El almacenamiento eficiente de energía es un pilar fundamental en la transición hacia fuentes renovables. En este contexto, las baterías de iones de sodio representan una revolución potencial en el almacenamiento de energía renovable. Estas baterías recargables transportan la carga utilizando iones de sodio (Na+), un elemento mucho más abundante y accesible que el litio.

¿Cómo funcionan? Las baterías de iones de sodio operan de manera similar a las de litio, pero con iones de sodio como portadores de carga. Durante la carga, los iones de sodio se mueven del cátodo al ánodo y durante la descarga se mueven al contario del ánodo al cátodo, permitiendo así el almacenamiento y liberación de energía.

Ventajas.

Abundancia de Sodio: El sodio es extremadamente abundante en la naturaleza, lo que lo hace más accesible y reduce los costos. La sal de mesa y la sal de mar, NaCl, están compuestas aproximadamente por 40% de sodio y 60% de cloruro.

Menor Impacto Ambiental: La fabricación de baterías de sodio tiene un impacto ambiental menor en comparación con las de litio. Las de sodio no se incendian tan fácilmente como las de litio.

Desafíos

Densidad Energética: Las baterías de iones de sodio tienen una densidad energética más baja que las de litio, esto es, para la misma potencia la de litio ocupa la mitad del espacio.

Ciclos de Carga y Descarga: Las baterías de litio permiten entre 500 y 1.000 de estos ciclos. Las de sodio aceptan hasta 50.000 ciclos.

El Futuro de las Baterías de Iones de Sodio

Con el avance de la investigación y el desarrollo, las baterías de iones de sodio podrían superar sus limitaciones actuales y convertirse en una solución clave para el almacenamiento de energía renovable. Empresas y países están invirtiendo en esta tecnología, lo que podría llevar a una adopción más amplia en los próximos años.