], se puede afirmar que dicho Macizo está discurriendo a la falla y que es perentorio el desembalse de la represa hasta los niveles normales del río Cauca”.

En un reportaje del periódico El Tiempo de 2019, este mismo geólogo afirmó: “todo el peso del vertedero, que ahora empezó a funcionar, va a aumentar la presión sobre el proyecto”.

Para empezar, me referiré a algunas de las afirmaciones que hace Portilla.

Primero, la galería auxiliar de desviación (GAD) sí fue diseñada para soportar altas presiones. De hecho, antes del accidente de obra, la galería trabajó eficientemente bajo flujos a presión.

Segundo, asegurar que la construcción de obras subterráneas debilita los macizos rocosos es un despropósito. Portilla parece desconocer que la ingeniería de túneles dispone de tecnología y experiencia para ejecutar excavaciones subterráneas seguras. Con relación a la recomendación de desembalsar HI, en estos momentos es un imposible, tal como lo demostré en una pasada columna de opinión publicada el 19 de mayo en EL COLOMBIANO.

Tercero, a pesar de las afirmaciones de Portilla, el vertedero, después de más de cuatro años, sigue funcionando, aunque reconozco que la seguridad de la estructura solo se puede garantizar cuando funcionen a plenitud las ocho turbinas, que conforman la futura central hidroeléctrica de Ituango.

Ahora, lo relativo al empalme. Un empalme solo se da cuando un funcionario o una entidad dejan de ejercer sus funciones y se aviene a facilitar a su sucesor los recursos que le permitan conocer el estado en que se le va a entregar la institución o el proyecto. Este no es el caso de HI, ya que el próximo 7 de agosto ni el departamento de Antioquia ni Epm van a dejar de ser dueños del megaproyecto, ni Epm va a dejar de ser el contratista y responsable por la terminación del proyecto, ni la Asamblea de Socios va a dejar de ser su máxima autoridad.

De ninguna manera quiero decir que nuestro futuro presidente no tenga todo el derecho, es más, la obligación, de designar a una persona de su confianza para que le presente un informe sobre la situación de HI, ya que de su entrada en operación depende la seguridad eléctrica del país. Sin HI, en 2024 tendríamos un déficit del 16 %, lo que obligaría a prender las plantas térmicas con carbón o con gas natural importado  .

https://www.elcolombiano.com/, Medellín, 11 de julio de 2022.

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