Sin embargo, la minusvalía para China es mayor que para Rusia. Veamos por qué. Aunque muchas voces insinúan que vamos hacia un mundo multipolar, su análisis está errado. El mundo ya era multipolar desde los ochenta del pasado siglo. La globalización lo hizo posible con el crecimiento meteórico de la economía china. Hoy, China se enfrenta en una situación compleja por su propio crecimiento. Por un lado, necesita materias primas con las que alimentar su producción, lo que la ha convertido en el segundo mayor importador del mundo, y, por otro, tiene a EE. UU. y a la Unión Europea más Reino Unido como sus principales mercados.
El comercio exterior representó el 35 % del PIB chino en 2020, según los datos del Banco Mundial publicados este 2022. Las principales exportaciones chinas ya no son los productos de bazar ni los hipnóticos gatos de la suerte, al menos no solo eso. ¿Pero quiénes son los principales socios exportadores de China? Esta es la lista: Estados Unidos, Hong Kong, Japón, Vietnam, Corea del Sur, Alemania, Países Bajos, Reino Unido, India y Taiwán. Entre todos ellos, suponen algo más del 50 % de sus ventas. De hecho, el superávit comercial de China en 2019 con Estados Unidos fue de 295.800 millones de dólares, tras un récord histórico de 323.300 millones en 2018. Rusia, con un PIB similar al español en un escenario de precios medios de los hidrocarburos, ni siquiera figura entre sus diez principales mercados de exportación y no representa ni un 2 % de sus ventas, muy cerca de España (1,1 %), pese a triplicar la población española.
Si tomamos el conjunto del saldo comercial, la Unión Europea es el primer socio de China. En 2020, los principales destinos de las exportaciones chinas fueron EE. UU. (17,5 %), la Unión Europea (15,1 %) y Hong Kong (10,5 %). En cuanto a las importaciones, los principales mercados proveedores de China en 2020 fueron la Unión Europea (12,6 %), Taiwán (9,8 %), Japón (8,5 %) y Corea del Sur (8,4 %). En este caso, Rusia sí figura en el top 10: en el décimo lugar, con la mitad del volumen de ventas de Alemania.
Ante este panorama, las bolsas chinas han sufrido importantes desplomes desde marzo por el delirio de Putin y los riesgos asociados para China. El índice de referencia de Shanghái ha caído un 12,2 % desde el pasado día 1, mientras que el de Shenzhen hizo lo propio en un 13,7 %, aunque estas cifras palidecen cuando se comparan con el derrumbe del Hang Seng, el selectivo de la Bolsa de Hong Kong, que se ha dejado un 19,1 % en el citado período. A esto se unen, además, los fuertes rebrotes de covid-19 por media China. No parece el mejor momento para que el gato de la suerte se frene en seco. Quizá, en este caso, EE. UU. solo esté avisando a China de que no está el horno para bollos
https://www.elcolombiano.com/, Medellín, 17 de marzo de 2022.