Los departamentos nacieron con la independencia y fueron remplazados por los estados federales de la Confederación Granadina de don Mariano Ospina Rodríguez, 1858, y los Estados Unidos de Colombia, del General Mosquera, de 1863. La Constitución de Núñez de 1886 centralizó y regresó a los departamentos. Su número creció en el Quinquenio del General Reyes y más recientemente hasta la Constitución de 1991. Esta Constitución del Presidente César Gaviria también se constituye en un referente de descentralización de recursos y competencias como lo fue, en 1968, el Situado Fiscal del Presidente Carlos Lleras.
Hoy los departamentos podrían hacer de todo, menos ejercer competencias como justicia, mando de Fuerzas Armadas y Relaciones Exteriores.
La gran escasez de los departamentos es presupuesto, como también lo es para la Nación. Y agreguemos, mucha falta de buena administración.
Tiene razón el Presidente Petro al señalar las falencias sociales, de infraestructura, de instituciones, en muchos municipios ribereños del rio Magdalena, que se repite en mucha parte del territorio y que sobresale en el Pacífico.
Sin embargo, crear más departamentos no resuelve el problema. Sería repartir entre más gobernaciones la transferencia nacional, Sistema General de Participaciones. de aproximadamente 50 billones. Y estas expansiones burocráticas menos generan bienestar colectivo.
El tema es de recursos y de buena administración. El ascenso de muchas capitales a distritos poco o nada ha aportado, salvo en aumentos burocráticos.
Mientras el recaudo nacional es de 200 billones el departamental es de 11billones. No obstante la disparidad entre departamentos a todos les faltan recursos. En muchos hay que mejorar la administración y lograr plena transparencia. Los institutos de financiamiento son pequeños y tienen que crecerlos para contar con este soporte propio.
A decir verdad los departamentos han sido más austeros que la Nación. La ley 617 de la Administración Pastrana fue un gran paso. Pienso que fue importante nuestra desburocratización de la Gobernación de Antioquia.
Con crecimiento económico sostenido, avance en la eliminación de la evasión y austeridad, el incremento de los recursos nacionales se traducirá en aumento de las transferencias, y en la posibilidad de asignar nuevos recursos.
Es mejor la descentralización reglada de recursos, ojalá creciente, tener departamentos fuertes, que suplir su debilidad con aportes extras de la Nación, que afianza el centralismo.
Mientras menos suficiente el departamento más tiene que someterse al centralismo.
Y en cuanto aquello de la diversidad al interior de los departamentos es provechosa como en la Nación.
Necesitamos departamentos fuertes, que sean eficaces niveles intermedios de Gobierno, cuya naturaleza se pierde con muchos departamentos débiles.
Y pensar en las regiones y en las provincias ..
* Publicado en su cuenta de Twitter en agosto 28 de 2022.