Su acción salvadora empezó con el racionamiento de gas para “grandes consumidores”, la industria generadora de empleos y, las reservas, gracias a la salvación del planeta permanecerán enterradas; con el gas importado, que según su lógica no contamina, subirán los precios afectando los hogares más pobres; los combustibles son “para las Toyotas de los ricos”, claro, los alimentos se transportan por obra y gracia del Espíritu Santo que no requiere de esos menesteres, y, de paso, sube un 14% el impuesto de los autos híbridos.
Promueve una legislación agraria que en el fondo no pasa de ser una expropiación exprés de tierras productivas para entregarla a campesinos que las explotarán con un crédito que no llega, sin abonos, insecticidas, fungicidas, semillas y asistencia técnica. No sabe que con tecnologías modernas los minifundios prácticamente han dejado de existir como puede verse en las explotaciones holandesas e israelitas, estas últimas en suelos prácticamente desérticos. Obviamente eso no es gratis, pero la plata necesaria se destina a “jóvenes para que no maten” a cambio de que permanezcan rascándose la barriga en su casa en lugar de trabajar, ignorando la quiebra que causaron en Argentina parecidos subsidios en las conocidas villas miseria.
Ecopetrol que fue la joya de la corona para los gobiernos anteriores y una de sus mayores fuentes de ingresos. va en reversa, su acción y utilidades que habían subido como palma, ahora caen como coco, y como necesita palta para los excelentes y pulcros administradores de los bienes públicos y embajadas inútiles creadas para pagar favores o cerrar bocas, habrá de recurrir a los ya exhaustos contribuyentes para esculcarles los bolsillos sin piedad alguna.
Las vías, como la de Urabá por ejemplo, donde el túnel de Toyo que conduce al mejor puerto de Colombia que abaratará costos y acortará distancias no es para beneficio del país entero sino para los “ricos del Poblado” por donde ni pasa, ni está cerca.
De los cultivos ilícitos y los grupos ilegales, ni hablar, la coca se acerca a las trecientas mil hectáreas y los bandidos dominan medio país gracias a la “paz total”; sus cultivos y minería ilegales destruyen selvas, contaminan ríos, y arruinan suelos, pero no hacen parte de la afectación al medio ambiente, de eso son responsables “los grandes capitales”.
El Rincón de Dios
“Hace falta volver a sentir que nos necesitamos unos a otros, que tenemos una responsabilidad por los demás y por el mundo, que vale la pena ser buenos y honestos.” Papa Francisco