Comenzaron las reuniones de empalme para mirar cómo deja el gobierno saliente la casa y cómo la recibe el entrante. Son reuniones cruciales para hacer corte de cuentas y cuáles son los principales cuellos de botella. Vale la pena poner en blanco y negro cómo se entrega el país para después poder hacer un balance de cuánto mejoró o cuánto se devolvió.
En materia económica, el país goza de buena salud. Colombia fue una de las naciones que más rápidamente se recuperó de la pandemia con uno de los mayores crecimientos de América Latina y de los países de la OCDE. El año pasado el PIB creció 10,7% y para este año se espera un aumento entre 5,5% y 6,5%. Pero hay que andar con pies de plomo porque vienen soplando los vientos de recesión en el mundo y la crisis energética en Europa y los problemas en el suministro de alimentos por la invasión de Rusia a Ucrania no dan tregua.
El desempleo, después de llegar al 15,9% en 2020, comenzó a ceder y hoy está en 11,2%. Pero falta un camino largo por recorrer para estar en los niveles prepandemia, por debajo de un dígito, y disminuir la elevada brecha en el desempleo entre mujeres y hombres y en los jóvenes.
En el tema energético Duque sentó las bases de una gran “revolución verde”, con el impulso a los proyectos de energía eólica y solar. Se pasará de una participación del 1% en la matriz energética (menos de 400 megavatios) a más del 10%, con más de 2.500 megavatios instalados en el 2023.
En infraestructura también hay importantes avances, con inversiones cercanas a los 30 billones de pesos, que permitieron la entrega de siete proyectos de cuarta generación (4G) y que estén listos otros 10 para entregar, según el Ministerio de Transporte. Antioquia fue uno de los departamentos beneficiados con 658 nuevos kilómetros. Uno de los hitos fue la culminación del Túnel de La Línea. Pero quedó pendiente el proyecto de navegabilidad del río Magdalena y hacer mayores inversiones en vías para municipios y departamentos, en las que sigue un gran rezago pese a los 12.000 kilómetros que se construyeron.
En el campo social se puso en marcha un paquete de medidas para la protección y creación de empleo y ayudas económicas para aliviar la situación de los hogares más vulnerables, como el subsidio Ingreso Solidario. Así mismo, se estableció la educación gratuita en universidades públicas para jóvenes de estratos 1, 2 y 3. Sin embargo, hay que hacer mayores esfuerzos para disminuir la pobreza, que por la pandemia llegó a niveles de 39,3% y afecta a 19,6 millones de colombianos.
El presidente electo, Gustavo Petro, ha prometido realizar nuevas inversiones, otorgando más subsidios y ayudas a las poblaciones de menores recursos y un bono pensional a los adultos mayores. Pero hay que tener en cuenta que las finanzas públicas están en sala de recuperación, después de salir de cuidados intensivos.
Por efectos de los mayores gastos que demandaron el programa de vacunación y las ayudas sociales, el déficit fiscal y la deuda pública llegaron a niveles récord de 7,1% y 60,8% del PIB en 2021. Gracias al mayor recaudo de impuestos y a la recuperación de la economía este año el descuadre fiscal y la deuda terminarán en 5,6% y 56,5% del PIB, respectivamente. No hay margen para mayores gastos. Por eso el gobierno entrante anunció una reforma tributaria que permita recaudar 50 billones de pesos, más de tres veces la reforma aprobada el año pasado.
En materia fiscal un chicharrón grande es la financiación del Fondo de Estabilización Petrolera (Faep), que tiene un descuadre que llegaría a 30 billones de pesos este año, a cargo de Ecopetrol. Para evitar mayores presiones en la inflación, que está en 9% anual, la administración Duque no aumentó el precio de los combustibles (gasolina y diésel), que están alrededor de 9.000 pesos, y que con los niveles del petróleo, que superaron 100 dólares el barril, deberían estar en 18.000 pesos. Este es un tema complejo en el que se esperarían alzas graduales para evitar que siga creciendo el descuadre en el Faep.
En comercio exterior se debe cerrar el desbalance entre importaciones y exportaciones. Mientras las ventas internacionales llegaron el año pasado a 41.389 millones de dólares, las importaciones subieron a 61.101 millones de dólares. Petro ha dicho que buscará renegociar varios tratados internacionales.
El ministro de Hacienda, José Manuel Restrepo, ha sintetizado el balance que entrega al nuevo gobierno diciendo que “la casa se está organizando y quedan las bases sentadas para fortalecer el crecimiento económico y la inversión social en el marco de la sostenibilidad fiscal”. Esperamos que la nueva administración no pierda lo ganado y que el cambio no implique destruir lo construido.
https://www.elcolombiano.com/, Medellín, 27 de junio de 2022.