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El Colombiano (Editorial)

¿Cómo está la partida a casi dos meses de volver a las urnas, ojalá de manera masiva y responsable? Decantados los resultados, puede haber muchas sorpresas.

En un país convulsionado como el nuestro, y además de pasiones por la política, todas las elecciones nos dan la impresión de que son certámenes cruciales. Históricos, decimos casi siempre. Pero esta vez sí parece ser cierto. Cunde la idea de que es mucho lo que está en juego. Y lo más curioso es que la sociedad está prácticamente dividida en dos: de un lado, los que creen que será histórico porque llegó el momento de cambiar la tradición política y económica del país. Y, del otro lado, quienes consideran que ese cambio, antes que bueno, puede ser catastrófico porque podría llevar al país a perder la democracia, su modelo económico y las libertades.

Ya más decantados los resultados del 13 de marzo, la mirada de todos los sectores políticos se ha fijado en el 29 de mayo de este año. Estamos a casi dos meses de volver a las urnas, ojalá masiva y responsablemente, para votar en la primera vuelta de las elecciones presidenciales.

¿Cómo está la partida?

Gustavo Petro arranca con ventaja, en lo que a números se refiere. Su consulta obtuvo la mayor votación el pasado 13 de marzo y sus listas al Congreso obtuvieron registros nunca vistos en la izquierda. Sin embargo, una mirada más detenida indica un menor optimismo: si bien la consulta del Pacto fue la más votada, en ella Petro sacó algo más de cuatro millones de votos, que es lo mismo que obtuvo en la primera vuelta de 2018, con lo cual se revive la idea del “techo de Petro”, es decir, este candidato tiene una base sólida, pero de difícil expansión —se dice que sus estrategas le apuntaban a más de seis millones de votos para romper ese mito—. Asimismo, aun cuando sus listas al Congreso, en efecto, marcaron muy bien, estuvieron lejos de configurar mayorías sólidas.

La más reciente encuesta de Yanhas para la Gran Alianza de Medios, que publicamos el lunes de esta semana, sugiere algo parecido. A pesar del amplio triunfo del domingo, Petro llegó a 37 % de la intención de voto. Que para algunos puede sonar a mucho, y, de hecho, lo es porque lo pone en la segunda vuelta, pero también muestra que está lejos aún de ganar en primera vuelta y explica por qué no ha logrado vencer su techo histórico.

Los resultados de las votaciones del Congreso muestran también detalles interesantes. Por ejemplo, que la mayoría de votos del Pacto Histórico se dio en Cauca, Nariño, Caquetá, Meta, Putumayo, Bogotá y en los municipios de la sabana.

La votación tal vez más sorpresiva fue la de Federico Gutiérrez. Porque mientras de Petro se esperaba que barriera, en el caso del exalcalde de Medellín no era claro si lograba ganar la consulta del Equipo por Colombia. Y no solo la ganó, sino que su votación por encima de los dos millones de votos constituye un caso interesante, teniendo en cuenta que Fico Gutiérrez es un recién llegado a la política nacional y no tiene estructura que cubra todo el país.

De hecho, sin duda Antioquia le dio un gran impulso, pues más del 55 % de los votos que se depositaron por las tres consultas en el departamento fueron para Gutiérrez.

Su apuesta claramente es posicionarse como la persona que evitará que Petro llegue a la presidencia. Le favorecen su juventud y energía y la carencia de un pasado turbio o con zonas oscuras, lo cual es tan común en la política colombiana.

Golpeado, mas no noqueado, podría ser el diagnóstico de Sergio Fajardo. Golpeado por el decepcionante resultado en votación total de la consulta del Centro Esperanza, y por su registro de apenas un poco más de setecientos mil votos. Su reto, que no se ve fácil, es probar que, pese a esto, tiene todavía una oportunidad y que no se le puede dar por acabado. Su primer argumento ha sido que si es él quien pasa a segunda vuelta, atraería todos los votos para derrotar a Petro, cosa que, según él, no ocurriría con Fico Gutiérrez; un mensaje con el cual, paradójicamente, se perjudica él mismo al tratar a Petro como virtual ganador. Y tiene Fajardo un problema latente llamado Íngrid Betancourt, quien sigue en la carrera, y cuyo mensaje en muchos aspectos coincide exactamente con el del exalcalde y exgobernador. Cómo evitar que sus votos se dividan entre él y ella es un difícil reto.

Y para completar el quinteto de los candidatos que marcan más de uno por ciento en las encuestas —la que menos marca es Íngrid, con dos por ciento—, de la nada reapareció Rodolfo Hernández, con un mensaje en Twitter donde pregunta si lo habíamos extrañado. Y, pues, parece que no mucho: con toda la atención nacional puesta en unos comicios en los que él no aparecía, tiene el reto de volver a ubicarse en el foco de la discusión.

Esta primera vuelta tendrá cara de segunda —mas no de última—, pues muchos ciudadanos sienten haber hecho ya un primer voto en la carrera presidencial con las consultas. Es posible, entonces, que empiece a darse convergencia hacia los que la gente vea como más opcionados. Fico y Petro tendrían, en ese escenario, una ventaja. Pero si algo es cierto en política es que nada está dicho ni escrito

https://www.elcolombiano.com/, Medellín, 25 de marzo de 2022.

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