En cuanto al ELN, es la última guerrilla comunista del país, con presencia histórica en el Catatumbo y 50 años de negociaciones fallidas. Hoy es un grupo narcoterrorista binacional, que funge en Venezuela como grupo paramilitar aliado del régimen, aunque el régimen lo niegue, y en Colombia como un grupo armado ilegal, aunque insista en su condición “subversiva”.
En dos años de negociaciones con un gobierno de izquierda, afín a la ideología que dice tener, las torpedeó con una estrategia de negociación, incumplimiento y violencia, que derivó en la suspensión de los diálogos por el ataque a la base de Puerto Rondón, supeditando su reanudación a una manifestación inequívoca de voluntad de paz que el ELN se negó a dar.
Aun así, el gobierno insistió en los diálogos, pero la respuesta fue una guerra salvaje con las disidencias de las Farc por el control territorial para preservar sus actividades ilícitas y su condición binacional, que le permitió movilizar tropas desde Arauca, con saldo de 80 muertos y 32.000 desplazados.
Epílogo: El gobierno suspende las negociaciones, el presidente declara que el ELN no tiene voluntad de paz y la fiscal reactiva órdenes de captura contra su delegación, anunciando que cualquiera de los 31 negociadores puede ser capturado en Colombia o el exterior, con lo cual el proceso queda literalmente sepultado.
¿Qué tiene que ver Trump? En su discurso afirmó que los carteles serán calificados como “organizaciones terroristas extranjeras”, y una de sus órdenes ejecutivas declaró emergencia nacional para abordar el peligro de estas organizaciones, que trafican drogas con violencia extrema y funcionan como entidades cuasi gubernamentales en vastas regiones de sus países.
De otra parte, la demanda de cocaína en Estados Unidos sigue creciendo y Colombia provee el 90%. Por ello, frente a la orden ejecutiva que suspende la asistencia extranjera por 90 días para su evaluación, enfrentamos el riesgo de una mala calificación, pues el área sembrada aumentó 10%, hasta 253.000 ha. en 2023, y la producción potencial de cocaína 53%, hasta 2.664 toneladas.
Atrás queda la política de corresponsabilidad que marcó la ayuda a Colombia contra el narcotráfico, reemplazada por la seguridad nacional, los intereses políticos y la predisposición de Trump hacia un gobierno de izquierda y aliado de dictadores.
Un cambio extremo de contexto que tendrá consecuencias.
@jflafaurie