Alfonso Monsalve Solórzano

…y la (casi inexistente) respuesta de los demócratas.

Alfonso Monsalve Solórzano

Desde hace tiempo he venido insistiendo en que si las fuerzas que defienden la libertad y el estado de derecho no se unen, podríamos rodar por el abismo del totalitarismo y el populismo de extrema izquierda.

Alfonso Monsalve Solórzano

Intentaré ser breve. El panorama nacional es crítico. Según la última encuesta de Guarumo, tenemos que:

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Cuando el candidato Oscar Iván Zuluaga dijo la primera vez que no ingresaría a la coalición Equipo por Colombia, EC, porque algunos miembros de este habían maltratado al Centro Democrático, CD, y a él mismo, pensé que era una jugada táctica para precipitar su ingreso a esa alianza electoral, forzándolos a que admitieran la importancia de la presencia de su partido y su candidatura en el objetivo de asegurar un candidato con opciones de triunfo en los comicios de mayo.

Alfonso Monsalve Solórzano

Al leer esta semana en El Tiempo el artículo de Moisés Wasserman, titulado 6 de enero -que se refiere a la toma del capitolio donde funciona el congreso de Estados Unidos, por parte de una turba, azuzada por el entonces presidente Trump, que exigía que se reversara a favor de este, el resultado que daba como ganador a Biden, cuyo triunfo, tanto en votos electorales como en voto ciudadano, fue contundente- inmediatamente lo relacioné con lo que ocurre en Colombia.

Alfonso Monsalve Solórzano

La última encuesta Invamer señala que Petro ha descendido en su favorabilidad al 25%. La campaña comienza a mostrar los efectos de su errática estrategia de promover el odio y la confrontación. La gente que lo ha seguido comienza a entender que esa no es la salida para el país. No quieren vivir el terrorismo de Arauca o el acontecido ayer en Cali. Tampoco, ser como Venezuela. En efecto, los colombianos no desean que todos sean iguales en pasar hambre, en depender de una bolsa de comida a cambio de la fidelidad a un régimen, ni sufrir el atroz yugo de una dictadura cuya violencia se anticipó en el pasado paro a manos de los extremistas.

Alfonso Monsalve Solórzano

Amante como soy de la ciencia ficción política, no puedo dejar de pensar que el 2022 sea nuestro 1984, la maravillosa novela distópica de George Orwell. Después de revisar algunas reseñas, opto por la de Wikipedia, la cual cito extensa, pero parcialmente:

Alfonso Monsalve Solórzano

Yo entiendo que un alcalde -de hecho, cualquier gobernante- utiliza su cuarto de hora, es decir, su mandato, para dejar su impronta. Pero hay maneras de hacerlo. El nuestro escogió la peor de todas. Con la premisa de que todo estaba mal en la ciudad, ha ido desmontando lo que estaba bien hecho, por el simple motivo de que lo habían realizado sus presuntos enemigos, es decir, aquellos que han ejercido el cargo antes que él, sin ser de la cuerda que lo eligió. Y, además, los que desde la sociedad civil se interesaron por la ciudad. Podría entender, también, aunque no lo comparto, que desconfiara de un sector muy importante de la dirigencia empresarial antioqueña y su rol en el manejo de la ciudad