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María Bibiana Botero

Frente a las últimas decisiones que involucran el destino del proyecto energético más importante que tenemos en Colombia, el proyecto Hidroituango, desde Proantioquia queremos manifestar nuestra enorme preocupación por lo que dichas decisiones implicarán para el presente y futuro del país, no solo en materia económica e institucional, sino también por la repercusión social que impactará negativamente la vida de los más de 50 millones de colombianos que habitamos el territorio.

La primera y más importante preocupación es salvaguardar la vida y el bienestar de los habitantes de la zona de influencia del proyecto. La incertidumbre frente a cómo se garantizará la continuidad en la ejecución de la mega obra acentúa, aún más, esta inquietud que nos debe convocar a todos.

A su vez, existen dudas frente a cómo se hará la financiación en adelante; cómo se evitarán retrasos para no tener más sobrecostos; qué pasará con la asignación de riesgos, responsabilidades y coberturas de las aseguradoras y, especialmente, cómo se van a mitigar los efectos en la confianza pública y de los inversionistas, en los precios del mercado de energía, en la construcción actual y futura de las grandes obras de infraestructura en el país y en el liderazgo público para impulsar proyectos que generen más empleo y desarrollo para todos los colombianos.

El futuro de Hidroituango debe ser una prioridad en la agenda nacional. Sus impactos en la generación de empleo, en la capacidad de pago de los colombianos en los servicios públicos, así como el riesgo ambiental y social que supone, lo amerita. Salvaguardar el bienestar de la obra es cuidar el patrimonio público de los colombianos; es velar por millones de familias en la zona de influencia que se verán afectadas; es proteger a EPM, la segunda empresa pública más importante de Colombia; y es blindar los intereses ciudadanos de cualquier otra motivación que afecte el propósito superior en la provisión de este servicio público fundamental para el país.

Como colombianos nos corresponde entender este momento histórico, cerrar filas en torno a este proyecto y velar por su continuidad. Hacemos un llamado a la articulación y proponemos una mesa de trabajo conjunta entre el sector público y privado para encontrar una salida que ponga el éxito de este proyecto sobre cualquier interés particular.

Proantioquia, como plataforma aceleradora del desarrollo sostenible de Antioquia y desde la región por el país, no tiene otra prioridad. Estamos listos para hacer lo necesario para que la culminación del proyecto sea la única realidad posible en los próximos meses. Salvar a Hidroituango debe ser un propósito nacional

*Presidenta ejecutiva de Proantioquia

https://www.elcolombiano.com/, Medellín, 06 de diciembre de 2021.

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