Según Naciones Unidas, en Colombia hay 204.000 hectáreas sembradas de coca, que producen al año 1.400 toneladas de cocaína. Hay que recordar que hace menos de 10 años había solo 48.000 hectáreas de coca, que producían 290 toneladas de cocaína. En estos últimos años las hectáreas de coca se multiplicaron por 4,2 veces, mientras que la producción de cocaína se multiplicó casi por cinco veces. Hay dos responsables de esta multiplicación del narcotráfico en Colombia: los acuerdos de paz con las Farc, y la Corte Constitucional.
Los acuerdos de paz, porque allí quedó establecido que en adelante la erradicación de la coca se haría de manera voluntaria, gradual, manual y concertada con el Gobierno. Además, que antes de erradicar la coca, a los cocaleros se les debían garantizar las condiciones adecuadas de subsistencia económica y de servicios sociales del Estado. O sea que antes de erradicar deberían los cocaleros recibir créditos, subsidios, salud, educación, vivienda, obras de infraestructura, carreteras, transporte, centros de acopio, mercadeo, etc. Y la Corte Constitucional, porque estableció unas barreras infranqueables y unas condiciones incumplibles para erradicar la coca mediante fumigación aérea, el método más expedito y eficaz para eliminar masivamente los cultivos de coca. El resultado lo advertimos desde entonces: nadaríamos en coca y en cocaína por décadas.
En efecto, los acuerdos de paz con las Farc generaron lo que se llama el Efecto Cobra, que ocurre cuando decisiones bien intencionadas, pero equivocadas, generan resultados perversos. El origen del Efecto Cobra se sitúa en Delhi, cuando para acabar con una plaga de cobras venenosas el gobierno colonial británico decidió pagar a los lugareños una recompensa por cada cobra que entregaran muerta. La entrega de cobras se multiplicaba, hasta que las autoridades descubrieron que para cobrar la recompensa los lugareños cultivaban cobras en sus casas. El Gobierno suspendió la compra y los lugareños liberaron sus cobras en las calles, y la plaga de cobras fue peor que al inicio.
“Desde ya se puede anticipar que el fracaso de su política de Paz Total tendrá como causa el efecto cobra de su mala política frente al narcotráfico.”
Esto sucedió con los cultivos de coca. Como no habría erradicación forzosa y tener cultivos de coca era la garantía para acceder a bienes y prebendas del Estado, pues esos cultivos se han multiplicado y las políticas para reducirlos han fracasado. Se olvida que entre los años 2000 y 2013 hubo una política exitosa que redujo los cultivos de coca de 163.000 hectáreas a 48.000, y la producción de cocaína de 700 toneladas a 290. La receta fue una eficaz combinación de fumigaciones masivas, sustitución de cultivos, generación de ingresos con familias guardabosques, incremento sustancial de la interdicción, y la desarticulación de bandas criminales. Cuando se abandonó esta receta exitosa, el problema se agravó desde entonces hasta ahora.
El actual gobierno va a seguir insistiendo en hacer lo incorrecto: no erradicación forzosa, no fumigación, aplicación a rajatabla del acuerdo con las Farc, a lo que le suma no extradición y trato considerado y benigno a los narcotraficantes, no castigo a reincidentes, discurso pro legalización, satanización del petróleo y angelización de la cocaína, promesas de compra de la producción de coca, etc. A las mismas acciones seguirán los mismos resultados. Habría que preguntarse, como en su momento lo hizo Churchill, si una vez que probamos las demás opciones no sería hora de hacer lo correcto, esto es, lo que ya demostró que es eficaz y exitoso.
Desde ya se puede anticipar que el fracaso de su política de Paz Total tendrá como causa el efecto cobra de su mala política frente al narcotráfico. Con las políticas que ha anunciado el Gobierno, los cultivos de coca y la producción de cocaína seguirán creciendo exponencialmente, las bandas criminales se multiplicarán, aumentarán las disputas violentas entre bandas por el control territorial de zonas de cultivo de coca, y de producción y tránsito de cocaína, los líderes sociales opuestos al narcotráfico seguirán cayendo y aumentarán el confinamiento y el desplazamiento forzado de poblaciones enteras. El efecto cobra devorará las buenas intenciones y las malas decisiones de la Paz Total.
https://www.eltiempo.com/, Bogotá, 10 de noviembre de 2022.