Javier Milei ha proclamado su pertenencia a la Escuela Austríaca de Economía (EAE), la cual daría el fundamento teórico a sus tesis libertarias de estado mínimo, libre comercio, desregulación, presupuesto equilibrado y libertad monetaria, entre otras, que suelen asociarse con el “neoliberalismo”. A diferencia del keynesianismo, el neoclasicismo o el marxismo, la EAE es poco conocida en Colombia, aún entre los economistas.
La EAE tiene su origen en la obra de Carl Menger (1840-1921), Principios de Economía Política, publicada en 1871, donde el economista austríaco desarrolla - de forma independiente y casi simultáneamente con Stanley Jevons (1835-1882) y León Walras (1834-1910) - la teoría del valor utilidad, la cual, en la versión formalizada de Gerard Debreu de 1959, se convierte en el corazón de la teoría económica moderna.
Eugen Böhm Bawerk (1851-1914), es, en 1891, el primero en usar la expresión “Escuela Austríaca”, para referirse a los desarrollos teóricos de Menger y marcar así su especificidad frente a la Escuela Clásica Inglesa y la Escuela Histórica Alemana. Böhm-Bawerk destacan como rasgos distintivos de la EAE la teoría del valor-utilidad, en oposición a la teoría clásica del valor-trabajo, y el método abstracto-deductivo, en oposición al método inductivo preconizado por la Escuela Histórica.
En los años 30 del siglo XX, refiriéndose a las tres escuelas de las que entonces se hablaba – austríaca, angloamericana y de Lausana – Ludwig von Mises (1881-1973) afirmaba que “difieren únicamente en su manera de expresar la misma idea fundamental, y se hallan divididas más por la terminología adoptada y por la peculiaridad de la presentación que por la esencia de sus enseñanzas. Por su parte, Friedrich Hayek (1899-1992) indica que “el pensamiento de la Escuela Austríaca se había convertido en el principal enfoque de la teoría microeconómica”.
Hasta después de la Segunda Guerra Mundial, la EAE hizo parte del mainstream, aunque guardando cierta identidad propia derivada, más que de las diferencias teóricas, del origen nacional de sus principales exponentes, muchos de los cuales emigraron a Estados Unidos e Inglaterra donde adelantaron sus vidas académicas. Sin embargo, la orientación marcadamente keynesiana que siguió la macroeconomía y la simpatía con la que la mayor parte de los economistas acogieron el intervencionismo estatal creciente, apartaron a muchos economistas austríacos de la corriente principal. También se mostraron escépticos frente a la importancia que la econometría fue adquiriendo en el trabajo de los economistas y al formalismo matemático de los teóricos del equilibrio general.
Debe hablarse por tanto de dos escuelas austríacas: la escuela austríaca antigua, que en muchos aspectos habría confluido y se habría integrado con la corriente principal, y la nueva escuela austríaca que retomando temas de la antigua se presenta como una alternativa crítica a la corriente neoclásica dominante, al keynesianismo y al marxismo. Esta “Escuela Neoaustríaca”, se ha mantenido viva en Argentina, con la obra de Alberto Benegas Lynch, y el impulso del propio Mises, quien, en 1959, dictó en Bueno Aires el conjunto de seis conferencias reunidas en su espléndido libro “Sobre liberalismo y capitalismo”. Continuará...
06 de enero de 2025.